La búsqueda de nuevos mundos y de vida extraterrestre, podría no ser una tarea exclusiva de los humanos. La historia de un nativo americano nos muestra que la «Gente de las Estrellas» son científicos (alienígenas) interesados en explorar nuevos mundos.

Las historias de la Gente de las Estrellas están bien documentadas en la tradición de los nativos canadienses y los nativos norteamericanos. El Dr. Ardy Clarke, profesora emérita de la Montana State University que es Cherokee / Choctaw. Ella ha estado investigando a la Gente de las Estrellas y recolectando encuentros entre ellos y los nativos durante muchos años. Ella también creció en una familia donde ancianos le hablaron sobre las gente de las estrellas.

Ardy SixKiller Clarke, profesora emérita de la Montana State University

Ha escrito varios libros que documentan su investigación. Algunos contenidos de este artículo fueron tomados en de su libro, «Encounters With Star People, Untold Stories of American Indians».

La siguiente historia proviene del encuentro de Clarke con un hombre llamado Russell. Un indio nativo y un veterano de la guerra de Vietnam que creció siendo abusado en un internado religioso.

Libro «Encounters With Star People, Untold Stories of American Indians», de la autora Ardy SixKiller Clarke. (Amazon)

Encuentros con Gente de las Estrellas

La conversación entre ellos comienza así:

“Fue en el internado. Tenía unos siete años. El sacerdote me llevó a la capilla. Me dijo que me arrodillara. Dijo que tenía que quedarme allí todo el día a menos que hablara inglés. Cuando el sacerdote se fue, lo escuché cerrar la puerta. Recuerdo lo saladas que eran mis lágrimas y me preocupé de tener que orinar, cuando de repente apareció una luz fuera de la ventana de la capilla y apareció un ser. Al principio, pensé que era uno de los chicos mayores que venía a rescatarme. Pero en cambio, como iba a aprender, no era un niño mayor sino un viajero estrella. Me levantó, me abrazó y atravesamos la pared como si no estuviera allí. Me ayudó a escapar”.

Clarke le pidió que describiera al extraño ser:

“Eran como un robot. Más bichos que hombres, pero estaba tan feliz de estar fuera de la capilla y lejos de esas monjas y sacerdotes, que no me importaba. El mismo diablo podría haberme llevado al infierno y hubiera sido feliz. Creo que esta gente de las estrellas estaban mirando la escuela. Quizás mi padre tenía razón. Nos vigilan. De todos modos, me enseñaron el control mental. Me ayudaron a aprender a vivir con el dolor y a sobrevivir en aislamiento”.

¿Gente de las Estrellas? Petroglifo en Rock Legend cerca de la Thermopolis, Wyoming.

Clarke pregunto: «¿Cómo hicieron eso?».

“No lo sé. Pero después de ese primer incidente, nunca más volví a sentir dolor. Podría haberme arrodillado durante 58 horas en el suelo de la capilla y escupirle en la cara al sacerdote y arrodillarme 48 más. Simplemente no sentí nada. Cuando fui a Vietnam y fui capturado y torturado, no sentí dolor. Había aprendido a disociarme de mi cuerpo y a no sentir dolor.

Creo que la Gente de las Estrellas me entendió. Sabían cuando el estrés se estaba volviendo demasiado para mí. Ahí es cuando vendrían. Siempre fui de buena gana no porque me gustaran particularmente, sino porque podía escapar de una situación más incómoda”.

Extrañas experiencias

Clarke preguntó: «Quieres decir, ¿ir con la Gente de las Estrellas era más cómodo que permanecer en la escuela o en el ejército o en la cárcel?».

“Sí, sí y sí. Y si estaba con ellos, tenía el control.

Me enseñaron el control mental y aprendí a usarlo contra ellos. De hecho, encontraron bastante interesante mi habilidad para usar el control mental. antes de cooperar con ellos, les hice hacer cosas por mí. Estábamos en un campo de prisioneros. Poca comida. Les hice traerme fruta. En el internado me quitaron mucho las comidas. En el campo de prisioneros, ninguno de nosotros tenía suficiente comida, así que insistía en que me traigan fruta. Naranjas, manzanas, plátanos. Fue entonces cuando me enteré de que podía seguir con eso. Cuando les decía que necesitaba fruta, esta aparecía”.

Clarke preguntó: «A cambio de fruta, ¿qué tenías que hacer por ellos?».

“Someterse a sus exámenes físicos. Permitirles recolectar esperma y cualquier muestra que necesiten. Hicieron experimentos en mis ojos y nariz. Expuse mis ojos a varios líquidos, varios grados de luz. No tienen ojos como los nuestros ni narices. Creo que nuestros ojos encuentran curiosidad. Me sacaron mucha sangre”.

Existe una ancestral conexión entre los nativos americanos y la Gente de las Estrellas.

Luego explicó que le enseñaron cómo controlar su dolor y describió el procedimiento de la siguiente manera:

“Hay paneles y te colocan dentro de ellos. Los paneles se mueven; una parte se mueve en una dirección, otra parte se mueve en otra dirección. Se mueven cada vez más rápido hasta que te vuelves uno con los paneles y luego no sientes dolor”.

Clarke luego preguntó: «Explícame esto. Si pudieron venir a buscarte, ¿por qué no te ayudaron a escapar de la prisión y te devolvieron a la reserva? Después de todo, los militares habrían pensado que estabas desaparecido en acción».

“Quizás podría haber elegido esa ruta. Nunca lo exploré. Cuando estás en un campo de prisioneros, hay una camaradería que se desarrolla con la supervivencia. No había forma de que pudiera dejar atrás a mis amigos, y no había forma de que la Gente de las Estrellas los hubieran llevado a todos a un lugar seguro. Tienen algún tipo de principios sobre no interferir con vidas si cambia el curso de la historia. No creo que mi vida hubiera cambiado la historia, pero había un tipo con el que estaba que se convirtió en político. Otro se convirtió en director ejecutivo de una gran empresa. Entonces, tal vez eliminarlos los hubiera convertido en personas diferentes. De alguna manera entendí que eso no era una opción y no era algo que yo quisiera. El solo hecho de que vinieran a mí fue un alivio suficiente para estar prisionero. Lo hicieron manejable”.

Científicos que exploran otros mundos

Clark preguntó: «¿Por qué crees que la Gente de las Estrellas secuestra a los humanos?»

“Creo que son científicos que exploran nuevos mundos”.

Representación de un artefacto volador de la Gente de las Estrellas

Clarke luego preguntó: «¿Los ve como buenos o malos?»

“Los vi como buenos cuando me rescataron, pero también vi un lado malo. Los vi herir a la gente sin enseñarles a controlar el dolor. No parecía importarles.

Los vi secuestrar a mucha gente, pero la mayoría cuando estaba en el ejército, varias veces se llevaban a todos en nuestro cuartel. Incluso se llevaron nuestras armas”.

Clark preguntó: «¿Qué hicieron con tus armas?»

“Solo las examinaron. Nunca las guardaron. Cuando nos devolvieron al cuartel, ninguno de los muchachos recordaba el suceso. Siempre pensé que eso era extraño. Se lo mencioné a un chico una vez y me preguntó si estaba tratando de fingir locura para salir del servicio. Me dijo que no funcionaría”.

Las tradiciones, no solo de las historias de los indios americanos, sino de todas las culturas, están llenas de experiencias con lo que parecen ser seres benévolos. Dicho esto, también hay historias de lo contrario, o al menos de lo que percibimos que es lo contrario. Cuando se trata de la divulgación de los OVNIs de la corriente principal, que aún no se ha asociado tanto con el fenómeno extraterrestre, caracterizar el comportamiento de estos objetos como una «amenaza» parece ser un problema entre muchos.

Autor: Arjun Walia