La gira de la nave espacial de la NASA a Saturno y sus lunas está cerca de culminar, sin embargo se volverá mucho más interesante.
En menos de 10 meses, la nave espacial Cassini de la NASA se sumergirá en Saturno, poniendo fin a un viaje de 20 años alrededor de esta belleza anillada y su séquito de lunas. Pero antes de que le digamos adiós, los científicos planean algunos regalos de despedida.
Esta semana, Cassini hizo su penúltima oscilación más allá de Titán, la mayor de las 62 lunas de Saturno, por lo que su órbita podría verse alterada, siendo más perpendicular al ecuador y a los anillos de Saturno.
Se cree que el «nuevo camino» llevará a Cassini a través del borde del anillo exterior, dándole a los científicos oportunidades sin precedentes para analizar las partículas del anillo, percibir los gases circundantes, hacer estallar los anillos con ondas de radio, y por supuesto, sacar unas estupendas imágenes.
El primer paso por el anillo F ocurrirá el domingo.
Para su acto de cierre, Cassini se lanzará sobre Titán y se acercará demasiado al planeta para que pueda así lanzarse entre Saturno y el anillo interior.
El viaje terminará el 15 de septiembre de 2017, cuando Cassini se sumergerá en la espesa atmósfera de Saturno para evitar un escenario poco probable, pero no imposible: contaminar cualesquiera de lunas potencialmente habitables con los tenaces microbios de la Tierra que podrían haber sobrevivido durante 20 años en el ambiente radioactivo del espacio.
La NASA planea terminar la misión antes de que Cassini se quede sin combustible en sus propulsores de dirección. Durante los próximos 9,5 meses le esperan a Cassini un mundo de aventuras, y nosotros de hecho, seremos los más beneficiados.
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