Diversos medios han informado que «gigantesca tormenta magnética» azotará nuestro planeta el 18 de marzo. Esto no es del todo correcto, según ha informado la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA).

Bob Rutledge, que dirige el Space Weather Forecast Center de NOAA, dijo en un comunicado:

Esta historia no es plausible de ninguna manera o forma. Las cosas relacionadas al clima espacial se encuentran en silencio, y el sol se muestra esencialmente impecable”.

Esta semana, la inminente llegada de una «gran tormenta magnética» llenó los titulares de los medios. Sin embargo, muchas de estas noticias se basaron en interpretaciones erróneas obtenidas de un gráfico publicado en el sitio web del Instituto Lebedev de Rusia que mostraba un repunte menor en la actividad geomagnética el día 18. Se espera que esa actividad elevada sea una tormenta menor como máximo.

Los investigadores clasifican las tormentas magnéticas en una escala de G1 a G5 (la más intensa). El próximo 18 de marzo es probable que las lecturas solo alcancen el umbral para una tormenta G1-a geomagnética menor. Este tipo de tormentas (G1) ocurren muy a menudo, aproximadamente, 2.000 veces en un rango de 11 años, o una vez cada dos días.

En nuestra época, una tormenta geomagnética de grandes proporciones sería un gran problema. Podría causar apagones, dañar satélites de comunicaciones y prácticamente devolvernos a la Edad de Piedra, al dejarnos sin comunicaciones.

Si aún así se siente alarmado ante las consecuencias que podría traer una tormenta este 18 de marzo, asegúrese de contar con agua fresca, gasolina suficiente en su automóvil y toda su documentación importante a la mano.

Es esencial que los pronósticos del clima sean consultados de organizaciones confiables y certificadas, para no causar alarma ante hechos falsos.