El Avión del “Juicio Final” o Doomsday de EE. UU. ha sido visto volando sobre Nebraska. EE. UU. en medio de las crecientes tensiones con Rusia que se registran en estos momentos.
En el apogeo de la Guerra Fría, cuando los intercambios nucleares parecían un escenario plausible, tanto EE. UU. como la Unión Soviética encargaron aviones Doomsday. Están diseñados para funcionar como salas de guerra voladoras, desde las cuales los líderes de las superpotencias podrían emitir órdenes en caso de que se produzca un conflicto nuclear.
Los aviones son teóricamente capaces de sobrevivir a un ataque nuclear, además de los efectos del pulso electromagnético, mientras mantienen a los líderes en contacto con otros líderes mundiales a través de comunicaciones por satélite.
El National Airborne Operations Center de EE. UU., visto el lunes según lo informado por iNews, era un avión Boeing E-4B convertido con nombre en código Nightwatch, que cuenta con una variedad de características defensivas.
La Fueza Aérea de EE. UU. escribe en su sitio web:
“El E-4B está protegido contra los efectos del pulso electromagnético y tiene un sistema eléctrico diseñado para admitir dispositivos electrónicos avanzados y una amplia variedad de equipos de comunicaciones. Un sistema avanzado de comunicaciones por satélite proporciona comunicación mundial para los líderes senior a través del centro de operaciones aerotransportado. Otras mejoras incluyen protección contra efectos térmicos y nucleares, control acústico, una instalación de control técnico mejorada y un sistema de aire acondicionado mejorado para enfriar componentes eléctricos”.
Avión del Fin del Mundo. (Wikimedia Commons / Danbirchall)
Los aviones pueden reabastecerse de combustible en el aire, y solo necesitan descender para lubricar el motor una vez por semana.
Durante el vuelo de prueba del lunes, el avión voló durante 4.,5 horas en una ruta a Chicago. El gobierno de EE. UU. no respondió a iNews sobre si el ejercicio de entrenamiento fue una respuesta al anuncio de Rusia el domingo de que las fuerzas nucleares habían sido puestas en un “modo especial de servicio de combate”.
Como era de esperar con los aviones ultrasecretos que sobrevivieron a las bombas nucleares, EE. UU. es bastante discreto sobre los aviones y sus movimientos. No hay indicios de que el presidente Biden estuviera en el avión el lunes, que estaba acompañado por dos aviones Cobra Ball.
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