Los Nommo son dioses extraterrestres mitad pez que vinieron a la Tierra desde la estrella Sirio. Son descritos por la tribu Dogón de África.

Los Dogón son un pueblo africano de Mali. Ellos tienen muchos conocimientos milenarios de astronomía. Su mitología habla de antiguos astronautas llamados Nommo, unos seres mitad pez que impartieron sus conocimientos del universo y sobre su civilización ubicada en la estrella Sirio. Hay relatos similares en otras culturas como la de Babilonia.

Estas deidades son parte de las leyendas tradicionales de África Occidental. Son representados en esculturas y máscaras de esta tribu que le rinde culto con rezos, mensajes y danzas misteriosas.

Nommos, unos dioses anfibios y mitad pez

Esculturas de los Nommo. Crédito: galerie-art-africain.com / Met Museum

Al igual que otras mitologías, para los Dogón, los dioses viajaron desde el cosmos para crear al ser humano en la Tierra. Los Nommo son esos seres, dibujados como anfibios, hermafroditas y mitad pez y mitad humanoide, similares a híbridos como los tritones y sirenas.

También son referidos como «Maestros del agua», «Monitores (o Vigilantes)» e «Instructores». Habrían descendido desde el cielo en una nave o embarcación acompañada de fuego y relámpagos. Los primeros astronautas fueron 8 Nommos («di-tigi»), que descendieron del cielo en esa nave que la tribu llamó «ie-pelu-tolo»: la estrella de la décima luna.

La nave tenía forma de pirámide con escaleras a sus lados. Los seres alienígenas eran hombres mitad pez aunque hay relatos que los exponen con rasgos reptilianos. Ya establecidos en la Tierra, crearon un reservorio de agua, ya que necesitan de un ambiente acuático para vivir.

Seres con conocimientos astronómicos

Sirio. Crédito: NASA

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Los Nommo impartieron conocimientos al ser humano, sobre varios ámbitos como los principios de la vida, la moral y sobre el universo. Además de técnicas de cultivo, pesca y para mejorar el brote de las frutas. Según los antropólogos, Marcel Griaule y Germaine Dieterlen, cuatro sacerdotes dogones le compartireon toda la historia de estos dioses extraterrestres y su viaje desde la estrella Sirio, ubicada a 8.6 años luz de la Tierra.

Los sacerdotes le dijeron que este astro se llamaba Sigi Tolo y que tenía un acompañante invisible para el ojo humano. Esto es impresionante, ya que los Dogón no pudieron haberlo sabido sin un telescopio (que no poseían). El acompañante estelar es Sirio B y fue descubierto en 1862. Los sacerdotes también ya sabían que Sirio B tenía una órbita 50 años alrededor de Sirio A.

Esculturas de los Dogón. Crédito: Sailko / cliff1066 / Wikimedia Commons

En varias culturas se narra el contacto con seres anfibios o mitad pez con mucha sabiduría, como Oannes de Sumeria y Babilonia y Dagón de los asirios y filisteos (es mucha coincidencia que su nombre sea similar a la tribu africana y que sea una deidad mitad pez). Los relatos de esta tribu Dogón son un indicio fuerte de la presencia de alienígenas ancestrales en la antigüedad.

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