Fukushima Daiichi, operador de la central nuclear en Japón devastada por un tsunami, ha comunicado que empezó a verter agua radiactiva al océano Pacífico.

En un vídeo en directo desde una sala de control de la central, Tokyo Electric Power Company Holdings mostró el jueves a un miembro del personal encendiendo una bomba de agua de mar, marcando el inicio del controvertido proyecto que se espera dure décadas.

“Bomba de agua de mar A activada”, dijo el operador principal, confirmando que la liberación estaba en marcha.

Los grupos de pescadores japoneses se han opuesto al plan por temor a dañar aún más la reputación de su marisco.

Grupos de China y Corea del Sur también han expresado su preocupación, convirtiéndolo en un asunto político y diplomático.

Pero el gobierno japonés y TEPCO afirman que el agua debe verterse para dejar espacio al desmantelamiento de la central y evitar fugas accidentales.

Afirman que el tratamiento y la dilución harán que las aguas residuales sean más seguras que las normas internacionales y que su impacto medioambiental será insignificante.

Sin embargo, algunos científicos afirman que hay que prestar atención al impacto a largo plazo de las bajas dosis de radiactividad que permanecen en el agua.

Esta vista aérea muestra los tanques que contienen aguas residuales radiactivas tratadas en la central nuclear de Fukushima Daiichi. Crédito de imagen: AP

El vertido de agua se produce más de 12 años después de las fusiones nucleares de marzo de 2011, provocadas por un gran terremoto y un tsunami.

Marca un hito en la lucha de la central contra una creciente acumulación de agua radiactiva que, según TEPCO y el Gobierno, ha dificultado la ingente tarea de retirar los restos fundidos fatalmente tóxicos de los reactores.

Agua radiactiva es vertida al océano por medio de un túnel submarino

La bomba activada el jueves por la tarde enviaría el primer lote de agua diluida y tratada desde una piscina de mezcla a una piscina secundaria, donde el agua se vierte al océano a través de un túnel submarino.

El agua se recoge y se recicla en parte como agua de refrigeración tras el tratamiento, y el resto se almacena en unos 1.000 tanques, que ya están llenos al 98% de su capacidad de 1.37 millones de toneladas.

Estos depósitos, que cubren gran parte del complejo de la central, deben liberarse para construir las nuevas instalaciones necesarias para el proceso de desmantelamiento, según las autoridades.

El primer ministro Fumio Kishida afirmó que es indispensable e inaplazable.

La gente protesta en una playa hacia la central nuclear de Fukushima Daiichi. Crédito de imagen: AP

Señaló que a finales de este año está prevista la retirada experimental de una pequeña cantidad de escombros fundidos del reactor nº 2 mediante un brazo robótico gigante teledirigido.

Junichi Matsumoto, directivo de TEPCO, dijo que el vertido del jueves comenzaría con el agua menos radiactiva para garantizar la seguridad.

Los preparativos finales para el vertido comenzaron el martes, cuando se envió sólo una tonelada de agua tratada desde un tanque para diluirla con 1.200 toneladas de agua de mar, y la mezcla se mantuvo en la piscina primaria durante dos días para el muestreo final para garantizar la seguridad, dijo Matsumoto.

El jueves se iba a enviar un lote de 460 toneladas a la piscina de mezcla para el vertido propiamente dicho.

Pero la pesca, el turismo y la economía de Fukushima, que aún se están recuperando de la catástrofe, temen que el vertido sea el comienzo de una nueva penuria.

Las capturas actuales de Fukushima son sólo una quinta parte de las que había antes de la catástrofe, en parte debido al descenso de la población pesquera.

China ha reforzado las pruebas de radiación en los productos japoneses de Fukushima y otras nueve prefecturas, deteniendo las exportaciones en las aduanas durante semanas, dijeron funcionarios de la Agencia de Pesca.

TEPCO planea liberar 31.200 toneladas de agua tratada para finales de marzo de 2024, lo que vaciaría sólo 10 tanques debido a la producción contaminada de aguas residuales en la planta, aunque el ritmo se acelerará más adelante.

El mundo ahora teme una tragedia ambiental debido al agua radiactiva vertida al océano.

[H/T: 1news]

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