Informante anónimo revela su identidad por primera vez, divulgando su trabajo en «Operaciones negras» y autopsias a más de 3.000 especímenes extraterrestres.

Emery Smith es el nombre de este informante. Él había permanecido los últimos 10 años revelando su trabajo de manera anónima. Estuvo involucrado en las llamadas «Operaciones negras», conocidas como «Black Ops» en inglés. Lo más impactante es su supuesta labor de técnico quirúrgico en bases militares subterráneas, enfocada en autopsias y exámenes patológicos de especímenes extraterrestres.

Las Operaciones negras son operaciones encubiertas sumamente clandestinas, realizadas por agencias del gobierno, unidades militares o paramilitares.

Emery Smith había estado utilizando el pseudónimo de «Paul» y era uno de los principales informantes de investigadores como David Wilcock y Corey Goode. Todavía lo sigue siendo. El video incrustado abajo es la entrevista donde revela su identidad, en el programa Cosmic Disclosure de David Wilcock:

Algo que llama la atención es que Smith se nota nervioso en la entrevista, como si estuviera sufriendo estrés. De hecho, él dice que ha sufrido todo tipo de persecución. Claramente los altos mandos militares de EE. UU. estarían molestos por todas las filtraciones de investigación extraterrestre en bases secretas. Smith dice que últimamente el asedio se había vuelto violento:

Me han disparado, me han apuñalado, he sido atacado por 3 agentes, dándome una paliza, es decir, he pasado por todo… Irrumpieron en mi casa, embistieron mi portón, mi portón de concreto, [para entrar] donde todo este material estaba guardado […]

Según Smith, estos «agentes» sólo pudieron haber sabido de ese material en cajas fuertes a través de imágenes de satélite: «esta gente definitivamente tenía imágenes de satélite perfectas».

¿Será estrés post-traumático lo que notamos en el comportamiento de Emery Smith?

Testimonio: laboratorio secreto en Nuevo México y autopsias extraterrestres

Según Smith, él comenzó en las Operaciones negras luego de mostrar gran eficiencia como técnico en cirugías para el ejército de EE. UU. Fue transferido a la Base de la Fuerza Aérea de Kirtland, en Nuevo México, en un laboratorio secreto subterráneo de la base.

En su primer día él recuerda haber descendido al menos 30 niveles en un elevador, para llegar a las instalaciones bajo suelo. Era su primera tarea en una sala de operaciones de la base subterránea: debía tomar muestras de diversos tejidos, catalogarlos, colocarlos en frascos y etiquetarlos, junto con otros médicos y técnicos.

Al comienzo eran muestras pequeñas, pero Smith comenzó a analizar muestras más grandes, de órganos completos. También comenzó a impresionarse porque las muestras eran de criaturas extrañas, que podrían haber sido obra de experimentos genéticos de criaturas híbridas, con ADN de distintos animales y hasta ADN humano.

Vista aérea de una parte de la Base Aérea de Kirtland, en Nuevo México, EE. UU. Crédito: Joe Mabel / Wikimedia commons.

Luego de 1 año ya era claro que había comenzado con autopsias a extraterrestres. Eran exámenes patológicos a partes de cuerpos y cuerpos completos de seres alienígenas. Smith narra la autopsia especial realizada a un ser de tipo reptiliano:

Era una piel de color tipo leopardo, era un torso, parecía que había sufrido una explosión, y tenía piel reptiliana. Tenía partes del cuerpo normales, como nosotros tenemos en nuestras entrañas, así que observé un bazo, un corazón, pulmones. La cara estaba muy distorsionada y destruida, así que no podría decirte como se miraba, pero tenía una estructura ósea perfecta, normal, como nosotros tenemos.

Estas operaciones se realizaban con mucho silencio, a los médicos no les era permitido realizar preguntas de la procedencia de los cuerpos. Emery Smith estaba fascinado y asustado al mismo tiempo por la naturaleza alienígena del trabajo patológico. Sin embargo, comenzó a sentirse perturbado cuando recibía cuerpos que se sentían todavía tibios, indicando que habían muerto unos momentos antes.

Emery Smith dice que el Acuerdo de confidencialidad que había firmado para trabajar en estas operaciones, ya había expirado, pero era mejor no hablar de asuntos que lo hicieran sentir incómodo, que sería peligroso para él mismo (incluso para David Wilcock). Este testimonio de autopsias extraterrestres es sorprendente, y se nota convincente y bien explicado. Según Smith, ya no era necesario mantenerse anónimo y esta revelación más bien podría ayudarle a su propia seguridad.

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