Las extrañas historias de “otras realidades” u “otras dimensiones” han dejado de solo figurar en libros para pasar a convertirse en tema concurrente en presentaciones, revistas y casos presentados en programas de misterio. Mucha gente ha narrado haber vivido un cambio a otra realidad o lo que creen que fue un “viaje a otra dimensión”. El caso que presentamos a continuación fue experimentado por una mujer al subir a un ascensor.
Esta historia fue contada en el sitio Reddit hace unos años y sigue siendo una de las más famosas y populares allí en el subreddit “Glitch in the Matrix”.
¿Qué significa hacer un “glitch en” Matrix? Una frase acuñada por primera vez en la película de 1999 The Matrix -que planteaba la idea de que la humanidad vive en una gigantesca simulación informática-, con el paso de los años un “glitch in the matrix” se ha convertido en la abreviatura de un ejemplo de un suceso inusual que no puede explicarse lógicamente.
Las fotografías del artículo pertenecen a la autora de la historia y fueron publicadas por ella en el mismo post.
Viaje a otra dimensión
La autora de la historia es una joven llamada Sidney Daniel. Un misterioso incidente le ocurrió en 2001, cuando tenía 8 años. Entonces, ella, junto con su madre, su hermano, su tía y su abuela, fue a Chicago a ver los fósiles de un dinosaurio llamado Sue.
Sidney Daniel narra su experiencia de la siguiente manera:
“Esto ocurrió cuando tenía unos 8 años en 2001. Mi madre, mi hermano, mi tía y mi abuela habían viajado a Chicago para ver al dinosaurio Sue. Nos habíamos alojado en un hotel cercano durante unos 5 días. Era muy lujoso, nuevo y, en general, muy bonito.
Durante esos 5 días, mi madre me dejaba correr hacia el ascensor cuando volvía a nuestra habitación después de nadar, coger hielo, etc., y me dejaba subir sola, ya que nuestra habitación estaba justo a la izquierda del ascensor cuando te bajabas, y mi abuela siempre tenía la puerta abierta.
Así que un día, al volver de la piscina, literalmente recién salido (con el pelo mojado, el traje y la toalla), hice lo mismo, me adelanté y entré en el ascensor. Pulsé el botón de la 7ª planta. Sólo hay un ascensor en este hotel. Una vez que llegué a la 7ª planta, que conocía por los carteles del exterior del ascensor, me dirigí a la segunda puerta de la izquierda, como había hecho quizá 20 veces antes esa semana. Llamé y llamé. Nada”.
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Viaje en ascensor a otra realidad
Sidney Daniel continúa narrando el incidente vivido:
“Recuerdo que en ese momento me sentí extrañamente ‘alarmada’. Es la mejor manera de describirlo. Aunque era lo suficientemente inteligente como para saber que siempre podía volver al vestíbulo, o que mi madre llegaría en breve. Así que mientras me preguntaba por qué mi abuela no respondía a la puerta, regresé los pocos metros que había hasta el ascensor.
Y esperé a mi madre y a mi hermano. Vi en la pantalla que el ascensor llegaba a la planta 7, la planta en la que yo estaba. QUE ESTABA CLARAMENTE ESCRITO EN EL CARTEL. Veo la luz y oigo el tintineo del ascensor. Las puertas se abren, vacías.
En este punto, sólo SIENTO que algo está MUY mal, y vuelvo a la puerta, llamando y llorando ahora, con frío porque todavía estoy muy mojada de la piscina. Finalmente, después de no más de 1 minuto, una mujer muy mayor abre la puerta y dice: ‘Querida, ya te dije ayer que esta no es tu habitación’.
NUNCA había estado allí ayer. Entonces me dijo: ‘No pasa nada. Lo siento mucho, pero estoy al teléfono con mi hijo. Dale unos minutos más, tu madre va a venir’. Y cerró la puerta. Me quedé de piedra jajaja. ¡¡¡Y cómo puede alguien cerrar la puerta a un niño que llora y que ha perdido a su madre, sobre todo una mujer que parecía el tipo de abuela cariñosa!!!”
Sidney Daniel agregó:
“Casi inmediatamente después de cerrar la puerta, el ascensor se abrió, y mi madre salió corriendo llorando y me agarró. Decía: ‘¡¡¡Cariño, dónde estabas!!!? Nunca he estado tan preocupada’. Luego fue a abrir la puerta. No era nuestra habitación. Estaba aturdida. Todo el tiempo que estoy tratando de explicar que había estado aquí. Y mi línea de tiempo de los acontecimientos sólo había sido de unos 5 minutos.
Ella todavía abrazándome y sosteniéndome, como que se puso en piloto automático y volvió a entrar en el ascensor conmigo. Presionó el 7 de nuevo. Las puertas se cerraron muy brevemente y luego se volvieron a abrir. El ascensor no se movió en absoluto. Una vez que la puerta se abrió, ambos vimos a mi abuela de pie en la segunda puerta a la izquierda llorando. Y luego muy contenta, corriendo a abrazarnos.
Al parecer, llevaba 45 minutos desaparecida. Llamaron a la policía, todos los pisos habían desaparecido también, seguían llamando a todas las puertas, abriendo incluso las habitaciones vacías y cerradas.
Al parecer, mi madre había decidido ir una vez más a mirar la piscina para ver si yo había vuelto allí. Luego, tras verla vacía, volvió a tomar el mismo y único ascensor hasta el 7. Sólo que esta vez, de las otras múltiples veces de ese día, me encontró. Y, no sólo eso, claramente no estábamos en el ascensor escondidos. Ya que era la única. Y la policía y el personal habían subido y bajado del ascensor múltiples veces buscándome.
Todavía hablamos de ello hasta el día de hoy y no podemos explicarlo. Mi pelo todavía estaba mojado. La policía estaba un poco enfadada hasta que el personal del hotel sacó la cámara que me mostraba subiendo al ascensor, pero sin llegar a bajar”.
Suceso inexplicable
Sidney Daniel continúa narrando:
“Luego, lo más espeluznante, fue que cuando mi madre se subió desde el vestíbulo, se la ve subir, luego pasan DIEZ minutos, y luego se baja en el piso 7 con yo en brazos. Revisaron todas las cámaras, en TODOS los pisos, que tenían ángulos muy claros del ascensor en cada piso. NADA.
Te juro que el personal estaba alucinado, al igual que la policía. Estaban casi convencidos de que alguien me había cogido y se asustaron y me dejaron poco después. No sabían por qué mi pelo seguía mojado. Pero no pudieron refutar las cámaras, ya que eran de alta resolución, funcionaban correctamente y todo.
Siempre he querido volver a llamar y ver si siguen hablando de ello años después. Pero no quiero meterme con eso. Porque ni siquiera veo que el evento sirva para algo, ¿sabes? No tengo ni idea de quién era la mujer, ni nunca pude identificarla.
Porque para la investigación, incluso después de encontrarme, cerraron el hotel y todas las posibles salidas y tenían un perímetro. Por cierto, Chicago no se anda con chiquitas con los posibles secuestros. Todos los huéspedes del hotel estaban más que felices de ayudar. Mujeres de 50 años en adelante, todas dejaron de buena gana que la policía tomara fotos. Ninguno de ellos era la mujer. Esta mujer tenía ojos muy azules, pero MUY azules.
La única conexión posible que se me ocurre, es que la mujer y yo teníamos ojos casi idénticos. Tengo un color un poco raro para lo oscuro que es mi pelo. No sé…”
¿Cómo explicar el raro evento vivido por Sidney Daniel? Ella, como dice, hasta ahora no encuentra explicación.
¿Se encontró con una versión de ella misma en otro tiempo, en otra dimensión? ¿Quién era esa extraña mujer que actuaba de forma incomprensible? ¿Por qué actuaba así? Acaso, ¿la mujer de ojos muy azules, era consciente de lo que estaba ocurriendo?
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