En las más oscuras profundidades del Mar Rojo se oculta algo totalmente inesperado y que podría arrojar nuevos datos sobre los orígenes de la vida misma.

Un nuevo estudio encuentra que unos raros charcos de salmuera de aguas profundas descubiertos en el Mar Rojo pueden contener pistas sobre trastornos ambientales en la región que abarcan milenios, e incluso podrían arrojar luz sobre los orígenes de la vida en la Tierra.

Piscinas de la muerte

Las piscinas de salmuera de aguas profundas son lagos extraordinariamente salados o “hipersales” que se forman en el fondo marino. Se encuentran entre los entornos más extremos de la Tierra; sin embargo, a pesar de su química exótica y su total falta de oxígeno, estas raras piscinas están repletas de vida y pueden ofrecer información sobre cómo comenzó la vida en la Tierra y cómo la vida podría evolucionar y prosperar en mundos ricos en agua. aparte del nuestro.

Sam Purkis, profesor y presidente del Departamento de Geociencias Marinas de la University of Miami, dijo en un comunicado:

“Nuestro conocimiento actual es que la vida se originó en la Tierra en las profundidades del mar, casi con certeza en condiciones anóxicas, sin oxígeno. Las piscinas de salmuera de aguas profundas son un gran análogo de la Tierra primitiva y, a pesar de estar desprovistas de oxígeno y ser hipersalinas, están repletas de una rica comunidad de los llamados microbios ‘extremófilos‘. Por lo tanto, el estudio de esta comunidad permite vislumbrar el tipo de condiciones donde la vida apareció por primera vez en nuestro planeta, y podría guiar la búsqueda de vida en otros ‘mundos acuáticos’ en nuestro sistema solar y más allá”.

Purkis añadió que estas reservas también podrían dar lugar a descubrimientos microbianos que podrían contribuir al desarrollo de nuevos medicamentos.

Una piscina de la muerte en el fondo del Mar Rojo, vista durante una expedición en 2020. Crédito de imagen: OceanX

Purkis explica:

“Ya se han aislado moléculas con propiedades antibacterianas y anticancerígenas a partir de microbios de las profundidades marinas que viven en piscinas de salmuera”.

Los científicos sólo conocen unas pocas docenas de pozas de salmuera de aguas profundas en todo el mundo, cuyo tamaño oscila entre unos pocos miles de metros cuadrados y 2.6 kilómetros cuadrados. Sólo se conocen tres masas de agua que alberguen piscinas de salmuera: el Golfo de México, el Mar Mediterráneo y el Mar Rojo.

El Mar Rojo posee el mayor número conocido de piscinas de salmuera de aguas profundas. Se cree que surgen de la disolución de bolsas de minerales depositados durante el Mioceno (hace entre 23 y 5,3 millones de años), cuando el nivel del mar en la región era más bajo que en la actualidad.

Hasta ahora, todas las piscinas de salmuera de aguas profundas conocidas en el Mar Rojo se encontraban al menos a 25 km de la costa. Ahora, los científicos han descubierto las primeras piscinas de este tipo en el Golfo de Aqaba, una bolsa septentrional del Mar Rojo, donde los lagos salados sumergidos se encuentran a sólo 2 km de la costa.

Los investigadores descubrieron las piscinas durante una expedición en 2020 a bordo del buque de investigación OceanXplorer de la organización de exploración marina OceanX. La expedición investigó la costa del Mar Rojo de Arabia Saudí, “una zona que hasta ahora ha recibido poca atención”, dijo Purkis.

Camarones fotografiados acechando alrededor de la piscina de salmuera durante la expedición. Crédito de imagen: OceanX

Lo que pasa en una piscina de salmuera, se queda en una piscina de salmuera

La salmuera carece de oxígeno, por lo que mantiene alejados a los animales que suelen vivir en el fondo marino, como camarones, gusanos y moluscos.

Purkis explica:

“Normalmente, estos animales bioturban o revuelven el lecho marino, alterando los sedimentos que allí se acumulan. No ocurre lo mismo con las pozas de salmuera. Aquí, las capas sedimentarias que se depositan en el lecho de la piscina de salmuera permanecen exquisitamente intactas”.

Las muestras que los investigadores extrajeron de las piscinas de salmuera recién descubiertas “representan un registro ininterrumpido de las precipitaciones pasadas en la región, que se remonta a más de 1.000 años, además de registros de terremotos y tsunamis”, dijo Purkis. Sus hallazgos sugieren que, en los últimos 1.000 años, las grandes inundaciones provocadas por lluvias graves “se producen aproximadamente una vez cada 25 años, y los tsunamis [tienen lugar] aproximadamente una vez cada 100 años”.

Estas conclusiones sobre el riesgo de tsunamis y otras catástrofes pueden tener “lecciones muy importantes para los enormes proyectos de infraestructuras que se están construyendo actualmente en la costa del golfo de Aqaba”, afirmó Purkis. “Mientras que la costa del golfo de Aqaba ha estado tradicionalmente poco poblada, ahora se está urbanizando a un ritmo asombroso”.

En el futuro, “nos proponemos trabajar con los demás países ribereños del golfo de Aqaba para ampliar la evaluación del riesgo de terremotos y tsunamis”, dijo Purkis. Además, “esperamos volver a las piscinas de salmuera con equipos de extracción de núcleos más sofisticados para intentar ampliar nuestra reconstrucción más allá de los 1.000 años, más profundamente en la antigüedad”.

Los hallazgos científicos han sido publicados en la revista Communications Earth and Environment.

Fuente: livesci

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