Los seres humanos están absolutamente inermes ante la posible colisión de un asteroide o un cometa, advirtió un miembro de la NASA durante un encuentro con científicos nucleares. En la presentación se debatió sobre cómo podrían los humanos protegerse de los peligros cósmicos.
«El mayor problema, básicamente, es que no hay mucho que podamos hacer al respecto», dijo Joseph Nuth, un investigador del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
En su discurso ante la reunión anual de la Unión de Geofísica Norteamericana, Nuth expresó que los asteroides y cometas grandes y potencialmente peligrosos son extremadamente raros en comparación con los pequeños objetos que ocasionalmente explotan en el cielo o golpean la superficie de la Tierra.
Los cometas suelen estar en lugares alejados de la Tierra, pero a veces se entrometen en su camino. Nuth aseveró que nuestro planeta tuvo un «encuentro cercano» con uno de estos en 1996, cuando un cometa anómalo voló finalmente hacia Júpiter. Un episodio similar se repitió de nuevo en 2014, cuando otro cometa pasó «a una distancia cósmica de Marte». Ese segundo astro solo fue detectado 22 meses antes de su acercamiento, es decir, no habría habido suficiente tiempo para lanzar una misión para desviarlo si se hubiera dirigido directamente hacia la Tierra. «Si nos fijamos en el cronograma de las naves espaciales de alta fiabilidad y sus lanzamientos, se necesitan cinco años para lanzar una. Y aquí tuvimos 22 meses de alerta total», agregó.
La NASA estableció recientemente una oficina de defensa planetaria. Paralelamente, Nuth ha recomendado que la Agencia Espacial estadounidense construya un cohete interceptor para tenerlo preparado, junto a una nave espacial observadora, en caso de emergencia.
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