Un enorme resplandor rodea el Sistema Solar. Un nuevo análisis de los datos del Hubble lo ha confirmado: Hay demasiada luz en el espacio que rodea el sistema que nos acoge.
No se trata de mucha luz adicional. Sólo un sutil resplandor fantasmal, un tenue exceso que no puede explicarse en un censo de todos los objetos emisores de luz.
Todas las estrellas y galaxias que rodean al Sistema Solar -y la luz zodiacal, es decir, el polvo en el plano del Sistema Solar- nada de esto puede explicar lo que los astrónomos llaman ahora “luz fantasma”.
Tras analizar 200.000 imágenes del Hubble y realizar miles de mediciones en un proyecto denominado SKYSURF, una colaboración internacional está segura de que el exceso de luz es real.
Y, además, no pueden explicarlo del todo. Hay posibilidades, pero ninguna ha sido confirmada. Todavía no.
¿De qué se trata?
¿La posibilidad más fuerte? Un componente de polvo en el Sistema Solar que aún no hemos detectado directamente: diminutas partículas de polvo y hielo procedentes de una población de cometas que viajan hacia el interior desde los confines oscuros del Sistema Solar, reflejando la luz solar y generando un resplandor difuso y global.
Esta fuente estaría un poco más cerca de nosotros que la luz extra detectada por la sonda espacial New Horizons, que encontró un exceso de luz óptica en el espacio más allá de Plutón, fuera del Sistema Solar.
Tim Carleton, astrónomo de la Universidad Estatal de Arizona, dijo en un comunicado:
“Si nuestro análisis es correcto, hay otro componente de polvo entre nosotros y la distancia a la que New Horizons realizó las mediciones. Eso significa que se trata de algún tipo de luz adicional procedente del interior de nuestro Sistema Solar.
Como nuestra medición de la luz residual es superior a la de New Horizons, pensamos que se trata de un fenómeno local que no procede de lejos, del exterior del Sistema Solar. Puede ser un elemento nuevo en el contenido del Sistema Solar que se ha hipotetizado pero no medido cuantitativamente hasta ahora.”
Una ilustración de la hipotética nube de polvo cometario que podría estar produciendo el resplandor. Crédito: NASA, ESA, Andi James / STScI
Un universo “brillante”
Hay muchas cosas realmente brillantes flotando por el Universo: planetas, estrellas, galaxias, incluso gas y polvo. Y, por lo general, las cosas brillantes son las que queremos observar. Por eso, detectar la luz ambiental en los lugares intersticiales -el espacio interplanetario, interestelar e intergaláctico- es algo complicado.
Sin embargo, cuando miramos, a veces descubrimos que las cosas no son como esperamos.
Por ejemplo, algo que no podemos explicar en el centro galáctico está produciendo luz de alta energía. Voyager I encontró un exceso de brillo asociado al hidrógeno en el límite del Sistema Solar. Ahí está la detección de New Horizons. Las cosas parecen extrañamente brillantes ahí fuera.
El objetivo de SKYSURF era caracterizar completamente el brillo del cielo.
Rogier Windhorst, astrónomo y veterano del Hubble y de la Universidad Estatal de Arizona, dijo en un comunicado:
“Más del 95 por ciento de los fotones de las imágenes del archivo del Hubble proceden de distancias inferiores a 5.000 millones de kilómetros de la Tierra. Desde los primeros días del Hubble, la mayoría de los usuarios del Hubble han descartado estos fotones del cielo, ya que están interesados en los débiles objetos discretos de las imágenes del Hubble, como estrellas y galaxias.
Pero estos fotones celestes contienen información importante que puede extraerse gracias a la capacidad única del Hubble para medir con gran precisión los débiles niveles de brillo a lo largo de sus tres décadas de vida”.
A lo largo de tres trabajos distintos, los investigadores rastrearon el archivo del Hubble en busca de señales de galaxias débiles que podríamos haber pasado por alto, y cuantificaron la luz que deberían emitir los objetos que se sabe que brillan.
El equipo que buscaba galaxias ocultas determinó que no se habían pasado por alto suficientes galaxias como para explicar el exceso de luz.
El exceso resultante era, según los científicos, equivalente a un resplandor constante emitido por 10 luciérnagas en todo el cielo.
Puede que no parezca mucho, pero es suficiente para saber que nos estamos perdiendo algo. Y es importante. Cada vez más, los científicos encuentran formas de ver la luz entre las estrellas. Si hay un exceso local, necesitamos saberlo, ya que podría sesgar nuestra comprensión de brillos fantasmales más distantes.
Y, por supuesto, está el impacto que podría tener en nuestra comprensión del Sistema Solar y de cómo está formado.
Rosalia O’Brien, astrónoma de la Universidad Estatal de Arizona, dijo en un comunicado:
“Cuando miramos al cielo nocturno, podemos aprender mucho sobre la atmósfera de la Tierra. El Hubble está en el espacio.
Cuando miramos a ese cielo nocturno, podemos aprender mucho sobre lo que ocurre dentro de nuestra galaxia, nuestro Sistema Solar y a grandes escalas como todo el Universo”.
Los tres artículos publicados sobre SKYSURF se han publicado en The Astronomical Journal y The Astrophysical Journal Letters, y pueden consultarse aquí, aquí y aquí. Un cuarto artículo, enviado a The Astronomical Journal y aún no publicado, puede consultarse en el servidor de preimpresiones arXiv.
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