La reputación de los vikingos está trazada por violencia extrema, así lo ha dicho la historia y hasta las producciones de cine y TV. Ahora, nuevos hallazgos arqueológicos muestran que sus ancestros escandinavos pueden haber sido aún más violentos.
Un equipo de investigadores que examinaron una tumba hallada bajo un lago en Suecia, han hallado nuevas luces acerca de la realidad de los antepasados de los vikingos. Diversos restos de calaveras hallados en el lugar muestran evidencias de traumatismo contuso repetido, y hasta dos que parecen haber sido clavados con estacas de madera.
El estudio realizado por los arqueólogos Sara Gummesson, Fredrik Hallgren y Anna Kjellström, analizó los cráneos de nueve adultos y un bebé hallados en un lecho de rocas muy compactado en Kanaljordan, en el sudeste de Suecia.
Las rocas se encuentran de tal forma que parecen formar la base de una estructura realizada por el hombre, posiblemente utilizada como un sitio funerario o para realizar rituales.
En la tumba también se hallaron 14 elementos animales de siete especies diferentes, además de los restos humanos. Entre los animales hallados se encuentran un jabalí y un oso pardo. La tumba ha sido datada en el 6.000 – 5.500 a.C.
Según los exámenes realizados a los huesos, muestran que los individuos podrían haber sufrido muertes violentas, exhibiendo «patrones de traumatismos por fuerza contundente diferenciados por género que probablemente fueron el resultado de violencia interpersonal».
Los investigadores pudieron notar que al menos dos de los cráneos parecen haber sido clavados en estacas como un posible ritual o como advertencia para otros grupos. Los forenses solo pudieron determinar que del total de los restos, dos pertenecen a mujeres y cuatro a hombres; el resto no pudo ser identificado.
Los análisis también hallaron una marcada diferencia entre las lesiones sufridas por hombres y mujeres, debido a que los cráneos masculinos exhiben más heridas en la parte de frente y cara, que son similares a las lesiones producidas en combate.
El informe dice:
Hemos reconocido un patrón de trauma relacionado con el sexo, no aleatorio, donde las fuerzas no letales se dirigieron a la parte posterior de la cabeza de las mujeres y a la parte superior de la cabeza de los hombres. La incidencia de traumas en Kanaljorden es alta, ya que la mayoría de los cráneos exhibieron traumatismos cerrados de fuerza bruta. Las lesiones afectaron a ambos sexos, dos mujeres exhibieron múltiples traumas dirigidos hacia la parte posterior de la cabeza y el lado derecho. Hay muchas explicaciones posibles para los patrones de trauma: accidentes, violencia interpersonal, secuestro forzado, abuso conyugal, violencia no letal regulada socialmente o guerra”.
Los investigadores creen que la causa más probable de las heridas mortales es la violencia entre los grupos opuestos, y no la esclavitud que era poco común en el período. Sin embargo, reconocen que «la causa de la muerte no se puede identificar para ninguno de los individuos».
Aunque este hallazgo es muy sorprendente y entrega nuevos datos acerca de los antepasados de los vikingos, es necesario realizar más investigación para obtener conclusiones más precisas y obtener una mayor comprensión de estas sociedades antiguas.
El estudio científico ha sido publicado en la revista Antiquity.
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