Un controvertido y extraño experimento fue realizado años atrás. El objetivo era estudiar un posible “fin del mundo” y el caos que todo este proceso se desencadenaría en la sociedad. Se le llamó “Universo 25”.
Fue uno de los experimentos más terroríficos en la historia de la ciencia, que, a través del comportamiento de una colonia de ratones, es un intento de los científicos de explicar las sociedades humanas. La idea del “Universo 25” vino del científico estadounidense John Calhoun, quien llevó a cabo experimentos en ratas de Noruega, entre 1954 y 1972.
Un “mundo ideal”
Calhoun creó un “mundo ideal” en el que cientos de ratones vivirían y se reproducirían.
Más específicamente, Calhoun construyó el llamado “Paraíso de los ratones”, un espacio especialmente diseñado donde los roedores tenían abundancia de comida y agua, así como un gran espacio habitable.
Al principio, colocó cuatro parejas de ratones que en poco tiempo comenzaron a reproducirse, lo que provocó que su población creciera rápidamente. Sin embargo, después de 315 días su reproducción comenzó a disminuir significativamente.
Inicial el colapso
Cuando el número de roedores llegó a 600, se formó una jerarquía entre ellos y luego aparecieron los llamados “miserables”. Los roedores más grandes comenzaron a atacar al grupo, con el resultado de que muchos machos comenzaran a “colapsar” psicológicamente. Como resultado, las hembras se protegieron y, a su vez, se volvieron agresivas con sus crías.
Con el paso del tiempo, las hembras mostraron comportamientos cada vez más agresivos, elementos de aislamiento y falta de ánimo reproductivo. Hubo una baja tasa de natalidad y, al mismo tiempo, un aumento de la mortalidad en roedores más jóvenes. Entonces, apareció una nueva clase de roedores machos, los llamados “ratones hermosos”. Se negaron a aparearse con las hembras o “luchar” por su espacio. Todo lo que les importaba era comer y dormir.
En un momento, los “machos hermosos” y las “hembras aisladas” constituían la mayoría de la población. Con el paso del tiempo, la mortalidad juvenil alcanzó el 100% y la reproducción llegó a cero. Dos años después del inicio del experimento, nació el último bebé de la colonia.
Para 1973, había muerto al último ratón del Universo 25.
John Calhoun repitió el mismo experimento 25 veces más, y cada vez el resultado fue el mismo. El trabajo científico de Calhoun se ha utilizado como modelo para interpretar el colapso social, y su investigación sirve como punto focal para el estudio de la sociología urbana.
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