Una enorme erupción solar se dirige a la Tierra, lo que podría provocar apagones de radio en muchas partes del mundo, según ha tuiteado un físico especializado en meteorología espacial.
Ahora que el Sol se encuentra en una fase activa de su ciclo solar de 11 años, se espera que incidentes como éste aumenten. A principios de esta semana, los astrónomos estaban atentos a la actividad derivada de la mancha solar AR3038. Sin embargo, es una nueva región AR3058 la que entró en erupción antes de tiempo y conlleva un riesgo de llamarada de clase X.
¿Cómo de graves pueden ser las erupciones solares?
Las erupciones solares son fuertes erupciones electromagnéticas localizadas en la superficie del sol. Dependiendo de la fuerza de la erupción, las erupciones solares se clasifican en las clases A, B, C, M y X, siendo la A la menos potente y la X la más potente.
Cuando estas erupciones entran en vigor, se acumulan en ellas intensas ráfagas de energía y radiación que serían perjudiciales para los habitantes de la Tierra si no fuera por la envoltura de la atmósfera que nos rodea. Sin embargo, las altas cantidades de energía transferidas a la atmósfera durante esta interacción con la llamarada ionizan las capas superiores de la atmósfera, que se utiliza para la comunicación por radio, lo que provoca una pérdida de señal.
La reciente llamarada se dirige hacia la Tierra y se espera que provoque importantes apagones en los sistemas de navegación GPS, lo que podría acabar interrumpiendo los viajes de los pequeños aviones y barcos. Los radioaficionados se enfrentarán a algunas interrupciones debido a esta erupción solar, que tiene un 10 por ciento de posibilidades de ser un evento solar de clase X. Los astrónomos aún no están seguros de si la erupción también estuvo acompañada de una eyección de masa coronal (CME), que podría dar lugar a una tormenta geomagnética en un par de días.
Recuerdos de una pasada erupción solar
El momento de la erupción solar trae a la memoria otra erupción solar que se produjo el 14 de julio de 2000, y que se recuerda como el evento del Día de la Bastilla, ya que coincidió con la fiesta nacional de Francia.
La CME que acompañó a esta erupción solar se recibió un día después y vio destellar auroras en el cielo nocturno de Estados Unidos, mientras que, en algunas zonas, parecía que el cielo estaba en llamas, según un informe de Spaceweatherarchive.com. Cuando la tormenta geomagnética amainó, ya se habían visto auroras en Texas, Florida y México.
El acontecimiento también es especial para los astrónomos, ya que fue el primer evento importante tras la puesta en marcha del Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO, por sus siglas en inglés), y los investigadores pudieron ver de cerca lo que realmente ocurre en la superficie solar durante una erupción solar.
El evento ha sido estudiado hasta la fecha por los astrónomos, que han estimado que transportó 1033 ergs de energía magnética, el equivalente a mil millones de bombas atómicas utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial.
El impacto de las erupciones fue observado incluso por las naves espaciales Voyager mientras continuaban sus viajes lejos del Sol.
Ahora que el Sol se acerca lentamente al punto álgido de su ciclo solar, ¿podríamos ser testigos de un nuevo evento del Día de la Bastilla? Sólo el tiempo lo dirá.
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