El senador Charles Schumer presentó en verano la llamada “UAP Disclosure Act” o “Ley de divulgación de los OVNIs” (en español). La nueva legislación estipula que la tecnología OVNI será revelada mediante una “campaña de divulgación controlada”.
Cualquier tecnología OVNI descubierta será revelada al público a través de un plan de “Campaña de Divulgación Controlada”, según la legislación propuesta que se presentará ante el Presidente Biden a finales de año.
Esto ha sido incluido en la Defence Authorisation Act 2024 (Ley de Autorización de Defensa de Estados Unidos) para 2024, que fue modificada sin objeciones para incluir la increíble revelación.
La legislación propuesta prevé la creación de una Junta de Revisión de Fenómenos Anómalos No Identificados, independiente y compuesta por nueve miembros, nombrados por el Presidente y confirmados por el Senado estadounidense.
Realizar una “divulgación controlada”
La misión de la Junta consistiría en reunir y llevar a cabo una “divulgación controlada” de los registros relativos a “fenómenos anómalos no identificados, tecnologías de origen desconocido o inteligencia no humana” que obren en poder del Gobierno estadounidense.
La propuesta también contiene una disposición que permite al Gobierno ejercer el dominio eminente, o la propiedad, sobre cualquier “tecnología recuperada de origen desconocido” y “prueba biológica de inteligencia no humana” actualmente bajo control privado.
Se trata de una referencia a una serie de contratistas aeroespaciales que se cree que han escondido tecnologías no humanas, ocultas en programas de acceso especial.
En julio, el oficial de alto rango de las Fuerzas Aéreas, David Grusch -el funcionario que proporcionaba al Presidente de EE. UU. información actualizada sobre inteligencia todos los miércoles- dio a conocer a la opinión pública mundial los resultados de su investigación sobre el asunto, que le había encomendado el Congreso.
Tras cuatro años examinando el tema y entrevistando a 40 militares de alto rango, Grusch llegó a la conclusión de que existe un programa de recuperación de OVNIs desde hace mucho tiempo, dedicado a la ingeniería inversa de tecnología alienígena.
Los términos “tecnología no humana” son mencionados 26 veces en la propuesta de Ley de Autorización de Defensa de 2024.
Propuesta de Ley se refiere a los OVNIs
Otro apartado interesante en el plan de gastos militares del Gobierno de EE. UU. para el próximo año incluye las líneas:
“Los fenómenos anómalos no identificados se diferencian tanto de los objetos atribuidos como de los no atribuidos temporalmente por uno o más de los siguientes observables:
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Aceleración instantánea ausente de inercia aparente. Velocidad hipersónica sin firma térmica ni onda de choque sónica.
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Desplazamiento transmedio (como espacio-tierra y aire-mar). Elevación positiva contraria a los principios aerodinámicos conocidos.
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Control de firmas multiespectrales. Efectos físicos o biológicos invasivos para los observadores cercanos y el medio ambiente.
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El término ‘fenómenos anómalos no identificados’ incluye lo que antes se describía como discos voladores; platillos voladores.”
Además del testimonio bajo juramento de David Grusch ante el Congreso, le acompañaron dos pilotos de caza, David Fravor y Ryan Graves, que también testificaron bajo juramento.
Ambos dieron descripciones detalladas de interacciones a alta velocidad con OVNIs / UAPs:
Graves declaró:
“El gobierno sabe más sobre los OVNIs de lo que se comparte públicamente, y las excesivas prácticas de clasificación mantienen oculta información crucial. Hay una falta de transparencia en torno a los OVNIs que resulta inquietante.
Los OVNIs que encontramos y rastreamos con múltiples sensores se comportaban de un modo que superaba nuestros conocimientos y nuestra tecnología. Los OVNIs podían acelerar a velocidades de hasta Mach 1, mantener su posición contra vientos huracanados y durar más que nuestros cazas, operando continuamente durante todo el día.
No tenían ningún medio visible de sustentación, superficies de control o propulsión, nada que se pareciera a un avión normal con alas, alerones o motores. Soy ingeniero y no tengo ninguna explicación”.
El plan de la “campaña de divulgación controlada” se llevará a cabo a lo largo de varios años, como máximo 25 años después de la creación de cada registro.
Como dijo acertadamente Schumer, “el público estadounidense tiene derecho a aprender sobre tecnologías de orígenes desconocidos, inteligencia no humana y fenómenos inexplicables”. Con suerte, la legislación extraordinaria promulgada y propuesta en los últimos años, junto con audiencias abiertas en el Congreso, podría responder a algunas interrogantes del fenómeno OVNI que llevan varias décadas sin responderse.
Ojo al piojo:
Mi labor es investigar fenómenos aéreos anómalos y algunas veces también “pinchar globos” o “aguar fiestas”… Aunque quisiera creer, la experiencia y los años vividos hacen que me resista a ser crédulo. Me refiero a la nueva legislación, en la cual no confiaría ni mis valores menos preciados. Y es que suena a “más de lo mismo”: investigar, dejar que pasen muchos años para hacer una divulgación, y cuando llega el esperado día, decir que “no hay evidencia de inteligencias no humanas” o que “no sabemos más”. Además, de aprobarse esta legislación (como se indica en párrafos anteriores) EE. UU. tendrá poder para decomisar cualquier objeto volador no identificado, ya sea restos fragmentos o una nave, además de evidencias de inteligencias no humanas, sea organismos, cuerpos recuperados por entidades privadas o personas particulares. Eso es apropiarse del material anómalo para ocultarlo y de paso aprovecharlo. Creo que esta ley no nos llevará a ningún lado y fomentará a que el secretismo persista… Fernando T.
[H/T: The Hill]
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Crédito imagen de portada: depositphotos.com
Una vez que aparece el fenómeno ovni y toda la fenomenología paranormal. Esta realidad terminará por saberla todo el mundo.