Se cree que los principales megalitos del mundo están ubicados en Egipto, Sudamérica o India. Sin embargo, pocos conocen de las enormes estructuras subterráneas de Kabardino-Balkaria, en Rusia. Un enorme complejo que se creó alrededor de una gran pirámide y que podría esconder una leyenda.
Una reciente investigación reveló la existencia de un misterioso sistema de túneles y cámaras subterráneas cerca del pueblo de Zayukovo. Es posible, que estas estructuras se relacionen con la leyenda de la “Ciudad Vieja”, una construcción hecha por los “Antiguos”.
La leyenda de Kebardino-Balkaria
De acuerdo a la leyenda, la ciudad se ubica tanto por encima, como por debajo de la superficie. Uno de los ancianos locales relató una historia de su niñez a Vadim Chernobrov, jefe de la Asociación de Investigación Pública de toda Rusia “Cosmoposysk”; unos jóvenes habían entrado a una enorme ciudad subterránea con plazas, calles, casas, pero sin personas. Incluso había un río subterráneo que conducía a una plaza central donde había un monumento. Como una piedra sagrada.
El lugar está a una altitud de un kilómetro sobre el nivel del mar. El equipo de Cosmoposysk fue llevado a un pequeño agujero en la montaña por los residentes. La entrada medía unos 40 centímetros de diámetro, pero según los locales, la leyenda cuenta que si se consigue acceder por ahí, llegarás a la “Ciudad Vieja”.
Los investigadores descendieron por una enorme mazmorra que se expandía gradualmente, de docenas o cientos de metros. Cuando examinaron el terreno circundante, descubrieron una gran grieta. Los expertos concluyeron que se trataba de la entrada principal, ya que era poco probable que el estrecho agujero en la montaña haya permitido el acceso a sus habitantes.
Un segundo hallazgo, esta vez hecho por el espeleólogo Arthur Zhemukhov, reveló una grieta en el suelo que, al excavarla, mostró una enorme cavidad subterránea. Cuando su equipo acudió al lugar, descubrieron que era una construcción artificial hechos con bloques de piedra lisa, similares en tamaño a los de las pirámides egipcias, unidos entre sí. Cada uno de ellos con pesos de 50 a 100 toneladas que, a pesar de contar con grietas, se evidenciaba un trabajo impecable.
Lo poco que se ha podido explorar de la mazmorra, revela que su tamaño es colosal, al punto de que la luz de las linternas no alcanza su final. Los expertos creen que se trata de una pirámide subterránea, con un fin tecnológico más que sagrado. De hecho, Chernobrov asegura que parece un «resonador o un dispositivo de investigación sismológica, minería o una especie de generador de energía. Algo que no se ha registrado en el pasado».
Una historia similar a las pirámides egipcias, que las hipótesis sugieren que más que monumentos funerarios, eran enormes máquinas generadoras de energía.
Los expertos han descubierto que los restos de la Ciudad Vieja se conectan de una u otra manera con esta pirámide subterránea.
¿Conexión con otras ciudades subterráneas?
Esta no sería la primera vez que esto sucede; en Turquía se encontró una ciudad de 8 pisos de profundidad cerca de Derinkuyu, con viviendas permanentes para unas 50.000 personas, junto a lugares para almacenamiento, ventilación y fuentes de agua. Pero este milagro arquitectónico ahora se une a una docena de ciudades subterráneas esparcidas por el mundo.
Algunas tienen conexiones entre ellas, sin importar las distancias enormes, también se ha captado una especie de zumbido el cual depende del paso del aire, pero que se escucha en cada una.
En caso de que se confirme la existencia de una ciudad subterránea bajo Kayukovo, la enorme pirámide podría considerarse una especie de instalación técnica que garantizaba su sustento.
Los rumores sobre el hallazgo de una cueva misteriosa en el norte del Cáucaso empezaron en 2011. La expedición «Cosmopoice», enfocada en la inspección de leyendas sobre ciudades subterráneas, se hizo en los meses anteriores. Después, miembros individuales visitaron la zona. En ese tiempo se realizaron trabajos de penetración y mapeo del complejo subterráneo.
La mayoría de las leyendas provienen de historiadores locales. La entrada descubierta es una galería vertical de 40 a 90 centímetros de ancho, muy parecida a una prolongación o chimenea de una cavidad tecnológica, oculta en el suelo y perteneciente a constructores desconocidos.
Entre los miembros de la expedición que descendió a la cueva, se encontraban los espeleólogos Igor Commel y Pavil Sofyin, quienes fueron de los primeros en hablar sobre el descubrimiento.
Hicieron referencia a un pasaje sinuoso y angosto, por el que un hombre podría pasar con mucha dificultad, el cual llevaba a una enorme sala de 100 metros de diámetro.
A pesar de la euforia inicial, las investigaciones continúan. Actualmente, los argumentos de que las cavidades se construyeron de manera artificial siguen vigentes. Sin embargo, expertos como Vera Davidenko, jefa de la expedición de exploración geológica Kabardino-Balkaria, no están de acuerdo con esa teoría:
“En cuanto a si las cuevas subterráneas tienen un origen artificial, la cuestión es controvertida. El sitio Zayukovo es una mezcla de materiales expulsados por la actividad volcánica: cenizas, fragmentos de lava, vidrio volcánico y, en menor medida, fragmentos de rocas del cráter. El material de emisión durante la acumulación estaba caliente y, por lo tanto, las grietas se formaron por separado, es decir, toda la matriz tocada resultó estar como si estuviera rota en bloques. Otra cosa es especular que la cavidad natural pudo haber sido utilizada por pueblos antiguos”.
Sin embargo, las leyendas locales defienden la existencia de antiguas ciudades subterráneas, por lo que los mitos podría basarse en hechos reales que ocurrieron hace miles de años.
Una construcción artificial
Los espeleólogos que bajaron a la cueva pudieron ver y fotografiar las uniones entre los bloques con esquinas redondeadas, estudiaron una posible solución para las juntas de los bloques y la expusieron al doctor Alejandro Pankrattenko, Profesor de Ciencias Técnicas en la Universidad Estatal de Minería de Moscú, confirmando que era una especie de material reafirmante.
En el interior de la cueva, la ventilación es perfecta y la humedad es prácticamente nula. Víctor Kotliarov, autor de más de 50 libros de historia, etnología y orografía del Cáucaso, aseguró que enseñó fotos de las minas a muchos geólogos, incluyendo algunos de otros países, y la mayoría se inclinó por un origen artificial nunca antes visto.
En lo profundo de la montaña se encontró una mina vertical a la que se puede descender a través de cuerdas. En un principio, las paredes son dos losas de piedra monolíticas verticales. Ningún sonido es capaz de entrar, generando un silencio opresivo.
A los nueve metros de profundidad hay una cámara horizontal, suspendida sobre el abismo. Al cabo de veintitrés metros, un nuevo quiebre y un nuevo descenso vertical.
La profundidad total alcanza los ochenta metros y el tiempo de inmersión, incluso para expertos, es de al menos una hora. Los miembros de la expedición llamaron al complejo «Cuello de botella».
La habitación al fondo, donde llegó el investigador, la llamaron «Bandera». Este salón es una gran sala, absolutamente oscura, donde la luz de las linternas revela una enorme columna que parece flotar en el aire. La columna no alcanza el techo de la cueva y no se apoya en el suelo, está adosada a la pared sólo por su cara posterior.
Múltiples túneles se despliegan del oscuro salón, ninguno construido para la movilización humana. Los científicos aún esperan explorarlos usando equipos sísmicos.
Mientras esas exploraciones suceden, los rumores y teorías de que son construcciones hechas por el hombre continúan. Los muros hechos de bloques similares a las pirámides, perfectamente lisos y con ángulos de 90 grados así lo sugieren.
Relación con otras teorías
La hipótesis de los investigadores, sugiere que hace 5.000 años, los «Antiguos» construyeron la «Ciudad Antigua», usando conocimientos avanzados en ingeniería. La pregunta sería ¿Para qué lo construyeron estos habitantes del Cáucaso?
Otras teorías sugieren que la construcción estuvo en un principio en la superficie. Pero incluso así, sigue siendo un misterio su elaboración. Por desgracia, no se ha encontrado ningún residuo orgánico que permita determinar la época en la que se usó la ciudad subterránea. La única forma de confirmación indirecta, pero que aún no es confirmada, es el uso del lugar como sitio religioso por los locales.
Las locales aun cuentan las leyendas antiguas sobre la vida en la ciudad como historias reales. Algunas de ellas hacen mención de gigantes. En otras zonas cercanas hay estructuras de piedra similares a hongos y su origen es igual de desconocido.
Existe evidencia de que, durante la Segunda Guerra Mundial, investigadores de la SS llegaron a estos lugares mientras buscaban la entrada al Shambhala. Los lugareños relataron que parecían buscar el Santo Grial que, creían, se escondía en dichas cuevas.
La división alpina de la Wehrmacht también realizó expediciones en la zona, colocando una bandera en el Monte Elbrús, a 5.642 metros de altura, la montaña más alta de Kebardino-Balkaria.
En 2015 se localizaron los restos de una compañía de soldados de la división Edelweiss que fue sepultada por una avalancha. En el macizo de Kharakhora, cerca de ese mismo lugar, se encontró un maletín con el logo de Ahnenerbe en una cueva de 78 metros. En su interior había cráneos y huesos no identificados.
También se dice que Hitler consideraba el Cáucaso como un “Centro de poder terrenal”, quizás el más importante de todos a la par del Tíbet.
Las leyendas son muchísimas, las teorías son varias y las respuestas escasean. El complejo subterráneo Kebardino-Balkaria continúa siendo todo un misterio lleno de enigmas.
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