Un planeta rocoso y caliente que orbita una pequeña estrella cercana: esta es una de las mejores oportunidades que tenemos de encontrar vida fuera de nuestro sistema solar, según creen los investigadores de la Universidad de Keele, dirigidos por John Southworth.
El planeta denominado GJ1132b tiene un tamaño alrededor del 50% mayor que el de la Tierra, y parece estar compuesto predominantemente de roca y hierro. Fue descubierto en 2015, pero está siendo estudiado más en profundidad desde hace poco.
Los investigadores han confirmado la presencia de una atmósfera espesa y han encontrado indicios de que el planeta podría ser rico en agua. El GJ1132b orbita una pequeña estrella enana llamada Gliese 1132, a una distancia mucho más cercana que la que hay de la Tierra al Sol, lo que significa que recibe aproximadamente 19 veces el nivel de radiación de nuestro planeta.
La atmósfera del planeta fue examinada usando una variación del método de detección del planeta de tránsito. A medida que el planeta cruza su estrella, bloquea una pequeña porción de la luz y proyecta una sombra hacia nuestro sistema solar.
El GJ1132b hace que la luz de su estrella disminuya en un 0,3% cada 1,6 días. Los investigadores aseguraron que el espectro observado en el planeta sugiere «signos iniciales de un mundo rico en agua».
El planeta está muy cerca de otras estrellas de la galaxia, a tan solo 39 años luz de distancia. Cuando se descubrió por primera vez, los astrónomos lo describieron como “posiblemente el planeta más importante jamás encontrado fuera del sistema solar”. Se estima que su superficie soporta temperaturas de entre 136 °C y 306 °C.
Los resultados del estudio han sido publicados en el servidor de preimpresión arXiv, y actualmente se están revisando para su publicación en The Astrophysical Journal.
Vía: Scientific American
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