Investigadores han descubierto recientemente que un pez que vive en la costa este de los Estados Unidos ha evolucionado para ser 8.000 veces más resistente a los desechos tóxicos que los peces normales.
El pequeño «mud minnow» a rayas, o killifish, es conocido por vivir en estuarios muy contaminados como la bahía Newark de New Jersey y el río Elizabeth de Virginia. Y los científicos han demostrado que sobrevive gracias a una mutación extrema que les permite soportar residuos tóxicos.
El killifish es uno de los favoritos entre los propietarios de acuarios por su pequeño tamaño y hermosos colores. También es un favorito para los ecologistas como especie indicadora, actuando como un canario acuático en entornos contaminados.
«Usted puede ver killifish que son extremadamente tolerantes en sitios que poseen algunos contaminantes químicos muy desagradables», dijo el toxicólogo ambiental Andrew Whitehead de la Universidad de California, a National Geographic.
La mezcla de dioxinas, bifenilos policlorados (PCB), y metales pesados en estos sitios se encontraban hasta en 8.000 veces más que el nivel que podría soportar otro pez. Y ahora los investigadores han encontrado que los genes de estos peces cuentan una historia muy diferente.
Whitehead y su equipo recolectaron un poco menos de 400 killifish en diversos sitios fuertemente contaminados a lo largo de la costa este y secuenciaron sus genomas. En un caso digno de aparecer en un libro de texto de evolución convergente, descubrieron que mutaciones similares habían aparecido independientemente en los mismos genes dentro de cada población.
Esas mutaciones desactivaron las vías moleculares que causaban daño en las células afectadas por las toxinas. Es más, parecer ser que los killifish se adaptan mejor a las aguas contaminadas, dado que tienen poca ventaja en ambientes más limpios.
El ver cómo la vida marina se adapta a nuestro desperdicio letal parece ser un soplo de aire fresco, pero no todo es una buena noticia.
«Desafortunadamente, la mayoría de las especies que nos preocupa preservar probablemente no podrán adaptarse a estos rápidos cambios porque no tienen los altos niveles de variación genética que les permiten evolucionar rápidamente», explicó Whitehead.
La ventaja del killifish es la diversidad de sus genes, permitiéndoles sobrevivir al azar de las mutaciones durante el tiempo suficiente hasta que aparezca una combinación ganadora.
O como dijo Whitehead a National Geographic: «Es muy importante cuando el ambiente cambia abruptamente para tener las cartas necesarias en la mano».
Para las especies altamente especializadas, las malas mutaciones tienden a tener un mayor impacto en su supervivencia.
Sin embargo, estas mutaciones tienen un costo. Al adaptarse a sus hogares tóxicos, cada población se ha reducido en diversidad y se ha vuelto más especializada. Los cambios futuros a otro tipo de ambientes podrían significar la extinción para los rudos killifish.
Si bien es una clara victoria para el killifish, puede que no sea tan bonito para sus depredadores. El pequeño pescado es comida para peces y pájaros más grandes – no se sabe qué efecto tendrá la concentración de metales pesados y PCBs en el resto de la red alimentaria. Incluyendo a nosotros, los depredadores en la parte superior.
La investigación ha sido publicada en Science.
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