Durante décadas, los archivos militares de Estados Unidos han sido escenario de teorías, programas clasificados y relatos que rozan los límites de lo posible. Uno de los más enigmáticos es el Proyecto Preserve Destiny, conocido por las iniciales PPD. Su existencia fue dada a conocer por Dan Sherman, un exsargento de la Fuerza Aérea estadounidense que afirmó haber sido parte de un programa de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) orientado a establecer contacto telepático con seres extraterrestres. Los detalles revelados, junto con una sorprendente respuesta oficial obtenida mediante la Ley de Libertad de Información (FOIA), han convertido este caso en uno de los más debatidos de los últimos años.

Los orígenes de un testimonio militar

Dan Sherman ingresó a la Fuerza Aérea en 1982 y sirvió hasta 1994. Su carrera, inicialmente técnica, dio un giro cuando fue seleccionado para un programa de entrenamiento especial en la NSA, ubicado en Fort Meade, Maryland. Allí, según su testimonio, fue instruido como “comunicador intuitivo”, un rol que combinaba habilidades de inteligencia electrónica con una forma de comunicación extrasensorial.

En su libro publicado en 1998, titulado Above Black, Sherman relató cómo su adiestramiento incluía ejercicios mentales enfocados en la percepción remota y la recepción de mensajes mentales procedentes de fuentes no humanas. Más tarde, fue destinado a la base aérea Offutt, en Nebraska, donde asegura haber mantenido contacto regular con seres extraterrestres denominados “grises“. Según explicó, esos intercambios no eran simbólicos ni metafóricos, sino comunicaciones telepáticas codificadas, transmitidas a través de patrones mentales específicos.

El propósito del Proyecto Preserve Destiny

De acuerdo con el relato de Sherman, el objetivo del PPD era desarrollar una red de individuos capaces de comunicarse con entidades no humanas en previsión de un evento futuro de contacto directo. El programa habría sido impulsado por la NSA como una medida preventiva para gestionar una transición tecnológica y biológica entre especies.

Sherman sostuvo además que su participación no fue casual. Según explicó, su madre habría sido abducida en los años sesenta y sometida a procedimientos genéticos durante el embarazo, con el fin de modificar su ADN. Esa alteración habría permitido que Sherman naciera con capacidades telepáticas latentes que lo convertirían en un enlace entre humanos y entidades extraterrestres. Estas afirmaciones, que combinan elementos de biología experimental y parapsicología, configuran una narrativa que desborda el marco habitual de la inteligencia militar.

Dan Sherman, exsargento de la Fuerza Aérea estadounidense. Crédito de imagen: Jesse Michels / Youtube

Las respuestas oficiales y la huella administrativa

Uno de los aspectos más llamativos de este caso surgió en 2023, cuando el periodista Noah Hradek, del portal Medium, presentó una solicitud FOIA para verificar la existencia del programa. La Fuerza Aérea respondió indicando que la información relativa al Proyecto Preserve Destiny caía bajo la jurisdicción de la NSA y remitió la solicitud al organismo. Aunque la respuesta no confirmaba detalles del programa, el hecho de que la NSA apareciera como entidad responsable fue interpretado como una validación indirecta de que el proyecto había existido al menos en algún nivel administrativo o documental.

La referencia oficial también reforzó el argumento de quienes investigan la posible conexión entre agencias de inteligencia y programas experimentales de comunicación no convencional. Según Hradek, esta derivación oficial constituye “la primera prueba documental de que el PPD formó parte de la infraestructura de inteligencia estadounidense, aunque su propósito real permanezca clasificado”.

La dimensión tecnológica y biológica del proyecto

Los relatos reunidos por portales especializados, amplían la descripción del programa al señalar que el entrenamiento de Sherman incluía la recepción de señales mentales traducidas en impulsos eléctricos, un intento de crear una interfaz entre el pensamiento humano y sistemas de comunicación desconocidos. En ese marco, se mencionan colaboraciones con empresas privadas que trabajaban para la DARPA, entre ellas Noise Cancellation Technologies, dedicada al desarrollo de dispositivos de supresión acústica y control electromagnético.

De ser cierto, el PPD habría operado en la intersección de la ingeniería genética y la neurotecnología aplicada a la comunicación interespecies. Sherman describió su rol como el de un “receptor consciente” de información, encargado de registrar los mensajes en una interfaz digital sin comprender del todo su contenido. Los datos recibidos, según dijo, se almacenaban en un sistema seguro y eran analizados posteriormente por especialistas de inteligencia.

Un programa negro dentro de la NSA

Los denominados “black programs”, o programas negros, son proyectos secretos con presupuestos no declarados y objetivos clasificados, normalmente vinculados a defensa, espionaje o experimentación avanzada. Sherman asegura que el PPD pertenecía a esta categoría y que sólo un reducido grupo de personas dentro de la NSA y la Fuerza Aérea tenía conocimiento de su existencia.

Durante su servicio, recibió órdenes de no divulgar nada sobre las operaciones y de destruir cualquier registro personal. Sin embargo, tras abandonar la institución, decidió publicar su testimonio alegando motivos éticos y el derecho del público a conocer la verdad sobre la participación humana en programas de contacto extraterrestre. El resultado fue su libro y una serie de conferencias en las que describió el entrenamiento, las comunicaciones y las implicaciones éticas del proyecto.

Críticas, verificaciones y controversias

El caso de Sherman ha generado posturas encontradas. Investigadores independientes como Richard Geldreich afirman haber verificado los datos de su servicio militar, lo que confirma al menos que el hombre realmente trabajó para la Fuerza Aérea en los periodos que menciona. No obstante, ningún documento público o desclasificado ha demostrado la existencia del PPD con las características que él describe.

Los críticos sostienen que los relatos de manipulación genética y telepatía carecen de respaldo empírico y que la respuesta del FOIA podría interpretarse como una simple referencia burocrática. Otros señalan que el testimonio de Sherman coincide con narrativas comunes dentro de la ufología contemporánea, en particular las relacionadas con híbridos humano-alienígenas y comunicación psíquica, conceptos presentes en casos de abducción reportados desde mediados del siglo XX.

Crédito de imagen: DALL-E

Un posible marco interpretativo

Más allá de su literalidad, el relato de Dan Sherman puede leerse como una manifestación del vínculo entre tecnología, poder y creencia en la era digital. La idea de que agencias gubernamentales experimenten con la conciencia o el ADN humano refleja un temor recurrente: la pérdida del control sobre la naturaleza humana ante un aparato científico-militar que actúa fuera del escrutinio público.

Si el PPD existió, habría sido un intento de extender la comunicación humana más allá de los límites biológicos, lo que sugiere una visión de la inteligencia como fenómeno universal. Si no existió, el caso se convierte en un mito moderno que encarna la fascinación por lo oculto y la sospecha hacia la autoridad tecnológica. En ambos escenarios, el resultado es el mismo: la historia alimenta el debate sobre la relación entre conocimiento, secreto y poder.

Reflexión final

El Proyecto Preserve Destiny continúa siendo una de las historias más discutidas en la frontera entre la ciencia y la conspiración. Las pruebas disponibles son insuficientes para confirmarlo, pero su persistencia en foros y medios independientes muestra que las narrativas sobre contacto y manipulación genética siguen despertando interés.

El relato de Dan Sherman combina el lenguaje técnico de la inteligencia militar con los elementos clásicos de la ufología: abducciones, híbridos, telepatía y secretos de estado. Esa mezcla, difícil de verificar, es también lo que mantiene viva la discusión. En última instancia, el caso plantea una pregunta que trasciende lo sobrenatural: hasta qué punto los gobiernos podrían estar explorando aspectos de la mente y la biología humana que permanecen ocultos a la ciencia pública.

Si algún día se desclasifican los archivos relacionados con el PPD, la humanidad podría enfrentar una de dos conclusiones: o bien se confirmará uno de los experimentos más extraordinarios jamás concebidos, o se demostrará que la mente humana es capaz de construir relatos tan complejos que imitan la estructura misma del misterio.

Aunque el audio del siguiente vídeo se encuentra en inglés, usted puede activar los subtítulos en español. En caso desconozca cómo hacerlo, puede consultar esta GUÍA.

Referencias: “Dan Sherman and ‘Project Preserve Destiny’ Confirmed”, por: Noah Hradek (Fuente)

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Por: CodigoOculto.com