La humanidad está acostumbrada a conquistar, de hecho, actualmente nuestro objetivo es conquistar otros planetas. Sin embargo, existe un lugar en la Tierra que se ha hecho imposible tomar; la isla de San Mateo.
El archipiélago fue declarado, oficialmente, un desierto desde 1870 por Estados Unidos. Parte de su hostilidad radica en su ubicación; para llegar allí hay que cruzar el mar de Bering en dirección a Siberia. Un viaje que lleva 24 horas en barco.
Esto hizo que se considerara como el lugar más remoto de la nación norteamericana. Un espacio montañoso, sin árboles y grandes acantilados.
La isla que no se puede conquistar
El archipiélago cuenta con una isla más pequeña al sur, la isla Hall. Ahí se encuentra el único rastro de toda la zona de haber sido habitada en algún momento; un castillo.
La construcción tiene 400 años y se erigió sobre una gran excavación. Esto ayudó a sus habitantes a sobrevivir en las condiciones extremas de la isla.
En comparación con las zonas más benevolentes, la isla Hall, es sin duda la zona más hostil. Las tormentas la golpean con furia constantemente. El arqueólogo Dennis Griffin explicó a Hakai Magazine que las excavaciones sugieren que el pueblo Thule, los ancestros de los inuit y los yup’ik, pueblos que habitan el noroeste de Alaska, reconstruyeron el castillo.
Aun así, no hay evidencia de que haya sido el hogar de nadie. De hecho, apenas se han encontrado algunos artefactos rudimentarios.
Se cree que los yup’ik de la isla de San Lorenzo, al norte, cuentan la leyenda de unos cazadores que descubrieron una misteriosa isla donde se instalaron, esperando la oportunidad para caminar sobre el hielo marino para volver. Griffin cree que algo así tuvo que sucederles a las personas que erigieron el castillo de San Mateo; lo usaron para esperar el momento de escapar o morir en el intento.
El archipiélago fue incluido en 1870 dentro de la superficie del Refugio Nacional Marítimo de Vida Silvestre de Alaska y si bien es cierto que tiene grandes recursos naturales, la lejanía y la cruenta ruta para acceder a ella la convierten en una zona inalcanzable para el hombre
La hipótesis científica sostiene que la zona nunca fue habitada de forma permanente y que los pueblos indígenas, expertos marineros de Alaska, solo la visitaron de forma accidental. Quienes llegaron décadas después lo hicieron gracias a la ayuda de organizaciones e infraestructura importante para la investigación. Pero nadie pudo estar mucho tiempo.
Un lugar inhóspito para la vida
El clima del archipiélago es demasiado complicado para la vida humana. La niebla interminable, el frío y el aislamiento lo hacen imposible. La cronista Sarah Gilman, quien pudo viajar a la isla en 2019 gracias a la ayuda de Hakai Magazine, concluyó que a raíz de esto, el buque del ártico Great Bear, chocó contra una pared de niebla y naufragó en la zona.
“La tripulación utilizó botes balleneros para trasladar unas 20 toneladas de suministros a San Mateo y así establecer un campamento y esperar ayuda. Un hombre llamado N. H. Bokum se las arregló para construir una especie de transmisor y cada noche subía a un acantilado para emitir llamadas de emergencia. Pero se rindió después de concluir que el aire interfería con su funcionamiento“.
Los escritos que dejó el dueño del Great Bear, John Border, mencionan que, de no haber sido rescatados a los 18 días, hubiesen muerto. Según la cronista, hay otros relatos que muestran lo imposible de la isla para habitarla por largo tiempo.
De hecho, los intentos más recientes para conquistar la vida fueron durante la Segunda Guerra Mundial, cuando militares estadounidenses intentaron establecer una base y usarla como punto estratégico.
Pero las paredes de más de 8 metros de nieve sorprendían a los soldados cada mañana. Las tormentas, según relataron, incluían ventiscas de velocidad de huracán que duraban hasta 10 días.
Las otras expediciones sufrieron una suerte similar; personas que llegaron intentando usar sus recursos naturales, pero viéndose obligados a marcharse para poder sobrevivir.
Por estas razones, San Mateo es considerado como uno de los escasos lugares de la Tierra que la humanidad no ha podido conquistar. Además de ser uno de los sitios más inhóspitos del mundo. La naturaleza ha sabido resguardar este lugar, cruel pero que no deja de ser una maravilla.
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Muy interesante relato .. la naturaleza a veces no cede sus espacios ..