Los expertos han elaborado muchas teorías sobre la desaparición de las civilizaciones antiguas, pero las más aceptadas son aquellas que están relacionadas con las catástrofes naturales. ¿Es posible que estas tragedias puedan borrar cualquier vestigio de la existencia humana, incluyendo el arte, la arquitectura o la tecnología? Las evidencias sugieren que esto ya ha ocurrido en muchas ocasiones.
La historia nos cuenta de culturas y civilizaciones que a lo largo de la historia han desaparecido misteriosamente sin dejar rastros. Las conjeturas de dichas desapariciones van desde desastres naturales o guerras imprevistas. Lo único cierto es que la ciencia aún no ha podido descubrir fehaciente que ha pasado con ellas. A continuación, algunas de las civilizaciones que desaparecieron de manera enigmática hace miles o cientos de años atrás.
Los Mayas
Los Mayas fueron una civilización mesoamericana desarrollada que destacó por su escritura glífica, el único sistema de escritura plenamente desarrollado del continente americano precolombino, además de su arte, arquitectura y astronomía. Se desarrolló en la región que abarca desde el sureste de México, la mayor parte de Guatemala, Belice y la parte occidental de Honduras y El Salvador.
(Wikimedia Commons)
Aunque existen teorías recientes que atribuyen a diversos factores la desaparición de la cultura Maya, un estudio publicado por científicos responsabiliza a tres sequías prolongadas que aceleraron su decadencia. El pueblo maya se desarrolló en un hábitat desértico con lluvias irregulares, por lo que implementaron una amplia variedad de canales, reservas y otros sistemas para almacenar el agua. Los científicos encontraron algunas pruebas de esta catástrofe ambiental en los sedimentos de la Fosa de Cariaco, en el norte de Venezuela, que registran las estaciones húmedas y secas del pasado.
Según otros investigadores, los Mayas terminaron deforestando y destruyendo el paisaje natural del entorno con el que habían vivido en armonía durante años. Por otro lado, una gran sequía dificultó aún más la obtención de alimentos y esta sociedad empezó a desaparecer. Es probable que esta cultura iniciara el éxodo por esa razón y que dejó sus pobladas ciudades completamente vacías. Es importante resaltar que, a diferencia de otras sociedades, aún hay sobrevivientes de esta civilización, sin embargo, el motivo por el que los mayas perdieron su hegemonía y sufrieron una disminución radical en su población aún es un misterio.
(Wikimedia Commons)
Otras versiones más esotéricas hablan de un legado extraterrestre y su posterior viaje a las estrellas. El libro «Alienígenas Ancestrales en Australia» formula la hipótesis de que los mayas tuvieron algún tipo de contacto con una civilización extraterrestre la cual pudo haberlos modificado para que obtuvieran grandes cantidades de «DMT» en la sangre. Según la publicación, esta civilización fue influenciada por extraterrestres de las Pléyades, quienes genéticamente habrían intervenido para elevar la conciencia de este pueblo. La teoría se correlaciona con otra hipótesis de que los aborígenes australianos son el eslabón perdido y provienen, según su propia mitología, de las estrellas. Según Bruce Fenton, el punto central de la tesis es que seres de las Pléyades jugaron un papel primordial en el desarrollo del Homo Sapiens Sapiens.
Los Cahokia
Cahokia es el mayor yacimiento arqueológico relacionado con la Cultura Mississipiana ubicada al este de América del Norte. Allí se desarrolló una avanzada sociedad que recibió su nombre de una subtribu de la poderosa Confederación Illinois que llegó a la zona hacia el 1600. Cahokia significa “Gansos Salvajes”.
Cortesía: worldhistory.org
Situada cerca de Collinsville (Illinois), en sus proximidades confluían tres grandes ríos el Mississippi, el Misouri y el Illinois, los que forman una fértil llanura. La ciudad tuvo su apogeo entre los años 1.050 y 1.200. Se estima que estuvo habitada entre 10.000 y 20.000 personas sobre una superficie de unos quince kilómetros cuadrados, siendo el mayor centro urbano al norte de las grandes ciudades mesoamericanas de México.
Hernando de Soto. (Wikimedia Commons)
Cuando Hernando de Soto exploró el área en 1539, encontró muy pocos artefactos de esta cultura, lo que indica que la misma desapareció casi completamente antes de tomar contacto con los europeos. Cahokia tenía complejos arquitectónicos y agrícolas muy sofisticados, por lo que los arqueólogos no se explican la razón por la que sus residentes abandonaron la ciudad. Se presume que lo hicieron debido a la sequía y la agitación social, pero no existen evidencias contundentes que confirmen lo que motivó a la desaparición de dicha cultura. Los habitantes no dejaron registros escritos y no se conoce el nombre original del lugar.
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Desde 1925, Cahokia está protegida como Sitio Histórico del estado de Illinois y en 1982, la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad por su relevancia en el estudio de las primeras etapas de la historia norteamericana.
Machu Picchu
Machu Picchu se puede traducir del quechua como «Montaña Vieja». Es una gran ciudadela que se halla a 2.400 metros de altitud sobre unos relieves muy accidentados, pero ingeniosamente construida sobre terrazas y escalonamientos del terreno, por lo que la obra se puede considerar de un esfuerzo colosal.
Machu Picchu. (Public domain)
A ese relieve tan agreste, esculpido sobre dura roca granítica, se suma la espesa vegetación como corresponde a un área semitropical. El primer secreto de los incas es saber cómo construyeron semejante obra con sus rudimentarios métodos.
Aunque la historia adjudica a Hiram Bingham como el descubridor de la Ciudad Inca de Machu Picchu en 1911, en realidad fue un agricultor quien condujo a Bingham al valle con las ruinas incas. Además, algunas familias ya habitaban y cultivaban en las cercanías del lugar. Si bien Hiram Bingham no fue realmente el descubridor, fue quien dio a conocer Machu Picchu al mundo entero.
Hiram Bingham. Cortesía: biografiasyvidas.com
Otro de los misterios de Machu Picchu es la edad de su construcción. Según una investigación basado en la prueba del carbono 14, sitúa la fecha de su edificación en el año 1450 de la era cristiana, durante el reinado del Inca Pachacútec. Pero ¿Es realmente una edad real para semejante construcción? También se cree muy posible que ya fuera una ciudad fantasma durante la colonización española del Perú.
Los arqueólogos han estimado que alrededor del 60 por ciento de la ciudad está construida bajo tierra, donde un laberinto de paredes y canales sirven de drenaje a la que fue la ciudad más importante del imperio de los Incas.
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El ensamble entre las piedras es tan asombroso, que no es posible introducir una tarjeta de crédito entre ellas. El trabajo en piedra tan detallado que es imposible de lograr con las rústicas herramientas con que contaban los incas. Aún en la actualidad es imposible emular el increíble tallado en piedra, ni con las más modernas y potentes herramientas.
La ciudad de Machu Picchu fue un centro urbano cuya ocupación duró aproximadamente un siglo desde su construcción, hasta ser abandonada paulatinamente por el año de 1535. Fue abandonada sin terminar, en una época en la que ocurrían importantes cambios en el imperio. En los hallazgos se encontraron templos y edificaciones inconclusas.
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En 1572, el imperio terminaría por destruirse tras el fin de los incas rebeldes de Vilcabamba. Los pobladores quedaron a su libre elección. Debido a la incomunicación de la Ciudad Inca con el Cusco terminaron por decidir abandonar gradualmente Machu Picchu y la tupida vegetación infestó el lugar.
Roanoke
Desde el primer momento en que se descubrió América, muchos monarcas europeos llevados por su avaricia desearon apropiarse de las ricas tierras que les ofrecía el nuevo continente. Cada reino fundó nuevas colonias a lo largo del extenso territorio, algunas con mayor o menor suerte ya que los viajes por mar duraban semanas y los piratas abundaban.
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Inglaterra empezó a colonizar las costas americanas relativamente temprano, aunque España y Portugal le llevaban la delantera. Para no quedarse atrás, Inglaterra fundó varios asentamientos y el primero de ellos fue la colonia de la isla de Roanoke. La historia de esta colonia y la posterior desaparición de sus habitantes sigue asombrando a los investigadores en la actualidad.
Todo comenzó en el año 1586, cuando Sir Walter Raleigh, explorador y político inglés, organizó y financió una expedición con el permiso dado por la reina Isabel I de Inglaterra. El primer grupo de pioneros que estuvo conformado por 107 hombres llegó a la isla de Roanoke frente a las costas de la actual Carolina del Norte. Construyeron un fuerte y comenzaron a explorar los alrededores. Al principio, las relaciones con los nativos de la zona fueron buenas pero debido a diferentes acusaciones, los colonos arrasaron una aldea nativa. Esto produjo un ataque al fuerte por parte de los nativos, pero fue repelido.
Walter Raleigh. (Wikimedia Commons)
Ante el temor de que las represalias a los colonos aumentaran, pidieron ayuda al corsario Francis Drake para que los llevaran de vuelta a Inglaterra. Ante este primer fracaso, Sir Walter Raleigh organizó al año siguiente un nuevo intento de colonizar la isla, ya que el permiso dado por la reina de Inglaterra sólo era de 10 años. Esta vez el grupo estaría formado por 118 colonos entre hombres mujeres y niños. El viaje estaba comandado por John White, artista y amigo de Sir Walter y además ya había estado en la primera expedición.
Durante las primeras semanas todo parecía marchar bien en la colonia, pues, aunque la relación con las dos tribus del lugar, los Secotan y los Croatoan no era buena, tampoco se mostraban hostiles con los colonos. Pero todo comenzó a torcerse cuando un joven colono apareció asesinado mientras pescaba cangrejos. Todo apuntaba a que un nativo tuvo algo que ver con su asesinato.
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Este suceso provocó un sentimiento de inseguridad y malestar en los colonos ya que temían que fueran atacados. A esta situación se unió la escasez de víveres que empezaban a sufrir en el asentamiento y todo indicaba que les iba a ir peor, ya que el invierno estaba aproximándose. Viendo la precaria situación en la que se encontraban, John White decidió ir rumbo a Inglaterra para pedir ayuda y víveres para alimentar a los colonos.
Después de una larga y dura travesía, White llegó a Inglaterra y se encontró con que su país acababa de entrar en guerra con España, quedando bloqueado en la capital inglesa por la contienda y por la falta de fondos de la corona.
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Después de una larga espera de tres años, White se embarcó de vuelta a la colonia en lo que sería uno de los viajes más extraños y misteriosos de toda la colonización del Nuevo Mundo. Cuando llegó a la isla el 18 de agosto de 1590, él y todos los que le acompañaban se quedaron atónitos: toda la colonia estaba desierta, las casas y los establos estaban desmantelados y no se halló ningún indicio de lucha en el lugar. La única pista era la palabra Croatoan tallada en un poste de la aldea y las letras «cro» talladas en un árbol cercano. White les había dado instrucciones de que, si algo les ocurría, tallarían una cruz de Malta en algún árbol de la zona para indicar que se habían visto obligados a marcharse; pero viendo que no había ninguna pensó que tal vez se fueron con los Croatoan, pero no pudo comprobarlo ya que durante su corta estancia en la isla se formó una gran tormenta y ésta hizo que los hombres se negaran a seguir buscando.
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Estando en tal situación, White y sus hombres se marcharon de vuelta Inglaterra, quedando en el misterio absoluto la desaparición de la colonia perdida.
Misterio en el Lago Anjikuni
Leyendas de desapariciones misteriosas han surgido por todo el mundo, pero sin lugar a duda uno de los casos más inexplicables se refiere al paradero de los más de 30 hombres, mujeres y niños de un pueblo de pescadores Inuit que desaparecieron sin dejar rastro en la primera mitad del siglo XX.
Tal es la historia que aparece en el libro de Frank Edwards , de 1959, Stranger than Science; otras versiones aparecen en la novela de ciencia ficción Majestic de Whitley Strieber y en la novela de terror Phantoms de Dean Koontz. The World’s Greatest UFO Mysteries (presentado como un hecho) tiene una versión aún más detallada, al igual que otros sitios web y libros.
El Wendigo. Cortesía: fandom.com
El lago Anjikuni se encuentra a lo largo del río Kazan, en una remota región de Canadá. El área está llena de leyendas de espíritus del bosque y animales dañinos, como el Wendigo. Pero tan fascinante como estos cuentos es el misterio que rodea la desaparición colectiva de los habitantes de un pueblo, que una vez vivió en la orilla pedregosa de las aguas gélidas del lago Anjikuni.
Una fría noche de noviembre de 1930, un cazador de pieles con el nombre de Joe Labelle se dirigía al poblado inuit en busca de refugio. Labelle había visitado la zona antes y sabía que era una bulliciosa villa pesquera, llena de tiendas de campaña, chozas y amables lugareños. Cuando se acercaba a les gritó un saludo y el único sonido que volvió a él era el de su propio eco. Sólo se oía el crujido de sus raquetas de nieve a través de la escarcha helada. Labelle tenía un instinto muy experimentado y podía sentir que algo andaba mal. Podía ver las siluetas de las chozas bajo la luna llena pero no vio a gente bulliciosa, ni sintió ladridos de los perros de trineo ni cualquier otro signo de vida. Incluso dentro de las chozas, los sonidos de la risa y la conversación fueron reemplazados por un silencio sepulcral. Labelle también notó que no había una sola chimenea de la que saliera humo, pero entonces vio un crepitante fuego en la distancia.
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Haciendo todo lo posible por mantener la calma, aceleró el paso y se dirigió hacia las brasas que se apagaban en la distancia, deseoso de encontrar alguna huella de la humanidad. Cuando el cazador llegó a las llamas vio que no había nadie, pero en las brasas había un guiso quemado que lo desconcertó aún más. Labelle empezó a revisar todas las chozas con la esperanza de encontrar signos reveladores de un éxodo masivo, pero muy a su pesar descubrió que todas las cabañas tenían los alimentos y las armas que nunca habrían sido abandonados por sus dueños. En una vivienda se encontró una olla de estofado de caribú en la que había crecido moho, y un trozo de piel de foca que se encontraba abandonada con una aguja de hueso todavía incrustado en ella, como si alguien hubiese abandonado sus quehaceres a medio hacer.
El cazador incluso inspeccionó el almacén de pescado y se dio cuenta de que sus suministros no se habían agotado. En ningún lugar había signos de lucha o de caos y Labelle sabía muy bien que irse de un pueblo perfectamente habitable sin fusiles alimentos o ropa, sería absolutamente impensable.
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A pesar del cansancio por la travesía, Labelle estaba demasiado asustado para quedarse en ese pueblo vacío y renunció a las comodidades de los alimentos, abrigo y refugio. El trampero consideró que el riesgo de quedarse era demasiado grande y decidió irse a una oficina de telégrafos ubicada a muchos kilómetros de distancia.
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Labelle finalmente entró tambaleándose en la oficina de telégrafos y en pocos minutos mandó un mensaje de emergencia al cuartel más cercano de la policía montada de Canadá. La policía enrumbó hacia el lugar, pero antes se detuvieron a descansar en una cabaña donde vivía el cazador Armand Lawrence y sus dos hijos. Los funcionarios preguntaron si los Lawrence habían visto algo inusual durante los últimos días, y el cazador se vio obligado a admitir que él y sus hijos habían visto un extraño objeto brillante volando por el cielo tan sólo unos días antes. Lawrence afirmó que la enorme cosa parecía cambiar de forma ante sus propios ojos.
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Una vez que llegaron al lugar, la policía montada no solo confirmó el testimonio de Labelle sobre la situación del pueblo, sino que además hicieron un descubrimiento aún más misterioso. En las afueras de la comunidad los funcionarios se alarmaron cuando se tropezaron con una gran cantidad de tumbas abiertas en el cementerio del pueblo. De hecho, cada tumba había sido abierta y estaban vacías. La tierra alrededor de las tumbas estaba congelada y había sido acumulada ordenadamente al lado, lo que confirmaba que no habían sido animales. Durante la búsqueda no encontraron pistas adicionales sobre el paradero de los aldeanos, pero hallaron no menos de siete cadáveres de perros a unos 90 metros fuera de la aldea. De acuerdo con los patólogos canadienses, estos perros desafortunados murieron de hambre y posteriormente fueron cubiertos por las ventiscas de nieve. No hay un solo informe que afirme que los animales estuvieron atados, lo que hubiese explicado su incapacidad para buscar comida.
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Después de dos semanas de investigación, la policía montada llegó a la conclusión de que los aldeanos se habían ido por lo menos hacía dos meses. Esto presenta otra pregunta: ¿quién fue el responsable de hacer el fuego que Labelle vio cuando llegó por primera vez al pueblo? Ahora todo lo que queda es el enigma de la desaparición de estas personas que abandonaron su pueblo sin llevar sus herramientas, alimentos, armas y perros necesarios para su supervivencia.
Tiahuanaco
A ciencia cierta el nombre real de las ruinas es desconocido y se lo llama Tiawanaku debido a un malentendido. Cuando los exploradores españoles llegaron a lo que parecía una ciudad en ruinas, trajeron a uno de los indígenas y le preguntaron acerca del lugar al que respondió «tiwanaku»; que en el idioma aymara significaría ribera seca. Al ver que el indígena sólo repetía esa frase, los españoles pensaron que en lugar se llamaba así. Por los estudios sabemos que esta es una de las civilizaciones más antiguas y se calcula que por lo menos la cultura lleva existiendo más de 25 siglos. Precedió al imperio inca y se la considera la madre de las demás culturas andinas.
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El origen de este el reino tampoco es conocido con exactitud y la teoría más aceptada es que la cultura se originó como una pequeña aldea pesquera en el lago Titicaca. Sin embargo, sabemos que todas las ruinas abarcan un total de más de 600 mil kilómetros cuadrados, es decir, áreas similares que ocuparían países como Ucrania o Madagascar. La economía principal del imperio se basaba en la agricultura y la ganadería. La alimentación de la gente era completamente balanceada entre carne y cereales. La agricultura del Tiahuanacota era sorprendente. Las técnicas que se desarrollaron a lo largo de los años superaban con creces a las demás culturas. El ejemplo más popular fue la creación de los sukakoyos, un sistema agrícola que ponían los cultivos en lugares estratégicos cerca de los ríos. El sistema mantenía los cultivos regados con una temperatura óptima incluso en la noche. Evitaba la erosión de la tierra y los cuidaba de las sequías.
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Esta cultura se da el lujo de ser una de las primeras en implementar la metalurgia en el arte cultural, para lo cual se estima que los tiahuanacotas tenían conocimientos sólidos respecto a minerales y su composición con procesos químicos.
Una de las estructuras más sobresalientes es la imponente pirámide de Akapana. Tiene 18 metros de altura y un perímetro base de 800 metros. Se cree que esta pirámide era dedicada a las deidades. En la cima se halla un templo semisubterráneo el templo también dispone de un observatorio astronómico que se orientaba con los cuatro puntos cardinales. Otra estructura impresionante es el templo de Kalasasaya, también conocido como el templo de las piedras paradas. Este es el templo más enigmático de Tiahuanaco porque en él se podía verificar con precisión el cambio de estaciones y el paso de los días basándonos en la posición del sol y las sombras de los pilares. Cabe mencionar que tanto la pirámide de Akapana como el templo de Kalasasaya cuentan con un moderno e inteligente sistema de desagües, evitando problemas de humedad y utilizando estas mismas aguas para los campos de sembradíos.
Pirámide de Akapana. (Wikimedia Commons)
Si hay algo más impresionante que todas sus estructuras es sin dudas su desaparición. Según los lugareños, todos los habitantes de Tiahuanaco desaparecieron de la noche a la mañana. Para cuando los incas llegaron, la ciudad ya estaba en ruinas y nadie sabe la razón por la que sus pobladores simplemente abandonaron su pueblo incluso dejando varios de sus monumentos inconclusos.
Se cree que los destrozos y la desaparición súbita se deben a un cataclismo sísmico que desembocó en una inundación. Según Arthur Posnansky, tal escenario debió ocurrir en plena noche tomando por sorpresa a los habitantes que no pudieron escapar del acontecimiento. Otras teorías apuntan que Tiahuanaco era una ciudad antiquísima y hay muchos restos de las ruinas que todavía no se han descubierto.
En el siguiente vídeo, más detalles de algunas otras civilizaciones perdidas en la historia:
Bibliografía
Sitios web:
- Las diez mayores civilizaciones que desaparecieron de manera misteriosa
‘https://actualidad.rt.com/viral/237513-diez-mayores-civilizaciones-desaparecieron-misterio - El misterio de las civilizaciones antiguas desaparecidas sin dejar rastro
‘https://ultimasnoticias.us/el-misterio-de-las-civilizaciones-antiguas-desaparecidas-sin-dejar-rastro/ - Las 10 ciudades perdidas más impactantes del mundo
‘https://www.levante-emv.com/viajes/2019/07/23/10-ciudades-perdidas-impactantes-mundo-11817202.html - Roanoke, el misterio del pueblo maldito que desapareció sin dejar rastro en el S.XVI
‘https://www.abc.es/cultura/20150831/abci-misterio-roanoke-croatoan-201508281810.html - Documental Historia Oculta de Antiguas Civilizaciones que Desaparecieron Hace Miles de Años
‘https://youtu.be/U7flROkWue4 - Cahokia
‘https://pueblosoriginarios.com/norte/bosques/cahokia/cahokia.html - El Abandono de la Ciudad de Machu Picchu
‘https://www.boletomachupicchu.com/abandono-ciudad-machu-picchu/ - Historia de Machu Picchu
‘https://www.boletomachupicchu.com/historia-de-machu-picchu/
Artículo escrito por: Pedro Noguchi, colaborador de CodigoOculrto.com
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