Existen reportes sorprendentes y otros que escapan de los límites de los imaginable. Uno de esos incidentes ocurrió en el océano y fue presenciado por militares. Se trataba de un enorme objeto de aproximadamente 10 km de largo que se desplazaba en el océano a una velocidad y con maniobras imposibles para los submarinos de la armada.
Los océanos abarcan el 70% de la superficie terrestre, con una profundidad media de 3.800 metros y casi 11.000 metros en su punto más profundo. De hecho, nuestra civilización está enclavada en una extensión relativamente pequeña del planeta.
Enorme objeto detectado en el océano
Hace aproximadamente 55 años, en 1969, se detectó un objeto submarino no identificado de dimensiones extraordinarias a cuarenta kilómetros de la costa estadounidense. Utilizando los avanzados equipos de los buques de la época, se descubrió que el objeto se movía a una velocidad de unos 180 nudos (aproximadamente 330 km/h) a una profundidad de 600 metros, y que ascendía gradualmente. Toda la flota, junto con la aviación y las fuerzas terrestres, incluidos los silos de armas nucleares, fue puesta en alerta máxima.
El objeto se aproximó a 18 kilómetros de la costa y ascendió hasta una profundidad de 420 metros. Los estadounidenses enviaron casi toda su flota oriental al punto estimado de ascenso. Sin embargo, el objeto no identificado cambió de rumbo y, en lugar de seguir ascendiendo, comenzó a descender hacia el fondo del océano. Los expertos militares estaban desconcertados en sus intentos de explicar el artefacto de 10 kilómetros que se movía a tan alta velocidad. Además, el comandante del grupo estacionado en el Mar de los Sargazos informó de que, aunque el objetivo estaba siendo rastreado, sus movimientos eran impredecibles.
Otros encuentros inexplicables con enormes objetos en el océano
Roman Lingrem, experto militar con más de 20 años de experiencia en la Armada, ha declarado que el avance de los equipos de rastreo ha provocado un aumento de la detección de vehículos submarinos no identificados. De estos incidentes, sólo el 50-60% pueden explicarse, lo que deja una enorme cantidad de datos desconocidos e inexplorados. Por ejemplo, sólo el 2-3% de los ovnis registrados por los militares se consideran inexplicables. Este porcentaje es significativamente mayor en el mar.
Este simple cálculo sugiere que puede haber una civilización desconocida dentro de las aguas del Océano Mundial. Se han documentado artefactos de origen desconocido de muchos kilómetros de longitud en diversas partes del mundo, como el mar de Japón, el mar de Barents, cerca de Groenlandia, frente a las costas de Gran Bretaña, Portugal, Australia, en los océanos Índico y Pacífico, el golfo de México y las aguas del Ártico y la Antártida.
No estamos hablando objetos de pequeño tamaño, sino de artefactos de un tamaño que se mide en kilómetros. Los submarinistas rusos los han encontrado repetidamente en aguas del mar de Barents desde 1986. Un capitán de primera informó de uno de estos casos en directo por televisión, ya que el incidente consistió en patrullar una zona de combate designada.
Durante una maniobra posterior, los instrumentos detectaron algo extraordinario: un enorme objeto que se movía entre tres y cuatro veces más rápido que un submarino a mayor profundidad. No hubo enfrentamiento; los buques simplemente pasaron uno junto al otro. El capitán informó de la dirección del movimiento del objeto y del propio encuentro, pero no recibió más órdenes, probablemente porque los militares ya estaban al tanto de este tipo de objetos no identificados.
Objeto metálico enorme cerca de Groenlandia
En 2009, cerca de Groenlandia, los oceanógrafos documentaron un artefacto de tres kilómetros de largo que se desplazaba a gran velocidad. Los instrumentos detectaron repetidamente su presencia a 60 kilómetros al oeste de la isla del Mar de Groenlandia, revelando que el objeto era metálico en un 85%, lo que sugería una naturaleza artificial. De hecho, si se tratara de un simple fragmento de metal, se posaría en el lecho marino en lugar de moverse rápidamente, alterando su trayectoria.
En 2022, se reveló que Rusia estaba desarrollando una nave submarina, apodada “Amur e600”, que podría compararse con un OVNI submarino debido a su diseño digital de bajo ruido. Visualmente, se asemeja a una nave espacial extraterrestre, testimonio de los innovadores saltos de la tecnología moderna.
Las especificaciones tácticas de un nuevo submarino suelen clasificarse como “secretas”. Aunque un submarino furtivo con un diseño futurista pueda parecer impresionante, es importante tener en cuenta que sólo se trata de una muestra reciente de un prototipo y no de una nave operativa.
¿De quién son estos dispositivos? Está claro que no son humanos. Hipotéticamente, habría recursos suficientes para tales arcas submarinas, pero ¿qué tipo de energía se necesitaría? Tales objetos difícilmente podrían pasar desapercibidos. Además, el origen alienígena viene indicado por unas características técnicas notablemente superiores incluso a los análogos de los dispositivos modernos. Por no hablar de los de hace 50 años.
¿Tecnología terrestre desarrollada en base a tecnología alienígena mediante ingeniería inversa? Es posible que algunas naciones de muchos recursos puedan haber creado dispositivos militares voladores y sumergibles en base a otras tecnologías obtenidas furtivamente, del tipo Roswell, y que podrían dejarse ver en algunas ocasiones.
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