Cada vez son más los investigadores que afirman que el gobierno de los EE. UU. cuenta en su poder, desde hace ya décadas, con objetos voladores no identificados que se hubieran estrellado en su suelo. Uno de los documentos a los que se apunta para afianzar tales sospechas es el conocido como «Wilson Memo» o «Memorando Wilson».
El Documento
El archivo filtrado, está fechado en el año 2002 y cuenta con 15 páginas en las que se expone la transcripción de una conversación entre dos personas: el Dr. Eric Davis y el Almirante Wilson. Fue redactado por el mismo doctor rápidamente tras la reunión por lo que se observa esa prisa por no perder los detalles en la forma en la que está escrito.
El Dr. Davis por aquel entonces parecía estar muy interesado en conocer cuanta más información posible sobre lo que se sabía de aquellos posibles crashes de objetos voladores en manos de su gobierno y qué datos el estudio de los mismos estuvieran arrojando por lo que, con ayuda de algunos colegas, se citó con el Almirante para hacerle unas cuantas preguntas en privado.
El objeto de redactar aquel memorando habría sido el de, tras el encuentro, pasárselo a algunos compañeros del campo con los que discutía sobre estos temas y tiempo después, se piensa que «Hal», una de las personas que aparecen mencionadas en el documento acabó por filtrarlo.
Los Protagonistas
Como se ha mencionado, los protagonistas que veremos mencionar en la documentación son personas altamente cualificadas en sus respectivos campos.
Eric Davis es doctor en astrofísica y ha ejercido gran parte de su carrera como consultor de organismos gubernamentales, entre ellos, el Departamento de Defensa o la NASA. Algo curioso es que ha trabajado en algunos proyectos de las empresas del multimillonario Robert Bigelow, conocido por ejemplo (aunque no sólo por ello) por su interés en el estudio del famoso «Skinwalker Ranch».
El otro gran protagonista de la documentación es el , quien ejerció como director de la DIA (Defense Intelligence Agency) entre 1999 y 2002. En el memorando se hará mención en varias ocasiones a su puesto de Subjefe de Estado Mayor Conjunto J-2, cargo en el que, además de otras funciones, se coordinaban acciones de inteligencia.
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Una reunión secreta
En la conversación que ambos profesionales mantuvieron, además de los pertinentes saludos, presentaciones y demás muestras de respeto y confianza se habló de asuntos tan importantes como sorprendentes.
Por ejemplo, se hace mención a una reunión que tuvo lugar en 1997 en el Pentágono en la que el astronauta Edgar Mitchell, el fundador de varias asociaciones para la revelación de la información sobre el fenómeno OVNI Steven Green y el Teniente Comandante de la Marina Willard Miller, estuvieron informando a varios oficiales allí sobre la existencia del fenómeno y de sospechosos presupuestos no trazables que podrían haber sido destinados al estudio de esos objetos recuperados entre otras cosas. Algo que por cierto, ha sido confirmado en varias ocasiones por el propio Mitchell.
Tras esta reunión, los mencionados Almirante Wilson y Teniente Comandante Miller, se quedaron hablando un par de horas de lo comentado durante la reunión. Por lo que contó Wilson a Davis, Miller le confirmó la existencia de una organización similar al MAJESTIC-12.
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La investigación de Wilson
Pero tal vez lo más impresionante que se menciona en el memorando, son las investigaciones de Wilson siguiendo la estela de esos presupuestos negros. Tirando del hilo acabó dando con una empresa PRIVADA que estaría recibiendo parte de tales fondos y llegó a contactar con ellos exigiendo información dado que su alto cargo así se lo permitía… o eso pensaba él, pero según el mismo Wilson le reveló a Davies, parece ser que estaba equivocado pues se encontró con que aquella empresa privada, de las mejores del sector de la ingeniería aeroespacial en aquel momento, tenía permisos por parte del mismo Pentágono para negar acceso a la información a cualquier persona que ellos estimaran oportuno, incluso si se trataba de altos cargos de la organización pública.
Aunque, siempre según Wilson, sí que le dieron algo de información relevante: le contaron que tenían en su poder una nave recuperada que podía volar y que «Era tecnología que no era de esta Tierra – no hecha por el hombre – no por manos humanas» pero que tenían un problema, llevaban muchos años trabajando en el objeto pero no avanzaban en el estudio.
El memorando, con sus 15 páginas, cuenta con muchos más detalles interesantes e información ampliada además de lo que ya se ha mencionado. Nuestra compañera Sonia Gupta del canal AEnigma, hace un exhaustivo estudio del documento y sus posibles repercusiones en el siguiente video:
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