Un nuevo estudio apunta a que nuestra estrella nació junto con un gemelo que orbitaba alrededor del mismo punto.
Los resultados de un reciente estudio realizado por astrofísicos de las universidades de Harvard y Berkeley publicado en el portal especializado arxiv.org sugieren que en el momento de su nacimiento, el Sol podría haber tenido un «gemelo» llamado Némesis.
Se trata de un fenómeno llamado sistema binario, que es bastante habitual en el universo, cuando dos estrellas cercanas orbitan alrededor de un centro de masa común. En su investigación, los científicos suponen que el nacimiento de la mayoría de las estrellas va acompañado de la creación de un sistema binario, lo que puede significar que nuestro astro rey tuvo un gemelo.
Gemelo «malvado»
Los investigadores recuperaron la hipótesis de Némesis (bautizado así en honor a la diosa de la venganza), propuesta por el físico R. A. Muller en 1984. Según el científico, Némesis podría haberse convertido en una enana marrón que aún no habría sido descubierta.
Este gemelo del Sol, además, fue denominado como «malvado» debido a una teoría que sugiere que fue de Némesis desde donde llegó el asteroide que provocó la desaparición de los dinosaurios al impactar en la Tierra.
Sistemas binarios
La investigación llegó a esta conclusión en base a la observación de las estrellas de reciente formación de la constelación de Perseo y a un modelo matemático que solo podía explicar estas observaciones en caso de que todas las estrellas similares a nuestro Sol hubieran nacido con un gemelo.
Tras estudiar diferentes modelos estadísticos, «el único modelo que podía reproducir los datos era uno en el que todas las estrellas se formaron como binarias extensas», señala Steven Stahler, coautor de la investigación.
«Extensa», en esta investigación, hace referencia a una distancia de más de 500 unidades astronómicas (UA) -cada unidad equivale a 150 millones de kilómetros, la distancia media que separa a la Tierra del Sol-. Esto supone una distancia 17 mayor a la existente entre nuestra estrella y Neptuno, el planeta más lejano del Sistema Solar.
¿Ha existido?
Esta puede ser la razón de que Némesis nunca haya sido encontrada. De haber existido, habría escapado hace millones de años de la atracción gravitatoria del Sol y se habría mezclado con otras estrellas existentes en nuestra Vía Láctea.
«Decimos que sí, que probablemente existió una Némesis hace mucho tiempo», comenta Stahler.
Sin embargo, los autores aclaran que los resultados obtenidos durante su estudio deben ser verificados mediante las futuras investigaciones de otras constelaciones.
El estudio ha sido publicado en arXiv.
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