Es posible que esta pregunta haga explotar tu mente: ¿podría la Tierra estar dentro de un enorme agujero negro? Y si es así, ¿podría nuestro universo estar también dentro de un agujero negro?

Para los terrícolas que miran al espacio, nuestro sistema solar parece estar rodeado de miles de millones de estrellas en la Vía Láctea. Pero si miramos aún más lejos, ¿sería posible encontrar pruebas de que estamos en algo aún más fantástico, como un agujero negro?

Los agujeros negros son lugares del universo donde la gravedad es tan fuerte que distorsiona el tiempo y el espacio a su alrededor; una vez dentro, nada -ni siquiera la luz- puede salir.

En una hipótesis, un agujero negro podría haberse tragado la Tierra hace mucho tiempo. Pero si esto ocurriera, la atracción gravitatoria sería catastrófica, afirma Gaurav Khanna, físico especializado en agujeros negros de la University of Rhode Island. A medida que la Tierra se acercara al agujero negro, el tiempo se ralentizaría. Y dependiendo del tamaño del agujero negro, la materia podría estirarse en forma de espaguetis. Incluso si el planeta sobreviviera a esta “espaguetización”, la Tierra se vería abocada a la densa y diminuta singularidad, donde sería incinerada por la presión y la temperatura de una fuerza gravitatoria insondable, explicó Khanna.

Así que podemos descartar la posibilidad de que un agujero negro se tragara la Tierra en algún momento de su historia; habría sido arrasada en una fracción de segundo, dijo Khanna.

Pero hay otra forma de que la Tierra acabara en el vientre de un agujero negro: Podría haberse formado allí.

Khanna explica:

“Un agujero negro se parece mucho al Big Bang al revés. … Las matemáticas son parecidas”.

Mientras que un agujero negro colapsa sobre un punto diminuto y muy denso, el Big Bang explotó a partir de un punto así.

Khanna agrega:

“Una teoría sostiene que el Big Bang fue primero la singularidad de un agujero negro en un universo padre más grande. El centro denso se comprimió y comprimió, hasta que de algún modo estalló y se formó un universo bebé dentro del agujero negro”.

¿Todo nuestro universo dentro de un enorme agujero negro?

Esta teoría, conocida como “Schwarzschild cosmology”, sugiere que nuestro universo se expande ahora dentro de un agujero negro que forma parte de un universo padre. En teoría, este escenario significaría que los universos pueden existir dentro de otros universos, como las muñecas rusas, y que viajar de vuelta a través de un agujero negro -una hazaña probablemente imposible, ya que la luz ni siquiera puede hacer el viaje inverso- desvelaría reinos desconocidos, dijo Khanna.

Sin embargo, es improbable que se demuestre esta teoría, ya que nada puede retroceder a través del horizonte de sucesos de un agujero negro.

Pero si la Tierra está dentro de un agujero negro, los expertos tienen una estimación del tamaño del abismo espacial.

Scott Field, profesor asociado de Matemáticas de la University of Massachusetts Dartmouth, dijo en un comunicado:

“Si estamos en un agujero negro, debe de ser extremadamente grande”.

La Tierra no está metida en un agujero negro del tamaño de un planeta, ni siquiera del tamaño del sistema solar. Si así fuera, los científicos se habrían dado cuenta, declaró Field. Habría señales observables del giro del agujero negro. O veríamos las sutiles distorsiones causadas por la gravedad extrema, como la ralentización del tiempo y el estiramiento de la materia, a medida que la gente se mueve dentro del agujero negro.

Si la Tierra existiera en un agujero negro del tamaño de la Tierra, por ejemplo, la gente notaría los efectos de estas fuerzas de marea, como la espaguetización y la ralentización del tiempo, al viajar de un punto a otro del globo, afirma Field, que trabaja en modelización y simulación gravitatoria, incluidas las colisiones de agujeros negros.

Así pues, cualquier agujero negro al que la Tierra llamara hogar debe ser enorme, del tamaño de un universo y tan vasto que no podamos viajar lo suficientemente lejos o rápido para detectar las distorsiones gravitatorias, dijo Field.

Desde el interior del universo de un agujero negro, los terrícolas “no tendríamos forma de saber que existe otro universo padre”, afirma Khanna. Lo ignoraríamos. Así que encontrar a nuestro predecesor universal sería, cuando menos, difícil. Aún así, “sería encantador” que esta teoría fuera cierta, dijo.

[H/T: livesci]

Crédito imagen de portada: depositphotos.com

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