Científicos han utilizado por primera vez una técnica que les permite observar la interacción entre el campo magnético y unas ondas solares que se producen sobre las manchas. Esto ayudará a entender mejor el viento solar o las potentes erupciones
Recientemente, científicos de la NASA han podido seguir por primera vez un tipo de ondas solares que salen de la superficie del Sol y que interaccionan de una forma muy misteriosa con la atmósfera justo encima de las manchas solares. Las conclusiones obtenidas, y publicadas recientemente en The Astrophysical Journal Letters, permiten reforzar lo que se sabe sobre el mecanismo que mueve la energía y el calor desde la superficie del Sol, la fotosfera, a la atmósfera superior, la corona. Esto podría ayudar a entender cómo se crea el viento solar (un flujo de partículas de alta energía que barren el espacio) o cómo y cuándo se producirán las erupciones solares.
«Vimos ciertos tipos de ondas seísmicas solares subiendo por la atmósfera inferior, llamada cromosfera, y adentrándose en la corona», dijo en un comunicadoJunwei Zhao, primer autor del estudio y científico de la Universidad de Standford, California (Estados Unidos). «Esta investigación nos da un nuevo punto de vista para mirar las ondas que contribuyen a darle energía a la atmósfera del Sol».
Durante mucho tiempo los astrofísicos han sospechado que las ondas que se observan en la superficie del Sol, la fotosfera, están unidas a lo que ven en la capa más baja de la atmósfera solar, la llamada cromosfera. Y, efectivamente, este nuevo análisis les ha permitido ver cómo se comunican ambas capas a través de unas ondas solares.
Y todo gracias a una nueva técnica que se ha basado en los datos obtenidos con la nave «Solar Dynamics Observatory» (SDO), operado por la NASA, y varios observatorios terrestres. Esta metodología, que podrá ser usada ahora en otros estudios, le permitió a los científicos observar el Sol en 16 longitudes de onda distintas de luz.
Esto es muy importante porque cada longitud de onda está relacionada con un tipo de material y, sobre todo, con una temperatura. Sabiendo esto, y superponiendo los datos de las 16 longitudes de onda distintas, se puede dibujar un mapa más realista de estas ondas solares que comunican la superficie del Sol con su atmósfera.
Manchas solares
«Ver cómo salen las ondas nos dice mucho sobre las propiedades de la atmósfera encima de las manchas solares, como por ejemplo a qué temperatura, presión o densidad está esta cada capa», ha explicado Ruizhu Chen, un investigador de Stanford también implicado en el estudio. «Y lo que es más importante, gracias a eso podemos saber cuál es la fuerza y la dirección del campo magnético presente ahí».
Las manchas solares son fenómenos que aparecen en la fotosfera y que se caracterizan por la aparición de puntos más oscuros y fríos que los alrededores, causados por la aparición de campos magnéticos que alteran los fenómenos de convección del Sol. Normalmente aparecen en pares, y su número depende del ciclo solar de 11 años. Además, al menos según varias investigaciones, su número influye en el clima de la Tierra. De ahí, entre otras cosas, la importancia de entenderlas.
En este sentido, Pesnell ha dicho que «el campo magnético actúa como los raíles de una vía de tren, guiando las ondas solares a medida que suben hacia la atmósfera».
Además de esto, esta investigación podría ayudar a entender otra de las cosas que aún no se conoce del Sol: por qué la corona, la atmósfera superior, está tan caliente (100 veces más que la capa anterior), cuando los modelos predicen que las capas más calientes deberían ser las más interiores.
Nadie ha podido decir por qué ocurre, pero estas ondas solares analizadas en este estudio podrían tener un pequeño papel, tal como han apuntado los científicos.
El estudio ha sido publicado en The Astrophysical Journal Letters
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