Las llanuras congeladas de la tundra del norte de Siberia han sido escenario de hechos extraños en el último par de años – los científicos han descubierto agujeros gigantes que aparecen aparentemente de la nada, y una sima gigante abierta que los locales llaman «la puerta de entrada al mundo subterráneo».
Sin embargo, ahora los medios de comunicación local han informado de que la tierra, literalmente, ha comenzado ha burbujear bajo los pies de las personas en la remota isla Belyy de Siberia.
Un video que acaba de ser publicado por Siberian Times muestra a un investigador pisar lo que parece ser un parche normal de hierba – hasta que este empieza a tambalearse extrañamente como gelatina. Puedes verlo a continuación:
Según el Siberian Times, hasta el momento se han descubierto 15 parches en el terreno de la la isla, con un promedio de 1 metro de diámetro.
Los investigadores del medio ambiente Alexander Sokolov y Dorothee Ehrich detectaron por primera vez las burbujas el año pasado. Ellos han estado trabajando en la isla en el mar de Kara durante años, ya que es un lugar popular para monitorear el cambio climático gracias a su gran población de osos polares.
Pero tropezaron con las burbujas similares a ampollas por pura casualidad, y se sorprendieron al encontrarlas allí de nuevo este año.
En su última expedición, han despojado la hierba y la suciedad de una de estas burbujas y grabaron el aire que se escapa, que muestra que contiene alrededor de 200 veces más metano que el aire normal, y 20 veces más dióxido de carbono.
Entonces, ¿qué está pasando aquí? Sin duda hay muchas más investigación por realizar, pero una hipótesis es que la reciente ola de calor en Europa causó que el permafrost de la tundra se descongele, liberando gas metano justo debajo de la superficie.
«Es probable que esos 10 días de calor extraordinario podrían haber generado algunos mecanismos, y podrían haber descongelado el permafrost y liberado una gran cantidad de gases», dijo Sokolov a Siberian Times.
Lo más preocupante es que todo este metano recién liberado en realidad agravará el calentamiento global aún más, con un estudio que estima que para el año 2100, hasta 205 millones de toneladas de emisiones de carbono serán liberados por el permafrost si el cambio climático continúa intensificándose, como Sarah Emerson informa para Motherboard.
Ahora, el equipo continuará estudiando la tundra hasta el 15 de agosto para tratar de conseguir algo más de información sobre lo que está pasando.
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