Durante los siglos XIV y XVI transcurrió lo que se conoce como la Era del Renacimiento, una época en la que sucedieron cambios realmente importantes. Uno de los acontecimientos que marcó en gran manera esta etapa fue la sustitución de las espadas por armas de fuego.
¿Cómo ocurrió este cambio tan drástico?
Luego de la transformación que sucedió con la llegada de la Era Moderna, surgieron herramientas para la guerra mucho más avanzadas. Los combates ya no eran iguales, por lo tanto, también cambió la historia militar de muchos países. Todo empezó por el uso que se le dio a una mezcla altamente explosiva.
La historia sobre la sustitución del acero al fuego
Inicialmente, la pólvora fue inventada en China en la etapa medieval, se empleaba para llevar a cabo tratamientos alquimistas. Sin embargo, tiempo después se convirtió en el detonante de los proyectiles en las armas. Esta sustancia fue el símbolo de que una nueva era estaba empezando.
La época moderna dejó atrás las luchas a espada, y trajo consigo un cambio cultural bastante radical. En un texto antiguo se descubrió la receta que posiblemente usaron para crear las primeras armas de fuego. Según el escrito, uno de los componentes más importantes era la pólvora, un ingrediente procedente del hierro fundido.
Los antiguos fusiles
Para tener éxito en el arduo trabajo de fabricar las primeras pistolas que existieron, necesitaron ejecutar muchos experimentos. Los elementos que finalmente fueron empleados para fabricar las armas fueron: salitre, azufre, y una hierba conocida como “medicina de fuego”.
En un principio, estos componentes eran utilizados por los militares en tubos de bambú, pero tiempo después fueron perfeccionando las técnicas para elaborar la pólvora. Cuando ya tenían más conocimiento de cuál era el mejor método para hacer de esta sustancia un verdadero explosivo, crearon armas letales.
Se fabrican los primeros cañones
Aunque hacía muchos años atrás ya se conocía la pólvora y se empleaba como detonante, el objetivo era crear una verdadera herramienta para la guerra. Las primeras armas de fuego reales fueron los conocidos “Cañones de Mano“ creados en China, aparecieron en la historia a lo largo del siglo XIII.
Su estructura era realmente sencilla, estaba formado por un tubo con una base bastante simple. Inicialmente era elaborado de bronce, pero luego pasó a ser de hierro, tenía una pulgada de diámetro. En ocasiones se empleaba una madera como apoyo para que el cañón pudiera manejarse con mayor facilidad.
Las desventajas de la antigua arma de artillería
A pesar de que los cañones se caracterizaban por su largo alcance y eran bastante destructivos, tenían una gran desventaja. Era el arma más lenta para cargar, por eso se manejaban mejor las ballestas e incluso los arcos, pues aportaban mayores beneficios.
Por otro lado, la artillería no trabajaba cuando había mal tiempo, y en ocasiones representaba un peligro para quienes la usaban. Sin embargo, fueron perfeccionando las técnicas para fabricar los cañones hasta obtener una notable mejora.
Un gran avance para la guerra
El desarrollo de las armas como lo fue la elaboración del famoso “arcabuz” trajo consigo un adelanto del mundo antiguo. Esta fue la primera pistola de gancho, gracias a este nuevo componente que se le agregó proporcionaba un mejor desenvolvimiento.
La pistola de gancho fue considerada la primera en reunir todas las características que se asocian con las antiguas armas de la Era del Renacimiento. El ejército Negro de Hungría fueron los primeros en emplearlas en batalla, a finales del siglo XV.
Un invento más sofisticado
A medida que pasaban los años la manera de fabricar las herramientas de guerra se modificaba y se daba lugar a inventos mucho más avanzados. Prueba de ello fue la conocida “Llave de rueda“, que apareció en el siglo XVI, y su función brindaba mayor rapidez al momento del disparo.
Ya no era necesario dejar caer una vela encendida y esperar que detonara, gracias a la llave de rueda la pólvora se incendiaba sola. Lo mejor de todo es que se podía usar con una sola mano por la facilidad que aportaba.
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Surge el famoso “mosquete”
Por último, nació el mosquete, una notable modernización que le hicieron al arcabuz. Se fabricó en el siglo XVI, era más pesada, mucho más destructiva pues fácilmente podría acabar con 4 cm de acero, las armas brindaban mayor precisión. Pronto se convirtió en un fusil portátil y confiable para quienes la portaban.
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