Los astrónomos quedan cada vez más sorprendidos por el comportamiento anómalo de la estrella KIC 8462852, también conocida como «estrella de Tabby». Y si ya la consideraban como «la más extraña de toda la galaxia», debido a sus erráticos e inexplicables cambios de luminosidad, lo que acaba de encontrar ahora un equipo de astrónomos del Instituto Carnegie y del Caltech no ha hecho más que acrecentar el misterio.
Los hallazgos de Josh Simon y Ben Montet, en efecto, ya causaron gran revuelo entre la comunidad científica cuando fueron revelados en agosto, antes de su publicación en una revista científica. Pero ahora su trabajo acaba de ser aceptado por la prestigiosa Astrophysical Journal.
En 2015, se descubrió que KIC 8462852 experimentaba una serie de eventos de atenuación de su brillo muy breves e intensos. Esos eventos, además, no seguían un patrón regular y parecían producirse de forma aleatoria. Un comportamiento jamás observado en ninguna otra estrella y que hasta el momento ha sido imposible de explicar.
Ahora, Simon y Montet se han dado cuenta de que además de estos rápidos e inexplicables cambios de brillo, la estrella se ha ido oscureciendo también lenta pero constantemente, durante los cuatro años que lleva observándola el telescopio espacial Kepler.
Las posibles explicaciones para los rápidos cambios de luminosidad de la estrella de Tabby van desde un enorme enjambre de cometas (que al pasar por delante la oscurecerían aleatoriamente) a una hipotética estructura artificial creada por alienígenas alrededor del astro para obtener de él su energía.
Normalmente, las estrellas parecen oscurecerse cuando un objeto sólido, como un planeta o una nube de polvo, pasa por delante de ellas y nos oculta una parte de su brillo durante un tiempo. Pero esos cambios suelen ser regulares (se producen una vez en cada órbita del planeta a su alrededor) y no aleatorios y tan abruptos como los detectados en KIC 8462852. De hecho, un planeta enorme como Júpiter solo provocaría un oscurecimiento del 1% del brillo de la estrella, y no cerca de un 15%, como es el caso.
Imágenes de Kepler
Estimulados por la polémica suscitada en torno a su anuncio del pasado agosto de que el brillo de la estrella había disminuido hasta un 14% entre los años 1890 y 1989, Montet y Simon decidieron investigar su comportamiento en una serie de imágenes de calibración del Kepler que hasta ahora no habían sido utilizadas para mediciones científicas.
«Creíamos que estos datos podrían confirmar o refutar estos oscurecimientos a largo plazo de la estrella, y quizá incluso explicar los súbitos cambios de brillo observados en KIC 8462852», explica Simon.
Pero no fue así. Y en lugar de una solución al misterio, Simon y Montet hallaron que, durante los tres primeros años de observación del Kepler, KIC 8462852 se había oscurecido por lo menos un 1%. Y que, para colmo, su brillo había vuelto a disminuir en otro 2% durante los seis meses siguientes, para estabilizarse después durante el tiempo restante de la misión espacial.
Para obtener estos sorprendentes resultados, los dos dos investigadores compararon las imágenes de la estrella de Tabby con las de otras 500 estrellas similares también observadas por el Kepler durante el mismo periodo, y hallaron que una pequeña fracción de ellas mostraban leves oscurecimientos durante los tres años de observación del telescopio espacial. Pero ninguna de ellas exhibía un oscurecimiento tan grande en apenas seis meses, ni un cambio de brillo total del 3% en apenas tres años.
Un cambio «sorprendente»
En palabras de Montet, «el cambio de brillo constante en KIC 8462852 es realmente sorprendente. Y nuestras mediciones durante cuatro años, enormemente precisas, demuestran que la estrella realmente está reduciendo su brillo con el tiempo. Lo cual no tiene precedentes en esta clase de estrellas, ni hemos logrado encontrar en los datos del Kepler otra que haga lo mismo».
«Esta estrella ya era totalmente única -añade Simon- debido a sus inexplicables episodios de oscurecimiento. Pero ahora hemos visto que tiene, además, otros comportamientos igualmente extraños. Por un lado se oscurece lenta y continuamente por lo menos durante tres años, para de repente perder brillo en episodios puntuales y mucho más rápidos».
Los astrónomos ya tenían problemas para explicar las súbitas caídas de brillo de KIC 8462852, y los nuevos resultados no han hecho más que ponerles las cosas aún más difíciles. Simon y Montet creen que la mejor explicación para explicar el rápido oscurecimiento del 2% en apenas seis meses podría ser la colisión o rotura de un planeta en el sistema, lo que habría creado una gran nube temporal de escombros y polvo capaz de bloquear parte del brillo de la estrella. Sin embargo, eso no explicaría el “oscurecimiento a largo plazo” observado durante los tres años de observación del Kepler y sugerido por antiguas mediciones de la estrella, algunas de ellas de finales del siglo XIX.
«Supone un gran desafío -concluye Montet- conseguir una buena explicación para una estrella que hace tres cosas diferentes que nunca habían sido vistas con anterioridad. Pero estoy convencido de que estas observaciones nos proveerán de una importante pista para resolver el misterio de KIC 8462852».
El estudio ha sido publicado en arXiv
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