Es común que los científicos piensen que la vida fuera de la Tierra tendría que ser similar a la que existe en este planeta. Sin embargo, ese podría ser un error enorme, pues la vida puede existir en formas o tipos que realmente no podríamos detectar ni imaginar. Por esa razón quizá sea más oportuno concebir la vida extraterrestre más en su función que en su forma, como creen algunos investigadores.
¿Y si pudiéramos encontrar vida extraterrestre no mirando de qué está hecha, sino por lo que hace? Esa es la idea que subyace en un nuevo modelo de vida que se centra en la función más que en la forma, y en la información más que en la materia.
El modelo se basa en el concepto de información semántica, que se refiere a los datos que son significativos para un sistema. Para los sistemas vivos, la información semántica es la que les ayuda a mantenerse vivos, por ejemplo, cómo percibir su entorno y responder de formas complejas.
Favorece a la identificación de vida extraterrestre
Esta perspectiva podría ayudarnos a reimaginar cómo podría ser la vida extraterrestre y cómo buscarla. Las suposiciones tradicionales sobre las formas de vida extraterrestre -que suelen suponer que se basan en el carbono y requieren agua y ADN- pueden ser demasiado limitadas.
Adoptar una perspectiva informacional podría ser un paso en la dirección correcta hacia la comprensión de la vida como un fenómeno universal.
El modelo fue desarrollado por un equipo de investigadores dirigido por Adam Frank, profesor de física y astronomía de la University of Rochester y autor de The Little Book of Aliens.
Su trabajo, titulado “Semantic Information in a Model of Resource Gathering Agents” (Información semántica en un modelo de agentes recolectores de recursos), se ha publicado en la revista PRX Life, una revista de la prestigiosa serie Physics Review X.
El artículo presenta un sencillo modelo matemático de agentes que recogen recursos de su entorno para sobrevivir y reproducirse. Los agentes utilizan información semántica para decidir qué recursos son valiosos y cuáles no.
El modelo muestra cómo la información semántica surge de forma natural de la interacción entre los agentes y su entorno, y cómo evoluciona con el tiempo.
Los investigadores esperan que su modelo pueda servir de punto de partida para explorar el papel de la información semántica en los sistemas vivos y cómo puede utilizarse para identificar indicios de vida en otros planetas.
Una forma de vida diferente a la conocida
Adam Frank dijo en una entrada de su blog en Big Think:
“No tenemos que pensar de qué está hecha la vida, sino qué hace. Por fin estamos preparados para buscar lo que hay ahí fuera de forma sistemática”.
Frank agregó:
“En nuestra búsqueda y (potencial estudio futuro de) la vida que se forma en otros lugares del Universo, queremos ser agnósticos sobre su estructura subyacente. Eso significa que no queremos dar por sentado que esté basada en el carbono, que necesite agua o que requiera ADN.
Adoptar una perspectiva informacional es una forma de lograr ese agnosticismo. No tenemos que pensar de qué está hecha la vida, sino qué hace. Algo que parece una buena apuesta para ser universal es que la vida procesa información”.
Frank concluye: “Una cosa que parece una buena apuesta para ser universal es que la vida procesa información. Por eso nuestros nuevos resultados sobre la información semántica y sus umbrales pueden ser un paso en la dirección correcta hacia la comprensión de la vida como un fenómeno universal“.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista PRX Life y puede ser leído en arXiv.org.
[H/T: bigthink]
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