Este no es un novedoso plan, se trata de una iniciativa que lleva una década en la mente de Peter Thiel, un empresario estadounidense, capitalista de riesgo, filántropo, activista político y autor, que cofundó una organización sin fines de lucro llamada Seasteading Institute.

Thiel, refiriéndose a su futuro proyecto, dijo en un ensayo realizado en 2009: «Entre el ciberespacio y el espacio exterior se encuentra la posibilidad de establecer los océanos».

Es así como el proyecto ha dado un gran salto desde ese entonces. Ahora parece ser el momento preciso para que Thiel inicie un proyecto piloto con el Gobierno de la Polinesia Francesa.

El proyecto plantea la creación de la primera nación flotante independiente del mundo, que se ubicará en el Océano Pacífico y operará fuera de las regulaciones gubernamentales, utilizando su propia criptomoneda llamada «Vyron».

De acuerdo a los  planes, la ciudad flotante será una ciudad-estado marítima con aproximadamente 300 casas de diseño intrincado, además de hoteles, restaurantes, establecimientos para oficinas y edificios. Se ubicará en el Océano Pacífico, muy cerca de la isla de Tahití.

Su concepción inicial fue el de una ciudad flotante libre de regulaciones e impuestos; sin embargo el plan se ha ido concretando hasta llegar a ser mucho más que la idea inicial.

Crédito: Blue Frontiers

Joe Quirk, presidente del Instituto, dijo a Business Insider, que él y su equipo ahora ven a la ciudad flotante como una manera de afrontar a la humanidad con el aumento del nivel del mar, que se espera que aumente más de 1.8 metros para fines de siglo.

Alguien más que ha opinado sobre esta propuesta futurista es Nathalie Mezza-Garcia, politóloga e investigadora del Floating Island Project. Mezza-Garcia cree que los residentes de las islas no tendrán «influencias geopolíticas fluctuantes y problemas comerciales».

Mezza-Garcia agregó:

Hay un significado para este proyecto que se está probando en las Islas Polinesias. Esta es la región donde la tierra descansa sobre el coral y desaparecerá con el aumento del nivel del mar. Una vez que podamos ver cómo funciona esta primera isla, tendremos una prueba de concepto para planear que las islas alberguen a los refugiados climáticos”.

Si está luchando por hacer negocios o simplemente vive bajo la administración de su país, un movimiento de filántropos, académicos e inversores está trabajando en una alternativa de ciencia ficción.

Se ha estimado que la isla piloto esté terminada para el año 2022 y tenga un costo hasta $ 50 millones.

Crédito: Blue Frontiers

Además de ofrecer un hogar para los desplazados por el cambio climático, las islas autónomas están diseñadas para funcionar como centros comerciales que están más allá de la influencia de la regulación gubernamental.

Mezza-Garcia agregó:

Esto significa que la isla estará fuera de las influencias geopolíticas fluctuantes, los problemas comerciales y las fluctuaciones monetarias: es la incubadora perfecta”.

Ademas, Mezza-Garcia, dijo que este proyecto representará una alternativa para los que se encuentren desencantados de los actuales gobiernos.

«Se tratará de un concepto libertario sin complejos», dijo Mezza-Garcia.  «Los gobiernos como isla flotante solo existirán bajo el concepto de proveedores de servicios, y las comunidades flotantes podrían autogobernarse», dijo.

«Si no quieres vivir bajo un gobierno en particular», dijo, «la gente podrá simplemente llevarse su casa y flotar a otra isla».

Mezza-Garcia imagina un futuro con cientos de nuevos países presentes en el océano.

El diseño de la ciudad flotante se ha inspirado en la cultura polinesia, en particular a partir de su navegación tradicional, basada en la observación y el vasto conocimiento de los elementos naturales.

Los diseñadores de la ciudad-estado flotante reflejaron las montañas y las colinas, la forma de los arrecifes del océano y numerosos puntos de referencia submarinos diferentes, así como el ascenso y el ajuste de la luna, el sol y las estrellas en el diseño.

De forma curiosa, las pequeñas plataformas con las villas se alineanán con el camino de las estrellas de Sirio, según indican los planos.

Crédito: Blue Frontiers

Una declaración del Seasteading Institute explica más detalles del proyecto:

Durante varias visitas a la Polinesia Francesa y después de familiarizarse con el medio ambiente y los contextos locales, una cosa era segura: el proyecto debe mezclarse con su entorno. Para lograr esto, las características ambientales locales, el clima, la ecología y el contexto cultural han sido estudiados y juegan un papel importante en el proceso. El proyecto, sin embargo, no solo no quiere dañar el entorno existente, la visión de las Blue Frontiers es facilitar el desarrollo de asentamientos más conscientes y equilibrados en el mar donde los humanos puedan coexistir pacíficamente con el medioambiente y entre ellos.”

La idea no solo se plantea como revolucionaria, también podría permitir que muchas personas puedan llevar una vida libre de imposiciones, protocolos y demás factores hoy reinantes en la sociedad y los gobiernos. Si este proyecto llega a concretarse, es muy seguro que dentro de varias décadas veremos comunidades similares en los océanos del mundo, tratando de llevar una vida tranquila y alejados de los problemas mundanos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que quizá solo unos pocos puedan tener acceso a esta iniciativa, todo dependerá del factor económico. Ya veremos…

Artículo escrito por: Fernando T. para CodigoOculto.com

Fuente: CNBC | Seasteading.org

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