Minutos antes de que se produzca el primero de los dos terremotos en Turquía, los pájaros empezaron a comportarse de forma extraña, revoloteando en un lado a otro. Aunque no hay evidencia científica de que los animales puedan predecir los movimientos sísmicos, este último incidente muestra que posiblemente no hemos prestado atención a la conducta de los animales durante este tipo de eventos.

Más de 11.800 personas han muerto y otras decenas de miles resultaron heridas en Turquía y Siria debido a los dos devastadores terremotos del lunes, mientras continúan las labores de rescate con el temor de que haya aún cientos o miles de personas atrapadas bajo los escombros.

Pese a que ya han pasado varios días desde el primer sismo, durante los siguientes días se han seguido localizando a personas con vida en varias de las diez provincias del sureste turco más afectadas por el desastre.

Extraño comportamiento en aves antes del terremoto

Más allá de los vídeos que muestran el nivel de desastre en ambos países, otros videos se han viralizado mostrando un extraño comportamiento en grupos de aves minutos antes del primer terremoto.

Han sido cientos los videos e imágenes del terremoto que han pululado en redes sociales, generando conmoción entre cientos de usuarios alrededor del mundo. Precisamente, una de las grabaciones más virales ha sido una que se tomó momentos antes del siniestro, en la madrugada del lunes.

En el clip se puede observar cómo decenas de aves vuelan y cantan frenéticamente, despertando y alertando a varios ciudadanos turcos que en ese momento no sabían lo que estaba a punto de acontecer.

¿Existe evidencia de que los animales pueden detectar terremotos?

Según un informe que elaboró The Washington Post al respecto, habría evidencia científica que avala la teoría de que algunos animales se comportan raro antes de los temblores. Veamos qué dicen dos fuentes.

Para el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), todo se trata de percepción de ondas sísmicas. Para eso hay que saber que, cuando se trata de terremotos, existen las ondas primarias (P) y las secundarias (S).

Tal como recoge el The Washington Post, el comportamiento anormal de los animales antes de los temblores puede tener que ver con la diferencia que hay entre ambos tipos de ondas.

La explicación radica en que las ondas P, las primeras emitidas por un terremoto, viajan a millas por segundos desde el epicentro y pueden ser notorias para los animales al igual que las S, que son más fuertes y sacuden el suelo alarmando, en este caso, también a los humanos.

Un portavoz del USGS declaró a The Washington Post:

“Muy pocos humanos notan la onda P más pequeña que viaja más rápido desde la fuente del terremoto y llega antes que la onda S más grande. Pero muchos animales con sentidos más agudos pueden sentir la onda P segundos antes de que llegue la onda S”.

Grupo de aves mostraron extraño comportamiento antes de que se produzca el primer terremoto en Turquía. Cortesía: Youtube

Detractores

Sin embargo, hay investigadores que no están de acuerdo con que los animales puedan predecir los sismos.

El profesor Daniel Sol, del Departamento de Biología Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) sostiene que no ve nada raro en la actitud de estos animales en las imágenes citadas.

Sol dijo:

“Los pájaros del vídeo utilizan árboles como dormideros y entre tantos individuos es normal que haya algunos que aún no hayan decidido dónde dormir o que se hayan asustado por alguna razón (quizás porque otro individuo más dominante los ha echado fuera).

Si los individuos hubiesen detectado el terremoto, mi predicción es que se marcharían todos. Y no veo que lo hagan”.

Además, considera que aunque fuera cierto que lo que vemos es una respuesta al terremoto, tampoco sería “muy misterioso”, puesto que detectar las pequeñas vibraciones previas a un terremoto grande es más fácil si estás sobre las ramas de un árbol que si estás sobre una estructura más sólida.

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Estudio científico avala creencia

El estudio más reciente al respecto fue desarrollado en 2020 por Martin Wikelski, galardonado científico alemán del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, que analizó los niveles de actividad de un grupo de animales domésticos (vacas, ovejas y perros) antes de varios terremotos, decretando que sus tiempos de anticipación variaban de una a 20 horas, con una relación inversamente proporcional a la distancia de los epicentros (de 5 a 28 km).

El estudio concluyó que existen «patrones estadísticamente confiables de actividad pre sísmica en animales “que podrían generar información valiosa para la predicción de terremotos”. Pero en todo caso esta capacidad estaría limitada a periodos muy cortos de tiempo, difícilmente útiles para salvar vidas. Entre los animales estudiados, los perros fueron los más sensibles, seguidos por las vacas, mientras que la actividad de las ovejas apenas cambió.

La gran mayoría de geólogos, por su parte, permanecen escépticos ante este tipo de estudios y consideran que es muy difícil que un animal detecte ondas sísmicas “que todavía no han llegado”, por muy desarrollado que tengan algún sentido. Además, consideran que a las imágenes de los pájaros en Turquía les falta información, y su comportamiento alterado podría deberse a cualquier causa no registrada por la cámara.

Sin embargo, muchas personas, apoyadas por el conocimiento popular, creen que los animales pueden predecir los terremotos, o al menos percibir antes que los humanos un sismo, debido a sus sentidos más refinados.

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