El jueves por la noche podrían verse auroras de colores en zonas de Estados Unidos como Alabama y el norte de California -mucho más al sur de lo que suelen aparecer- debido a una potente llamarada solar y a la eyección de masa coronal liberada por el Sol, según el National Weather Service Espacial del Space Weather Prediction Center de la NOAA.

La fuerte tormenta solar, clasificada como de nivel 4 en una escala del 1 al 5, también podría interrumpir las comunicaciones, la red eléctrica y el funcionamiento de los satélites, según los responsables del centro.

Se espera que la tormenta alcance la Tierra entre primera hora de la mañana y las 12 p.m. ET del jueves, con potencial para durar hasta el viernes.

La intensidad y las características completas de la tormenta, que se desplaza hacia la Tierra a más de 4 millones de kilómetros por hora, no se conocerán hasta que alcance los satélites Deep Space Climate Observatory y Advanced Composition Explorer, en órbita.

Los satélites medirán la velocidad y la intensidad magnética de la tormenta, que se espera que llegue a la Tierra entre 15 y 30 minutos después de alcanzar los observatorios espaciales, dijo Shawn Dahl, coordinador de servicios del Space Weather Prediction Center, en una rueda de prensa el miércoles.

Llamaradas clase X

Una serie de las llamaradas solares más intensas, conocidas como llamaradas de clase X, se han desprendido del Sol esta semana. Las erupciones también coincidieron con eyecciones de masa coronal el martes.

El Solar Dynamics Observatory de la NASA capturó esta imagen de una llamarada solar, vista como el destello brillante en el centro del disco solar, el 8 de octubre. Crédito de imagen: SDO / NASA

Las eyecciones de masa coronal son grandes nubes de gas ionizado llamado plasma y campos magnéticos que brotan de la atmósfera exterior del Sol. Cuando estas erupciones se dirigen hacia la Tierra, pueden causar tormentas geomagnéticas, o grandes perturbaciones del campo magnético terrestre.

Dahl dijo:

“Según el Centro de Predicción Meteorológica Espacial, las tormentas geomagnéticas pueden afectar a las infraestructuras en órbita cercana a la Tierra y en la superficie terrestre.

En consecuencia, el centro ha notificado a la Federal Emergency Management Agency, a la red eléctrica norteamericana y a los operadores de satélites que se preparen para las interrupciones, especialmente teniendo en cuenta la cantidad de preparativos y los esfuerzos de socorro previstos para el huracán Milton”.

Históricamente, las tormentas G4 son comunes durante un ciclo solar, pero las G5, o tormentas geomagnéticas extremas como la que se produjo el 10 de mayo, son increíblemente raras, dijo Dahl. Esta nueva tormenta tiene un 25% de posibilidades de convertirse en una G5, dijo.

Aumento de la actividad solar

A medida que el Sol se acerca al máximo solar -el punto álgido de su ciclo de 11 años, previsto para este año- se vuelve más activo, y los investigadores han observado erupciones solares cada vez más intensas procedentes del ardiente orbe.

El aumento de la actividad solar provoca auroras que danzan alrededor de los polos de la Tierra, conocidas como auroras boreales y australes. Cuando las partículas energizadas de las eyecciones de masa coronal alcanzan el campo magnético de la Tierra, interactúan con los gases de la atmósfera para crear esas luces de distintos colores en el cielo.

Actualmente, los científicos del centro de predicción creen que es probable que aparezcan auroras visibles en los estados centrales del Este y en la parte baja del Medio Oeste, pero aún está por ver si la tormenta provocará un fenómeno global de auroras como hizo el G5 en mayo, dijo Dahl. Pero si la tormenta se convierte en un G5, las auroras podrían ser visibles en los estados del sur y en otros lugares del mundo.

Los funcionarios de la NOAA recomiendan utilizar el tablero de auroras del centro para averiguar si se prevé que las auroras boreales y australes sean visibles en su área. El tablero se actualiza constantemente y puede mostrar dónde puede aparecer una aurora en cuestión de minutos desde que la información está disponible.

La probabilidad de ver auroras también ha aumentado drásticamente, dado que la oscuridad cae antes durante esta época del año. Según Dahl, los observadores del cielo de EE. UU. que vieron auroras provocadas por una tormenta G3 durante el fin de semana vieron auroras boreales una o dos horas después del anochecer.

Y aunque las coloridas auroras no parezcan evidentes a simple vista, los sensores de las cámaras fotográficas y de los teléfonos móviles pueden captarlas, explican los responsables del centro.

Auroras boreales. Crédito de imagen: Noel_Bauza / Pixabay

Posibles perturbaciones

Los científicos de la NOAA dijeron que no creen que la tormenta de esta semana supere a la de mayo. Antes de eso, la última tormenta G5 que azotó la Tierra fue en 2003, y provocó cortes de electricidad en Suecia y daños en transformadores eléctricos en Sudáfrica.

Durante la tormenta geomagnética de mayo, la empresa de tractores John Deere informó de que algunos clientes dependientes del GPS para la agricultura de precisión experimentaron una interrupción. Pero en su mayor parte, los operadores de redes eléctricas y satélites mantuvieron los satélites en orden y correctamente en órbita y gestionaron la acumulación de intensas corrientes geomagnéticas en los sistemas de red.

Según Dahl, la tormenta solar de mayo ha sido la tormenta de meteorología espacial que se ha conseguido mitigar con más éxito de la historia.

Los científicos siguen vigilando los picos de actividad solar a medida que aumentan, ya que podrían indicar en qué punto de su ciclo se encuentra el Sol.

“La velocidad de la eyección de masa coronal del martes sorprendió a los científicos del centro porque es la más rápida medida en este ciclo solar hasta ahora”, dijo Dahl. “Pero eso no significa que el pico de actividad solar se esté produciendo ahora mismo. Ciclos solares anteriores han demostrado que algunas de las mayores tormentas pueden ocurrir después del pico”, dijo.

“Estamos en pleno máximo solar, pero no sabemos si ya hemos alcanzado el pico”, dijo Dahl. “Eso se decidirá más adelante y podría ser en algún momento de este año o incluso a principios del próximo. En resumidas cuentas, la actividad del ciclo solar durante este año, así como el año que viene e incluso hasta principios de 2026, no nos va a dejar indiferentes”.

[FT: space]

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