El soldado Gonzalo Guerrero tuvo el sueño de ser el conquistador de un Nuevo Mundo, sin embargo fue capturado por los mayas. Este cristiano al ser esclavizado por los mayas, no tuvo otra opción que abandonar su pensamiento soñador, olvidar su formación española y adoptar la cultura de sus captores.

Relata la historia que Gonzalo Guerrero es uno de los héroes más destacados, pero a pesar de ello, su nombre se recuerda solo en la península del país. Llego a ser catalogado como «el renegado», puesto que combatió fielmente al lado de los mayas en el transcurso de la conquista.

¿Qué se conoce de Gonzalo Guerrero?

Posible aspecto de Gonzalo Guerrero al irse integrando a la cultura maya.

Con el transcurrir del tiempo, Gonzalo Guerrero se ganó la confianza de los captores y como mencionamos anteriormente, utilizó sus entrenamientos militares en las diversas batallas de aquel entonces. Fue un gran guerrero maya, inclusive se casó con una mujer de esa cultura, y los hijos descendientes de esa relación son considerados como los originarios mestizos de México.

De la niñez de Gonzalo Guerrero no se sabe mucho, no obstante, algunos datos señalan que probablemente nació en el año 1470 en Huelva, España. Entre la información que se tiene del español es que recibió entrenamientos militares, teniendo la oportunidad de combatir contra los moros en la era de la Reconquista.

La historia guarda su secreto acerca de esa etapa de su vida. Al parecer, la mayor cantidad de los escritos referentes a la existencia de Gonzalo Guerrero fueron eliminados por ciertos españoles que lo consideraron un tirano traidor.

La captura maya

Aunque no sabemos exactamente en donde se encontraba Gonzalo Guerrero en el último año del siglo XV, si sabemos que ya había llegado al territorio del «Nuevo Mundo». Luego, tomo rumbo en un barco con dirección a Panamá, específicamente a la Isla de Santo Domingo.

Cortesía: abc.es

En el trayecto, cerca de Jamaica, el barco fue sorprendido con una gran tormenta que ocasionó un naufragio. Se data que sobrevivieron 20 tripulantes, tras conseguir un pequeño bote con el que pudieron escapar de la terrible situación. Aproximadamente la mitad de ellos perecieron antes de llegar a tierra firme, mientras que los otros fueron sometidos a ser esclavos de los mayas.

Cada uno de los sobrevivientes fue muriendo poco a poco, hasta que permanecieron dos, llamados Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar. Algunos cuentan, que ellos escaparon de los captores principales y viajaron hasta el sur. Mientras que otros dicen que en su intento por escapar fueron capturados nuevamente por otra tribu.

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Adopción maya

Al parecer, Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar adoptaron las costumbres de sus opresores, asimilando el lenguaje maya; sin embargo, el aprendizaje maya para cada uno fue diferente en cada caso. Asimismo, Aguilar conservó su creencia católica y doctrina española, aunque aprendió lo suficiente del lenguaje maya para ser traductor y servirle a Hernán Cortés.

(Public domain)

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La otra cara de la moneda es que Gonzalo Guerrero si adoptó a plenitud la cultura maya, integrándose mucho más que Aguilar. El soldado español llegó a convertirse en un gran guerrero maya, con la jerarquía de capitán. Al mismo tiempo, se casó con la heredera de un cacique cuyo nombre es Zazil Ha; y además, sus descendientes fueron los primeros mestizos de México.

Muerte del guerrero

Se cree que Gonzalo Guerrero falleció en el 1530, mientras luchaba junto a su ejército maya en contra del Imperio español. Aunque por otra parte, se estima que fue el 14 de agosto de 1536, luego de una feroz batalla hondureña. Puesto que en ese entonces fue encontrado un cuerpo cuyas características eran similares a las del guerrero; entre ellas la barba voluminosa, por lo que concluyen que se trataba de él.

Estatua de Gonzalo Guerrero realizada ppor Raúl Ayala Arellano, en Akumal, Quintana Roo. (Public Domain)

Relatan que fue una flecha clavada en el ombligo y que además atravesándole por el costado, pero no fue sino hasta que un disparo lo remató. Sus últimas palabras fueron para pedirles a sus hombres que cuidaran de sus hijos; y dirigiéndose a la tropa que estaba a su mando les pidió que continuaran la batalla. Su cuerpo fue lanzado al río para que la corriente se lo llevara tal como llegó.

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