Una sorpresa enorme se han llevado algunos investigadores al encontrar una tortuga gigante que se creía “totalmente extinta”, pero repentinamente fue hallada en una isla.
La tortuga gigante de Fernandina (Chelonoidis phantasticus) era —o ahora vuelve a ser— originaria de la homónima Fernandina, una isla volcánica activa ubicada en el oeste de Galápagos. También conocida caprichosamente como “tortuga gigante fantástica”, se creía que la especie se había extinguido durante más de un siglo, una pérdida que los científicos atribuyeron a siglos de erupciones volcánicas.
Pero en 2017, los guardaparques nacionales de Galápagos encontraron una sorprendente señal de esperanza para la especie: rastros del estiércol del reptil. Fernanda, la tortuga, fue descubierta dos años después por un equipo de investigadores de la Giant Tortoise Restoration Initiative (GTRI). de Galápagos Conservancy.
Si bien el descubrimiento fue intrigante, los investigadores no podían estar totalmente seguros de que Fern, como la llamaban cariñosamente, fuera el reptil de movimiento lento y tranquilo que habían soñado encontrar. La última tortuga gigante de Fernandina conocida, un solo macho, fue recolectada en la isla en 1906. Fernanda era significativamente más pequeña que este espécimen y carecía de su distintivo caparazón en forma de “alforja” . Entonces, para autenticar su linaje, los investigadores recurrieron a la genética.
Ícono de conservación
El ADN de cada tortuga, una muestra de la sangre de Fernanda y un trozo del hueso del macho sin nombre, se envió a la Universidad de Princeton, que los científicos pudieron secuenciar genéticamente y comparar. Los hallazgos, recién publicados en la revista Communications Biology, verificaron que nuestra heroína herpetológica es, de hecho, una tortuga gigante Fernandina.
Stephen Gaughran, investigador de la Universidad de Princeton y coautor del artículo. le dijo a New Scientist:
“Simultáneamente pudimos mostrar la conexión entre Fernanda y la otra tortuga Fernandina, y también la distinción de esas dos tortugas de especies que vemos en otras islas. Me sorprendió, y luego, una vez que me di cuenta, estaba realmente emocionado”.
Según New Scientist, Gaughran tiene la esperanza de que haya más tortugas gigantes fantásticas en la isla. Fernandina es un terreno difícil de explorar, pero si los científicos pueden localizar a un macho, hay esperanza para la especie: es probable que Fern tenga alrededor de 50 años y los científicos creen que vivirá hasta los 200. En años humanos, esta leyenda sólo tiene 20 años.
El descubrimiento es alentador en un momento en que toda la vida marina, y toda la vida silvestre en todas partes, en realidad, está sufriendo las devastadoras consecuencias del desarrollo humano descontrolado. Fernanda es un símbolo de esperanza para los esfuerzos de conservación en todo el mundo, que ahora se necesitan más que nunca.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Communications Biology.
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