Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia, han postulado que es posible que el planeta Próxima b esté cubierto por un océano global de 200 kilómetros de profundidad y una delgada atmósfera.
Próxima b, el planeta rocoso descubierto el pasado mes de agosto en la zona habitable de la estrella Próxima Centauri, la más cercana al Sol, podría estar cubierto por océanos, igual que la Tierra. Esa es la conclusión de un equipo de investigadores franceses del CNRS (Centro Nacional de Investigaciones Científicas) que, tras calcular el tamaño y las propiedades de la superficie del nuevo mundo, consideran más que probable que se trate de un «planeta oceánico», parecido al nuestro.
Debido a su gran cercanía a la Tierra (apenas 4,2 años luz), Próxima b será, con toda seguridad, el primer planeta extrasolar visitado por el hombre. Con una masa de apenas 1,3 veces la de la Tierra, Próxima b órbita muy cerca de su estrella, a solo 7,5 millones de km (la Tierra órbita a 150 millones de km. del Sol).
Sin embargo, al tratarse de una enana roja, mucho más fría que nuestro Sol, esa distancia es, en ese sistema, exactamente la adecuada para que pueda haber agua líquida sobre su superficie.
«Contrariamente a lo que pueda parecer -se explica en una nota del CNRS- esa cercanía no significa necesariamente que la superficie de Próxima b esté demasiado caliente como para que haya agua líquida». De hecho, Próxima Centauri es 1.000 veces más débil que nuestro Sol, por lo que el planeta Próxima b, a pesar de estar tan cerca de la estrella, se encuentra exactamente a la distancia adecuada para ser considerado (en potencia) habitable.
Según el comunicado, «El planeta podría albergar perfectamente agua líquida en su superficie, eincluso también algunas formas de vida».
El tamaño de los exoplanetas se calcula generalmente midiendo la cantidad de luz que bloquean, desde la perspectiva de la Tierra, cuando pasan por delante de su estrella. Pero no es el caso de Próxima b, del que aún no se ha observado ningún tránsito de este tipo, por lo que los investigadores han tenido que utilizar otros métodos y hacer simulaciones para estimar el radio y la composición del nuevo mundo. Y, según sus cálculos, el radio de Proxima b está entre 0,94 y 1,4 veces el de la Tierra, que tiene 6.371 km. de media.
Asumiendo un radio mínimo de 5.990 km. Proxima b podría ser un mundo muy denso, con un núcleo metálico que diera cuenta de más de las dos terceras partes de la masa total del planeta, rodeado por un manto rocoso. Según los investigadores, si hubiera agua en la superficie, ésta no contribuiría a la masa total con más de un 0,05% (en la Tierra esa contribución es incluso inferior, del 0,02%).
Si por el contrario tomamos en consideración el tamaño mayor, con un radio de 8.920 km, la masa de Proxima b se dividiría al 50% entre núcleo rocoso y cubierta de agua. «En este caso -afirma el CNRS- Proxima b estaría cubierto por un océano global de agua líquida de más de 200 km de profundidad. Y en ambos casos, una delgada atmósfera gaseosa podría rodear el planeta, igual que sucede en la Tierra, haciendo de Proxima b un mundo apto para la vida».
El estudio ha sido publicado en el CNRS research institut.
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