Oannes o Uanna fue un antiguo semidios mitad pez mitad humano presente en la mitología de la antigua Sumeria. Según el relato, hizo su aparición en el golfo Pérsico, y se acercó a los humanos, instruyéndolos en diversos conocimientos como letras, matemáticas, arquitectura, etc. Se dice que, para los babilonios Oannes era el mismo Ea o Enki, otros lo identificaron con Adapa.

La literatura sumeria está considerada uno de los textos escritos más antiguos de la historia de la humanidad. Narra la historia de los dioses Anunnaki y la historia humana desde sus inicios. Los textos sumerios tienen varios ejemplos que insinúan la conexión entre la especie humana y los extraterrestres. Hay leyendas que hablan de dioses antropomorfos en varias culturas antiguas del mundo, incluida la leyenda de Oannes, una deidad que vino del mar y enseñó a los sumerios todos los conocimientos avanzados para establecer una civilización.

Desde tiempos inmemoriales, la gente ha contado historias sobre seres divinos poco comunes que les aportaron los conocimientos necesarios para crear un mundo civilizado. Las culturas antiguas atribuyen a estas criaturas una sabiduría excepcional y habilidades versátiles. Los antiguos incluso reconocían que estas misteriosas criaturas eran las responsables de la construcción de su civilización.

Las primeras civilizaciones altamente desarrolladas aparecieron en el territorio de Mesopotamia, cuyo pueblo adoraba a los dioses Anunnaki. Los pueblos de estas culturas tenían un sistema de creencias religiosas muy desarrollado, en el que coexistía toda una masa de seres divinos llegados del cielo. Los más famosos eran los Anunnaki, un grupo de seres insólitos liderados por Enki y Enlil.

Sin embargo, en Mesopotamia también se hablaba de un grupo de siete maestros llamados Apkallu, que trajeron la cultura y la civilización a los humanos. Cada uno de los siete sabios enseñaba a la gente, impartiéndoles conocimientos sobre diversos temas. El maestro más antiguo e importante era un ser misterioso, al que los sumerios y babilonios llamaban Oannes o Adapa o Uanna.

Oannes, el híbrido pez y humano

Oannes, según lo describió el sacerdote babilonio Beroso el Caldeo, tenía la forma de un pez pero con cabeza de hombre bajo su cabeza de pez y bajo su cola de pez, los pies de un hombre.

Bajorrelieve (probablemente) de una figura de Apkallu del templo de Ninurta en Nimrud. La figura también porta un artefacto similar a un bolso, como tantas otras halladas. Crédito de imagen: Wikimedia Commons

Beroso el Caldeo describió a esta entidad de la siguiente manera:

“En aquel tiempo, existían en Babilonia muchas tribus diferentes, vivían de forma bárbara, como animales en el campo. Desde hacía un año, Oannes apareció en la costa bañada por las aguas de Eritrea, en la frontera con Babilonia. Tenía cuerpo de pez, por lo que había otro humano bajo la cabeza de pez, de la cola de pez le salían piernas parecidas a las humanas. Su lenguaje era humano”.

¿Podría indicar la descripción del aspecto de Oannes que llevaba algo parecido a un traje?

Beroso dice que la criatura pasaba sus días con los hombres, sin comer nunca nada, pero enseñando a los hombres las habilidades necesarias para escribir y para hacer matemáticas y para todo tipo de conocimientos: cómo construir ciudades, fundar templos y hacer leyes. Enseñó a los hombres a determinar las fronteras y a dividir la tierra, también a plantar semillas y luego a cosechar sus frutos y verduras. En resumen, enseñaba a los hombres todas aquellas cosas conducentes a una vida asentada y civilizada.

Parece que la descripción de Oannes resulta muy importante, ya que existen ejemplos similares de seres en otras culturas. En la Biblia, el arcángel Rafael, que acompañaba al profeta Tobías, se comportaba del mismo modo.

Al otro lado del mundo, en la selva amazónica vive la tribu de los indios Kayapo, que cuentan historias sobre una criatura llamada Bep Kororoti. Según sus relatos, el maestro divino Bep Kororoti no comía ni bebía nada y vestía algo parecido al traje espacial de un astronauta. Los indios kayapo nunca tuvieron contacto con los sumerios, pero la descripción del misterioso sabio es notablemente similar.

El semidios Oannes saliendo del mar. Crédito de imagen: Pinterest

Oannes mencionado por Carl Sagan

La historia de Oannes es tan curiosa que incluso el famoso astrónomo Carl Sagan se interesó por él. En su libro “Vida inteligente en el Universo“, publicado en 1966, reconoció la descripción de Oannes como un ejemplo de posible contacto con seres extraterrestres en la antigüedad.

Sagan escribió que seres como Oannes podrían ser alienígenas del espacio exterior interesados en las enseñanzas de la humanidad, y que con su aparición se produjeron grandes cambios culturales.

Carl Sagan describió la historia de Oannes como:

“…una leyenda que más se aproxima a algunos de nuestros criterios para un mito de contacto genuino… Tomada al pie de la letra, la leyenda sugiere que el contacto ocurrió entre seres humanos y una civilización no humana de inmensos poderes en las costas del Golfo Pérsico, tal vez cerca del sitio de la antigua ciudad sumeria de Eridu, y en el cuarto milenio a.C. o antes….

La civilización sumeria es descrita por los propios descendientes de los sumerios como de origen no humano.

Una sucesión de extrañas criaturas aparece a lo largo de varias generaciones. Su único propósito aparente es instruir a la humanidad. Cada uno conoce la misión y los logros de sus predecesores”.

Parece incomprensible que los dioses que se representan como una deidad del espacio exterior salgan del mar en lugar de venir del cielo. En los relatos de las culturas antiguas, los dioses solían vivir en los mares, desde donde salían a la superficie con la ayuda de misteriosas casas voladoras o bolas de luz.

No sólo Oannes vino de las profundidades de los mares, sino que Viracocha y Salomón Adaro hicieron lo mismo.

La historia de Oannes es otro ejemplo de un maestro inusual que enseñó a los primeros pueblos. ¿Es sólo un mito que no tiene lugar real o existieron realmente personajes como Oannes? El número de relatos de sabios divinos que encontramos en culturas sin contacto es asombroso. Tal vez, hace mucho tiempo, llegó a la Tierra una civilización desarrollada de seres inteligentes, y sus representantes enseñaron a los primeros pueblos, transmitiéndoles conocimientos sobre diversos temas.

[H/T: H&W]

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