Basándose en un reciente estudio, investigadores alemanes sugieren que las fuerzas de marea de Venus, la Tierra y Júpiter pueden influir directamente en el ciclo de la actividad solar.
Científicos del Centro aléman Helmholtz Dresde-Rossendorf (HZDR) sugieren en un nuevo estudio publicado en la revista Solar Physics que las fuerzas de marea de Venus, la Tierra y Júpiter pueden, de manera conjunta, influir directamente en el ciclo de la actividad solar.
La actividad del Sol se determina por el campo magnético. Dos efectos combinados son responsables de este último: el efecto omega y el efecto alfa. Los especialistas han establecido como fuente la interacción con estos tres planetas.
La denominada dinamo alfa-omega del Sol está sujeta a un ciclo regular, es decir, la estrella experimenta cambios en su actividad en un ciclo solar que dura unos 11 años. “Al igual que en la Tierra, se trata de una dinamo. A través de la auto-excitación, un campo magnético se crea a partir de prácticamente nada, por lo que el complejo movimiento de plasma conductor sirve como fuente de energía”, explicó el físico del HZDR Frank Stefani.
«Curiosamente, cada 11,07 años, el Sol y los planetas Venus, la Tierra y Júpiter se alinean. Nos preguntamos: ¿Es una coincidencia que el ciclo solar se corresponda con el ciclo de la conjunción o la oposición de los tres planetas?», se preguntó Stefani.
Los científicos descubrieron que el efecto alfa es propenso a experimentar oscilaciones en ciertas condiciones. Al mismo tiempo, el impulso para esta oscilación alfa prácticamente «no requiere energía». «Nuestros cálculos muestran que las fuerzas de marea planetarias actúan aquí como emisores de ritmo externo. La oscilación en el efecto alfa, que se activa aproximadamente cada once años, podría propiciar la inversión de la polaridad del campo magnético solar y, en última instancia, dictar los 22 años de ciclo de la dinamo solar», explicó Stefani.
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