Existen muchas estructuras misteriosas a lo largo del mundo, pero pocas son tan enigmáticas como la Dama de Malí. Este monumento, también conocido como la Dama Blanca, es la escultura gigante de una mujer, esculpida en el monte Loura, al norte de Guinea, en la frontera de Senegal y Malí.
El hallazgo de esta enorme estructura es uno de los más enigmático y conflictivos para la comunidad científica, ya que no existe una forma tradicional de adjudicarla a un período o civilización determinada.
El misterio de la Dama de Malí
Fue descubierta gracias al fallecido geólogo italiano Ángelo Pitoni en 1997. Se cree que el experto estaba en búsqueda de yacimientos de diamantes cuando se topó con la imponente escultura.
No es la primera vez que se encuentran monumentos parecidos en otras partes del mundo. El problema con la Dama de Malí es que no ha podido determinarse si fue tallada por la mano del hombre o es el resultado de la erosión.
En todo caso, esto lo último parece casi imposible, ya que está ubicada en una región donde el viento es escaso y existen pocas partículas abrasivas capaces de modelar el risco de granito en el que está ubicada.
En un principio, los científicos dataron la estatua hace unos 5.000 años. Los análisis posteriores cambiaron drásticamente la fecha de datación, revelando que los sedimentos de la superficie podrían ser de hace 25.000 años de antigüedad. Una cantidad de tiempo que sigue incomodando a la comunidad científica.
A todos estos datos extraños, se le suma también el aspecto del rostro de la Dama de Malí, el cual tiene rasgos caucásicos, totalmente diferentes a la fisionomía africana.
Sorprendentemente, el hallazgo de la la Dama de Malí no fue el único que hizo el geólogo Pitoni, también fue el responsable de otro descubrimiento bastante polémico, conocido como las Piedras Azules, o las Piedras del Cielo.
Lo polémico de este último descubrimiento, es que se demostró que el material de las piedras es artificial. Esto quiere decir que debieron haber sido sintetizadas de alguna manera desconocida hace miles de años, de acuerdo a la explicación del Instituto de Ciencias Naturales de Ginebra.
Una civilización avanzada perdida
Todos los análisis que se hicieron a ambos descubrimientos, llevan a una lógica conclusión: la Dama de Malí y las Piedras del Cielo están conectados.
Esto dibuja los límites de una antigua civilización avanzada que abarcó territorios desde Sierra Leona hasta Guinea y Malí. La cual data de un periodo que va desde 12.500 a 35.000 años atrás.
Esto es sumamente probable, ya que hay otros hallazgos arqueológicos físicos que demuestran la existencia de civilizaciones avanzadas en el mundo, en una época remota. Ejemplos claros de ellos son las estructuras submarinas ubicadas en la costa de Cuba o las enormes estructuras de Yonaguni, en Japón.
Ambas edificaciones submarinas son el resultado inequívoco de civilizaciones avanzadas desarrolladas en la última edad de hielo.
Esto demuestra que es evidente que hay rastros de una antigua civilización avanzada en una región de África, la cual fue olvidada con el paso del tiempo.
Algunos teóricos señalan en dirección de la Atlántida, de la que hay amplias huellas específicas, sumado al hecho de que en la región donde está ubicada la Dama de Malí, existen cuevas que albergaron momias antiguas, celosamente protegidas por los lugareños, las cuales se sospechan, eran de origen atlante.
Es posible que Angelo Pitoni haya hecho el descubrimiento de una civilización tan especial que nos lleve a descubrir la existencia de un pueblo sumamente avanzado hace miles de años. O al menos, eso es lo que podría corroborar la investigación arqueológica si la comunidad científica no se negara a su exploración.
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