Un grupo de astrónomos de la Universidad de Cambridge han calculado cuánto le podría costar a la economía de EE.UU el impacto de una superpotente fulguración solar acompañada por una fuerte tormenta geomagnética.
Cada cierto tiempo, en la superficie del astro de nuestra galaxia se producen las así llamadas fulguraciones solares, que son liberaciones de energía en forma de luz, calor y radiación electromagnética.
Se cree que la tormenta solar más potente de la historia contemporánea se produjo en 1859, cuando se liberó 20 veces más energía que durante la caída del meteorito que, hace millones de años, acabó con los dinosaurios en la Tierra.
El astrónomo Edward Oughton y sus colegas de la Universidad de Cambridge decidieron calcular el valor de los daños que una fulguración solar con una potencia similar a la del siglo XIX podría causar en la economía de EEUU en caso de que se produjese actualmente.
Tras crear un modelo informatizado, los astrónomos británicos descubrieron que esta podría constarle a EEUU al menos 40.000 millones de dólares, mientras que sus aliados sufrirían daños materiales estimados en unos 7.000 millones de dólares.
A raíz de este suceso astronómico, muchas redes informáticas y satélites dejarían de funcionar, afectando sobre todo al tejido industrial del país.
A este respecto, los científicos británicos han advertido de que, a menos que no se cree un sistema de alerta temprana, una fulguración solar fatal podría poner a cero la economía de EE.UU, obligando a Washington a desembolsar una gran cantidad de dinero para reactivar el país. Si algo así llegara a suceder, probablemente todo el mundo acabaría sumido en el caos financiero y político.
Vía: Sputnik
Sea que seamos afectados ó no, por una supertormenta solar, sin duda algunos nos lamentaríamos en tanto que otros nos alegraríamos.
Nos alegraríamos de haber puesto la debida atención a las voces de alerta y haber tomado las precauciones correspondientes. Sin duda muchos se habrían encogido de hombros y ellos serían los que estarían pagando las consecuencias de su falta de visión.
No sólo con sus economías colapsadas, sus sistemas bancarios arruinados (los estados de cuenta están alojados en computadoras), sino a merced de países con ambiciones imperialistas que, caso de USA, no vacilarían en aprovechar la oportunidad.
Y, USA, por ser el país que dió la alarma sin duda sería el más favorecido luego de la catástrofe. A no ser que, en ese país, muchos estuvieran influídos por el fiasco del Solsticio de Invierno de 2012 (Pronóstico Maya), he hicieran oídos sordos.
Pero ésta, sin duda, es una alerta fundada en estudios científicos y, por lo menos un área está tomando las precauciones necesarias. El de la Defensa.
¿Quienes nos lamentaríamos? Pueden deducirlo a partir de los párrafos precedentes.
Caso de que lo peor ocurra, sin duda, el discurso de Obama del 13 de Octubre de 2016, sería un hito histórico.