El equipo de astrónomos que quería seguir estudiando la estrella más extraña jamás observada podrá seguir haciéndolo, y gracias a una campaña de “crowfunding”, en la que cualquiera puede hacer una pequeña aportación económica, han conseguido los fondos suficientes para investigar, durante un año entero, si realmente nos encontramos ante el descubrimiento de una gran estructura extraterrestre alrededor de la estrella KIC 8462852.
El equipo ha conseguido reunir más de 100.000 dólares en menos de un mes para poder financiar su investigación, y esperan que un año sea tiempo suficiente para llegar a una conclusión definitiva sobre la causa de las inexplicables alteraciones en el brillo de esta estrella, que se encuentra a 1.480 años luz de distancia de la Tierra.
La historia comenzó en 2015, cuando la astrónoma de la Universidad de Yale Tabetha Boyajian empezó a dirigir a un grupo ciudadano de científicos llamado “Planet Hunters” o “Cazadores de planetas”, con el objetivo de examinar los datos recolectados por la sonda Kepler, en busca de señales de exoplanetas que hubieran sido ignorados por las computadoras. Kepler está diseñada específicamente para buscar mundos fuera del Sistema Solar con el método del tránsito, que consiste en medir la ligera variación de la luminosidad de una estrella cuando un planeta pasa por delante de ella, oscureciendo ligeramente su brillo.
La estrella KIC 8462852 no era mas que una de las 150.000 estrellas observadas sistemáticamente por la sonda, y una de las que Kepler marcó como “interesante” y posible candidata a albergar planetas, ya que sus instrumentos captaron cambios en sus patrones de luminosidad.
Pero durante el análisis de esos datos surgió la sorpresa. Normalmente, cuando Kepler localiza un posible planeta a través del citado método del tránsito, la estrella anfitriona disminuye durante unas horas su luminosidad en cerca de un 1% y a intervalos regulares, cada vez que el planeta descubierto pasa por delante de ella. Pero esta vez el brillo de la estrella cayó hasta un 22%. Y el oscurecimiento se prolongó durante cerca de 80 días.
De inmediato, los investigadores empezaron a especular sobre el origen de ese comportamiento, jamás observado en ninguna otra estrella conocida. Ningún planeta puede “tapar” más del veinte por ciento del brillo de una estrella, así que tenia que ser otra cosa la que estaba pasando por delante de KIC 8462852. Algo mucho mayor que un planeta. Además, los pequeños oscurecimientos provocados por un tránsito planetario se producen de forma regular, una vez por órbita, y no, como en este caso, siguiendo un patrón aparentemente aleatorio.
Entre todas las ideas manejadas por los científicos, la más probable, o la menos mala, fue que estábamos ante el paso de un gran enjambre de decenas de miles de cometas, lo que podría encajar tanto con el oscurecimiento detectado como con la irregularidad en el patrón de las señales. Pero también existía otra inquietante posibilidad: que nos hubiéramos topado, por pura casualidad, con una gigantesca estructura alienígena, una “esfera de Dyson” construida expresamente alrededor de la estrella por una civilización extraterrestre para extraer su energía. Y aunque no existe aún ninguna prueba de que ese sea el caso, lo cierto es que se trata de una idea interesante y que merece ser tenida en cuenta. Por lo menos de la misma forma que la hipótesis del enjambre cometario, que tampoco ha sido demostrada.
«Los alienígenas son siempre la última hipótesis que consideramos – afirma el astrónomo Jason Wright, de la Penn State University – pero una esfera de Dyson es algo que cabría esperar que una civilización avanzada quisiera construir». Lo cierto es que, desde el descubrimiento, nadie ha sido capaz aún de ofrecer una explicación definitiva y a prueba de críticas para el extraño comportamiento de KIC 8462852. Lo único que sabemos es que nunca hasta ahora se había observado una estrella con un comportamiento parecido.
Y lo peor es que los investigadores ya no pueden seguir usando el telescopio espacial Kepler, que ahora tiene asignada otra misión y que no puede dedicar más tiempo al estudio de KIC 8462852. Por eso, los astrónomos decidieron poner en marcha una campaña de “crowfunding” en Kickstarter. Y ahora han conseguido los fondos necesarios para un año entero de investigación.Esperan que ese tiempo sea suficiente para aclarar el misterio.
«Nuestra petición – explicaba el equipo – cubrirá todos los gastos de un año de observación intensiva de la estrella. Eso incluye un total de dos horas por noche dedicadas exclusivamente a observarla». La nueva campaña de observación se llevará a cabo usando la Red Global de Telescopios del observatorio de Las Cumbres (LCOGT), una serie de telescopios privados que pueden observar a un único objeto durante largos periodos de tiempo.
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