Dos especies de hongos aislados de una mina altamente tóxica en Montana han sido reunidos en el laboratorio con resultados inesperados. Ambos organismos fueron unidos para sintetizar un compuesto que logró eliminar a cuatro cepas de MRSA (infecciones por estafilococo aureus resistente a la meticiclina) resistentes a los antibióticos.
Este compuesto nunca antes visto se asemeja a una clase conocida de antibióticos, a excepción de un detalle importante – la forma en que mata a las bacterias es diferente a lo que los científicos han documentado, y ya ha demostrado ser eficaz contra los insectos que causan ántrax y estreptococo.
Las dos especies de hongos fueron recolectadas en el pozo de Berkeley, una mina abandonada de cobre a cielo abierto en Montana que tiene más de 540 metros de profundidad y contiene agua tan ácida como el jugo de limón y contaminada con arsénico.
Este pozo estancado de desechos tóxicos es tan peligroso que se conoce como una trampa mortal para la migración de gansos de nieve – hace sólo unos meses, miles se vieron obligados a refugiarse en el pozo para alejarse de una tormenta de nieve, sólo para perecer en las aguas cargadas de tóxicos.
Las autopsias de los 342 gansos que se encontraron flotando en el hoyo en el año 1995 revelaron que sus entrañas estaban devastadas por quemaduras y úlceras – síntomas de exposición a altas concentraciones de cobre, cadmio y arsénico.
Pero no todos los organismos caen víctima de la trampa de muerte en el pozo de Berkeley. Una variedad de especies de hongos y bacterias han logrado prosperar allí, y desde hace dos décadas, los químicos de la Universidad de Montana Andrea A. Stierle y Donald B. Stierle han estado analizando los compuestos inusuales producidos por estos extremófilos resistentes.
Hasta ahora, han identificado un hongo con cualidades cancerígenas llamado Taxomyces andreanae, además de organismos que pueden sintetizar moléculas con propiedades antiinflamatorias y antienvejecimiento.
Esta vez, decidieron ver qué pasaría si cultivaban dos especies de hongos Penicillium juntos, y después de seis días, encontraron que estos extraños habitantes del lago habían cooperado para producir nuevos compuestos que ninguno de los dos podía hacer por sí mismos.
La estructura molecular de estos compuestos se parecía a una clase conocida de antibióticos llamados macrólidos, y cuando los investigadores observaron cómo uno de estos nuevos compuestos – llamado berkeleylactone A – atacó a varias bacterias dañinas, el resultado era como nada que habían visto antes.
«Los estudios sobre el modo de acción que han demostrado, a diferencia de otros antibióticos macrólidos, la berkeleilactona A no inhiben la síntesis proteica ni se dirige al ribosoma, lo que sugiere un nuevo modo de acción para su actividad antibiótica», informa el equipo.
Cuando examinaron la estructura de la berkeleilactona A, encontraron que carecía de azúcares y un doble enlace, lo que los distingue de compuestos antibióticos similares.
Como explica Melissae Fellet para Chemical & Engineering News, se considera que estas dos características estructurales son importantes para las propiedades antibióticas de otros macrólidos de 16 miembros aislados de bacterias o hongos.
Así, sin ellos, ¿cómo consiguió la berkeleylactone A extinguir cuatro cepas de MRSA resistentes a los antibióticos, más el Bacillus anthracis (la bacteria del ántrax), Streptococcus pyogenes (estreptococos), Candida albicans y Candida glabrata (levaduras patógenas en los seres humanos)?
Todavía no está claro exactamente cómo funciona el nuevo antibiótico, pero podríamos haber conseguido algo importante que nos ayude en la lucha contra los patógenos resistentes a los antibióticos, que se espera que maten a millones en las próximas décadas si las tendencias actuales continúan.
Aunque estamos aún lejos de ver este compuesto formando la base de nuevos medicamentos, si su potencial se confirma en otras pruebas, es más que seguro que en un futuro podrían ser nuestra mejor opción para combatir algunas bacterias altamente resistentes
La investigación ha sido publicada en el Journal of Natural Products.
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