Un equipo de astrónomos han hallado un fenómeno totalmente extraño: un agujero negro de peso medio tan escurridizo que anteriormente se pensó que no existía.
El Universo acoge diversas categorías de agujeros negros. Entre ellos se encuentran:
Agujero negros de masa estelar, que son aquellos que al colisionar causan las ondas gravitacionales que han podido ser detectadas hasta la fecha. Por lo general poseen la masa de 100 veces nuestro Sol.
Agujeros negros supermasivos, son los que se esconden en el centro de las galaxias, que giran en torno a él. Pueden llegar a tener una masa de aproximadamente 100.000 soles como el nuestro; sin embargo este número puede crecer a millones o miles de millones. Un ejemplo de este tipo de agujero negro es Sagitario A*, el agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la Vía Láctea, y que posee aproximadamente 4 millones de veces la masa del Sol.
Puede existir otro tipo de agujero negro, que se ubicaría entre 1.000 a 100.000 masas solares, de acuerdo a la sugerencia de los astrónomos. Pero, hasta ahora este supuesto tipo de agujero negro ha resultado ser evasivo, y aunque se han realizado detecciones estas no han sido del todo concluyentes.
Esta incertidumbre ha permitido que los astrónomos planteen la hipótesis de que los denominados agujeros negros del «eslabón perdido», que se ha sugerido, serían los precursores de los agujeros negros supermasivos, no existen.
Sin embargo, ahora, un nuevo estudio científico realizado por Dacheng Lin de la University of New Hampshire, ha obtenido lo que sería la mejor evidencia, hasta ahora, de los agujeros negros intermedios.
Mediante el análisis de datos del telescopio Chandra X-ray Observatory de NASA, el satélite Swift de NASa y el XMM-Newton de la ESA, los investigadores lograron hallar un gran estallido de radiación con múltiples longitudes de onda provenientes de una galaxia ubicada a 740 millones de años luz de distancia.
Este evento cósmico ha sido denominado 3XMM J215022.4−055108 (o J2150−0551 para abreviar), inició en octubre de 2003 y desapareció casi a década después, como también ocurrió con otros estallidos de radiación observados cuando un agujero negro devora una estrella.
Dacheng Lin dijo en un comunicado:
Esto es increíblemente emocionante: este tipo de agujero negro no se ha visto tan claramente antes. Se han encontrado algunos candidatos, pero en general son extremadamente raros y muy buscados. Este es el mejor candidato de agujero negro de masa intermedia observado hasta ahora”.
A pesar de las evidencias obtenidas, los investigadores continúan preguntándose: «¿si estos agujeros negros existen por quésolo se ven en escasas ocasiones?» Un modelo de formación de agujeros negros podría explicar esto.
Un anterior estudio, publicado en 2004, propuso que la gravedad de un grupo denso de estrellas podía causar que las estrellas cayeran hacia el centro del cúmulo, generando una estrella con la masa de miles de soles. Más tarde, este colosal objeto llegaría a colapsar debido a su propio peso, naciendo de esta forma un agujero negro intermedio o agujero negro de masa intermedia.
Un artículo de 2004 propuso que la gravedad de un grupo estelar denso podría hacer que las estrellas cayeran hacia el centro del cúmulo, formando una estrella tan grande como miles de soles. Esto luego se colapsaría por su propio peso, formando un agujero negro intermedio.
Lin agregó:
Uno de los pocos métodos que podemos usar para tratar de encontrar un agujero negro de masa intermedia es esperar a que una estrella pase cerca de él y se rompa; esto esencialmente ‘activa’ nuevamente el apetito del agujero negro y lo impulsa a emitir un estallido que podemos observar. Este tipo de evento solo se ha visto claramente en el centro de una galaxia, no en los bordes exteriores”.
Ahora, los científicos creen que podrían existir muchos más agujeros negros intermedios, presentes en los bordes de las galaxias; posiblemente dormidos y sin estrellas para alimentarse; y justamente debido a esto es que no sabemos si están allí.
El descubrimiento sugiere que tal vez haya muchos más agujeros negros intermedios, acechando en los bordes de las galaxias; están dormidos, sin estrellas que pasen a merienda, por lo que no sabemos si están allí.
El recientemente observado J2150-0551 le ha brindado a los investigadores un lugar para buscar más de estos colosales objetos: cúmulos de estrellas.
Norbert Schartel de la ESA, dijo en un comunicado:
Nuestros modelos actualmente se asemejan a un escenario en el que una civilización alienígena observa la Tierra y ve a abuelos arrojar a sus nietos al preescolar: pueden suponer que hay algo intermedio que se ajusta a su modelo de vida humana, pero sin observar ese vínculo, no hay forma de saberlo con certeza. Este hallazgo es increíblemente importante y muestra que el método de descubrimiento empleado aquí es bueno para usar”.
El estudio científico ha sido publicado en la revista Nature Astronomy. También puede ser leído, en su totalidad, en el sitio web de pre-impresión arXiv.
Una publicación de CodigoOculto.com – Autor: Fernando T. – Todos los derechos reservados.
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