Los astrónomos descubrieron las características del planeta enano DeeDee, ubicado en la zona transneptuniana del Sistema solar.
Los científicos determinaron que el diámetro del planeta es de unos 635 kilómetros, dos tercios del diámetro del planeta enano Ceres. Según los cálculos de los cosmólogos, su tamaño y masa le permite a DeeDee tener un aspecto esférico.
A aproximadamente tres veces la distancia actual de Plutón desde el Sol, Dee Dee es el segundo conocido objeto transneptuniano más distante (TNO) con una órbita confirmada, sólo superada por el planeta enano Eris. Los astrónomos estiman que hay decenas de miles de estos cuerpos de hielo en el sistema solar exterior más allá de la órbita de Neptuno.
La temperatura en la superficie del planeta enano es —243 °C, o 30 grados Kelvin. El objeto estelar refleja solo el 13% de la luz que recibe. La luz tarda 13 horas para alcanzar este objeto celeste.
En la actualidad, DeeDee está a unas 92 unidades astronómicas del Sol. Dada su distancia enorme del centro de nuestro sistema, el planeta tarda unos 1.100 años en completar su órbita.
DeeDee fue descubierto en otoño de 2016 con el uso del telescopio Blanco de 4 metros, que forma parte del Observatorio Interamericano del Cerro Tololo, ubicado en Chile. Con el uso del telescopio Blanco los científicos asimismo estudian energía oscura en el marco del proyecto Dark Energy Survey.
Este proyecto permite a los astrónomos realizar un estudio óptico del 12% del cielo. A raíz de las observaciones los científicos han descubierto unos 1.100 millones de objetos espaciales, la mayoría de los cuales resultaron ser estrellas y galaxias distantes.
Los objetos como Dee Dee son restos cósmicos de la formación del sistema solar. Sus órbitas y propiedades físicas revelan detalles importantes sobre la formación de los planetas, incluyendo la Tierra.
Este descubrimiento también es interesante porque muestra que es posible detectar objetos que se mueven lentamente, muy distantes en nuestro propio sistema solar. Los investigadores han señalado que estas mismas técnicas podrían utilizarse para detectar al hipotético «Planeta Nueve» que podría encontrarse mucho más allá de Dee Dee y Eris.
«Todavía hay nuevos mundos por descubrir en nuestro propio patio trasero cósmico», concluye Gerdes. «El sistema solar es un lugar rico y complicado.»
Los resultados del estudio han sido publicados en el portal Phys.org.
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