La Tierra va a sufrir un doble golpe del Sol, ya que se trata de dos erupciones solares: Una corriente de viento solar procedente de un agujero en la atmósfera del sol; y una nube de partículas cargadas conocida como eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés).
El 28 de septiembre, el Space Weather Prediction Center (SWPC) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) emitió una alerta en la que señalaba que se esperaba una tormenta geomagnética “moderada” para el 1 de octubre.
Una tormenta geomagnética es el nombre que recibe la perturbación del campo magnético de la Tierra por la actividad solar. Esta perturbación puede tener muchos efectos en nuestro planeta y en la tecnología moderna, como la interrupción de las comunicaciones por radio y los problemas en la red eléctrica.
Según el SWPC, la tormenta podría provocar un cierto desvanecimiento de las señales de radio de alta frecuencia en las latitudes altas, un mayor arrastre de los satélites de órbita terrestre baja y auroras en algunos estados del norte de Estados Unidos, como Nueva York, Washington y Wisconsin.
La tormenta que se avecina se deberá en parte a un enorme agujero coronal en la atmósfera del Sol, según el sitio web de noticias sobre la actividad solar SpaceWeather.com.
Un agujero coronal es una región de la atmósfera superior del Sol que parece oscura cuando se ve en imágenes de rayos X y ultravioleta porque es más fría y menos densa que el plasma solar circundante. Estas regiones suelen tener una estructura de campo magnético abierto, lo que permite que el viento solar -el flujo continuo de partículas cargadas procedentes del sol- escape hacia el Sistema Solar con mayor facilidad y a gran velocidad.
A medida que esta corriente de alta velocidad fluye por el espacio, comprime el viento solar ambiental, es decir, el flujo de partículas solares que se mueve constantemente por el Sistema Solar en circunstancias normales. Si la corriente de alta velocidad pasa por delante de la Tierra, puede interferir con el campo magnético de nuestro planeta, causando normalmente efectos que pueden durar varios días, pero que son menos graves en comparación con otras formas más intensas de erupciones solares, como una eyección de masa coronal (CME).
Una CME es una nube de partículas cargadas y un campo magnético que sale del Sol cuando las líneas del campo magnético del Sol se reajustan repentinamente, liberando energía. Una CME podría pasar por delante de la Tierra más o menos al mismo tiempo que la corriente de viento solar, según informa SpaceWeather.com.
La combinación de estos dos fenómenos provocará los efectos moderados de la meteorología espacial previstos para el 1 de octubre.
La actividad solar del Sol se mide generalmente por el número de manchas solares que tiene -regiones de campos magnéticos intensos que a menudo son las fuentes de las CME y las erupciones solares. Las manchas solares aparecen oscuras en la superficie del Sol debido a sus temperaturas más frías.
El número de manchas solares fluctúa a lo largo de un periodo de 11 años conocido como ciclo solar. Actualmente, la actividad del ciclo solar está aumentando y se prevé que alcance su punto máximo en el verano de 2025.
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