A pesar de que Cassini tuvo su Grand Finale en Saturno, y con ello llegó a su fin una era de observación del planeta gigante de los anillos, nos dejó mucho e importante conocimiento. Mientras pasaba entre Saturno y sus anillos, alistándose para su zambullida final, la nave espacial logró captar algo totalmente inesperado.
Los astrónomos han anunciado que cuando Cassini atravesó la ionosfera de Saturno, a altitudes entre 2.600 y 4.000 kilómetros (1.615 y 2.485 millas), encontró algo curioso: las sombras proyectadas por los anillos bloquean la radiación ultravioleta del Sol, reduciendo la ionización en esas regiones.
Efectivamente, los anillos cambian significativamente la atmósfera del gigante gaseoso de una manera que no conocíamos antes.
Esto nos muestra que los anillos de Saturno son más que algo estéstico, tienen una función importante. En la década de 1980, los científicos de la NASA teorizaron que las bandas en Saturno podrían haber sido causadas por la lluvia de partículas de agua cargadas de los anillos del planeta, y en 2013, anunciaron que habían encontrado evidencia de ello.
Sin embargo, los datos de Cassini revelan un efecto diferente – una clara diferencia en la ionosfera fría y densa del planeta – una capa en la atmósfera superior del planeta entre 300 y 5000 kilómetros (186 y 3.107 millas) de altitud, ionizada por radiación ultravioleta.
Por supuesto, Saturno en realidad no tiene una superficie sólida, pero con fines de investigación la marca de altitud cero se ha establecido en el punto de una barra de presión, alrededor de la presión al nivel del mar aquí en la Tierra. Eso es 60,268 kilómetros (37,449 millas) del centro del planeta.
Investigadores del Instituto Sueco de Física del Espacio y de la NASA Goddard descubrieron que hay menos ionización y una notable disminución del plasma en los lugares donde caen las sombras de los anillos.
Concluyeron que el anillo B y la mayor parte del anillo A deben ser opacos a la radiación ultravioleta extrema. Mientras tanto, no se observó el efecto de los anillos C y D, que por lo tanto deben permitir el paso de la radiación ultravioleta.
Los científicos también descubrieron que la ionosfera era mucho más variada de lo que esperaban, con la densidad de electrones a veces cambiando drásticamente entre una órbita y la siguiente. Esta variación no puede ser explicada solo por las sombras.
El equipo sugiere que la variación podría ser causada por la «lluvia de anillos», aunque el fenómeno nunca se haya observado realmente. Otra posibilidad es que los fuertes vientos longitudinales estén teniendo un efecto sobre la densidad de electrones.
Cassini realizó su primera misión final entre Saturno y sus anillos el 26 de abril de 2017. Realizó 22 órbitas en total antes de sumergirse en las misteriosas profundidades del planeta. El equipo de investigación solo ha estudiado la mitad de estas órbitas y no ha utilizado los datos de la inmersión final.
Esta es solo una pequeña porción de la información que Cassini todavía no ha revelado.
La investigación ha sido publicada en la revista Science.
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