Un grupo de arqueólogos han descubierto en Dimanarca unos antiguos restos óseos quemados con el objetivo de «liberar al alma del cuerpo por completo», una creencia ya presente en el Neolítico, según los expertos.
Arqueólogos daneses han hallado un pozo con huesos quemados en su interior correspondiente al período neolítico en la localidad danesa de Aars (península de Jutlandia). Un descubrimiento que inquieta a la comunidad científica.
La construcción de piedra, de 170 centímetros de profundidad, está rodeada de 7 postes hundidos profundamente en el suelo: se estima que en dos de ellos se apoyaba un techo que cubría a la excavación. Dentro del pozo se han encontrado fragmentos de hueso quemado.
«Creemos que son restos de huesos humanos que se han quebrado al ser quemados. Quizás esto se realizaba para liberar al alma del cuerpo por completo», explica Bjarne Nielsen, líder del equipo de investigaciones y funcionaria del museo de Vesthimmerland.
«Nunca utilizo el adjetivo ‘sensacional’, pero debo admitir que esto es lo que más se acerca a él: jamás vimos algo semejante», admite Nielsen.
Actualmente se está realizando un estudio de ADN a una muestra tomada del pozo y los restos óseos. La punta de una flecha y un trozo de una daga hallados permiten atribuir el pozo al período neolítico (Edad de Piedra), según informa el diario danés The Copenhagen Post.
La comunidad investigadora está desconcertada: obras similares al pozo han sido encontradas también en el Reino Unido, pero solo allí. Ello puede confirmar que hubo una enigmática conexión entre el estrecho danés de Limfjord y Gran Bretaña hace unos 4.000 años.
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