Los árboles también tienen una forma de comunicarse. ¿Habías escuchado sobre esta idea? David George Haskell es un científico muy observador, y afirma algo que seguro te sorprenderá.
Luego de pasar mucho tiempo examinado parte de un bosque, llegó a una interesante conclusión. Él cree que si prestamos atención a la naturaleza, podremos lograr escuchar lo que esta nos transmite.
Los inicios de esta idea
La persona que promueve esta idea, pasó un año pacientemente observando un metro cuadrado de un bosque en Tennessee. A la par de esto, estuvo tomando apuntes para desarrollar su primer libro, “en un metro de bosque“.
Partiendo del éxito con su primer libro, decidió comenzar otra investigación valiéndose de su talento de análisis. De esta manera, pudo escribir su nuevo libro, “las canciones de los árboles”. En el cual habla de los árboles como algo que va más allá de la naturaleza, algo más profundo.
¿Cómo se inspiró?
La naturaleza fue su musa, y se ha mencionado que este individuo es sumamente observador, así que esta cualidad lo ayudó. El enfocarse en los detalles como por ejemplo, los insectos habitando un árbol o las gotas de agua sobre una planta.
David George Haskell, author of “The Songs of Trees“. Crédito: David George Haskell
Todas estas características fácilmente palpables, ya sean sonidos, olores, señales e incluso vibraciones nos conectan a un ser viviente. Toda esta ideología sobre comprender y percibir cómo la naturaleza se conecta con nosotros, nos pone a pensar.
Como poner en práctica esta idea
El primer paso es aprender a escuchar, puesto que si no prestamos atención será imposible poder captar. Por ejemplo, si vamos al parque e imaginamos cómo sería si las plantas se comunicaran entre sí, el paseo sería distinto.
Y en este mismo orden de ideas, enseñó la ornitología para establecer un contraste. Si nos detenemos a tratar de identificar los sonidos de la naturaleza, gradualmente llegaríamos incluso a diferenciar sonidos de árboles.
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Lenguaje de las plantas
No, no es ningún invento ni algo sacado de la imaginación, si no un concepto con una referencia confiable. Se trata de un estudio de Ecología Forestal por la profesora Suzane Simard, “como los árboles se comunican entre sí“.
Esta investigación afirma que debajo de la tierra hay un sistema complejo de comunicación. Es casi un mismo organismo que trabaja en conjunto para mantener las plantas entre sí. Por ejemplo, raíces, los hongos, el agua, los nutrientes y todos los componentes que brindan nutrición a los árboles.
(Public domain)
Un método para identificar los árboles
Para lograr establecer este método, David Haskell formulaba una pregunta “¿puedes distinguir un roble de un arce?”. Con esta incógnita, resaltaba una de las capacidades más importantes del ser humano, el oído. Él decía “La voz más obvia es cuando el viento sopla a través de un árbol”.
Esta acción, aunque nos parezca algo muy normal, realmente sí tiene cierta belleza, incluso hasta un toque de arte. Él mismo lo describe como “una vibración con su propia arquitectura, que cambia de sonido según la hoja por la que pasa”. Haciendo referencia a que cada parte del árbol, tiene diferentes tipos de rigidez, flexibilidad y forma.
Maravillosa forma de abordar la naturaleza
Sin duda, meditar en estos rasgos de la naturaleza resulta ser algo casi poético. Y en cierto modo, se plasmó un poco de este arte en otro libro llamado “las canciones de los árboles”.
Esta mencionada obra se enfocó en 12 árboles y 12 capítulos dedicados exclusivamente a cada uno de ellos. Donde describen sus historias, sonidos y todo lo que se pueda extraer de estos.
(Public domain)
En Ecuador también creen en esta ideología
En la selva amazónica del Ecuador, específicamente en el pueblo de los Huaraoni, tiene una creencia interesante. Respaldando la investigación ya mencionada, a las personas del pueblo se les hace obvia la comunicación entre plantas.
Y no solo les parece lógico, sino que al ceibo gigante lo conocen como el árbol de la vida. Además de verlo así, también se refieren a él como a una persona más que piensa y respira. Incluso, tienen la creencia de que posee un pasado lleno de recuerdos, un presente y que le espera un futuro.
Para concluir, es bueno que veamos más allá de lo obvio y nos detengamos a observar más la naturaleza.
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