Al comienzo del siglo XIX un físico y químico inglés llamado John Dalton, hizo pública su teoría atómica. Durante muchos años se le ha considerado el hombre que desarrolló este tema que cambió por completo la percepción que tenemos del mundo en el que vivimos. ¡Solo que no fue el primero en hacerlo!
Hace 2.600 años un sabio y también filósofo hindú, formuló por primera vez la teoría atómica, siendo el predecesor de John Dalton. Era conocido como Acharya Kanad, nacido en el 600 a. C en Gujarat, La India, pero su verdadero nombre fue Kashyap. Los sucesos que lo condujeron al planteamiento de esta teoría, son bastante interesantes.
El sabio indio muestra la profundidad de sus reflexiones
Todo comenzó un buen día que el sabio hindú Kashyap se dirigía en peregrinación hacia Prayag. Las vías del mercado se encontraban abarrotadas de gente, fue entonces cuando reparó en los miles de peregrinos que estaban ensuciando las calles.
Por todos lados se podían ver restos de flores y granos de arroz que se ofrecían en el templo, tirados en el suelo. Fueron las pequeñas partículas dispersas por el piso las que llamaron la atención de Kashyap, tanto así que de inmediato comenzó a recogerlas.
Este acto del sabio hindú no pasó desapercibido por la multitud que estaba en el lugar. De modo que de inmediato lo rodearon para interrogarlo y saber qué hacía exactamente, por qué recogía unos granos de arroz que un mendigo ni siquiera tocaría.
La respuesta de Kashyap reveló la profundidad de su pensamiento filosófico y sabiduría, guiados por un sentido de reflexión muy práctico.
“Los granos de arroz dispersos por el suelo de manera individual, pueden parecer poca cosa o insignificantes. Pero, si se juntaban cientos de ellos podían servir de comida para una persona, a su vez muchas comidas servirían para alimentar una familia. Y en definitiva al mundo entero.”
La conclusión del sabio es que, hasta un solo grano de arroz es importante, tanto como lo pueden ser todas las preciosas riquezas que atesora el mundo. Es a partir de ese momento que las personas comienzan a llamarlo por el nombre Kanad, porque en lenguaje sánscrito el término Kan quiere decir “la partícula más pequeña“.
Persigue su fascinación por el mundo invisible
Hay eventos y situaciones que pueden marcar la vida de una persona, especialmente a los pensadores y filósofos. Fue precisamente lo que ocurrió con el sabio hindú después del episodio en la peregrinación y su reflexión sobre los granos de arroz. Desde entonces persiguió su fascinación por el mundo invisible.
Esa búsqueda incluía organizar conceptos relacionados con la idea de que existía una “partícula más pequeña“. tanto que no podía dividirse. Con el tiempo, fue reconocido como “Acharya” que significa maestro. De manera que sería recordado por la gente de su época y la historia, como Acharya Kanad, “el maestro de las partículas pequeñas“.
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El concepto de una partícula que no puede dividirse
El concepto de una partícula pequeña que no podía dividirse, fue descubierto por Kanad cuando estaba repartiendo comida en trozos pequeños. Hasta llegar al punto de no poder hacerlo porque los pedazos ya eran tan diminutos que era imposible dividirlos más.
De allí surge la idea de darle el nombre de Parmanu o anu (átomo) a esa materia indivisible. Ese sería solo el inicio de una larga carrera dedicada al estudio de esas pequeñas partículas, que llevarían a Acharya Kanad a fundar la escuela de filosofía Vaisheshika.
Allí tuvo la oportunidad de enseñar todas sus ideas acerca de la teoría del átomo, además de profundizar sobre la naturaleza del universo. También escribió un libro con todos los detalles de su investigación sobre Vaisheshika Darshan, siendo distinguido como el “padre del atomismo“.
Una mente brillante en una época distante
Su conocimiento sobre los átomos, sus interacciones y resultados al combinarse, fueron muy bien documentados por el sabio hindú. Es posible que sus escritos y filosofía llegarán a otros rincones de la Tierra, influyendo en otras culturas. Puede que de esa forma apareciera el atomismo en occidente en el siglo V a. C.
Aunque fue hace 2.600 años y su teoría se basaba más en lo abstracto y la lógica que en los ensayos personales, no caben dudas que se trataba de una mente brillante. A pesar de haber vivido en una época tan distante logró el planteamiento de la teoría atómica, de forma excepcional.
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