¿Podría estar hueca la Luna?

En esta segunda entrega, seguimos explorando los misterios de la Luna y lo que no se dice de ella. (Puede leer la primera parte aquí).

“Quizá lo más extraño de todas las anomalías sean los numerosos indicios de que la Luna podría estar hueca. Los estudios de las rocas lunares indican que el interior de la Luna difiere del manto de la Tierra en formas que sugieren un núcleo muy pequeño o ninguno en absoluto. Un estudio de 1962 descubrió que el interior de la Luna es menos denso que el exterior”. – Jim Mars, de su “Our Occulted History“.

¿Es hueca la Luna? Muchas mentes intelectuales parecen pensar que sí, estas teorías siguen siendo consideradas poco convencionales y antiguas por la corriente dominante.

En 1962 Gordon MacDonald, un científico de la NASA, publicó un artículo que decía: “De hecho, parecería que la Luna es más como un hueco que como una esfera homogénea.”

Según Sean C. Solomon, del MIT, los experimentos del Lunar Orbiter mejoraron enormemente nuestro conocimiento del campo gravitatorio de la Luna, lo que indica la posibilidad de que la Luna sea hueca.

La prueba más sorprendente de que la Luna podría estar hueca se produjo el 20 de noviembre de 1969, cuando la tripulación del Apolo 12, tras regresar a su nave de mando, hizo que la etapa de ascenso del módulo lunar (LM) se estrellara contra la Luna, creando un terremoto lunar artificial. El LM golpeó la superficie a unas cuarenta millas del lugar de aterrizaje del Apolo 12, donde un equipo sísmico supersensible registró algo tan inesperado como asombroso: la Luna reverberó como una campana durante más de una hora.

Pero, según un artículo escrito en Popular Mechanics:

“Pero ahora sabemos que hay una muy buena explicación científica para ello. Que sepamos, no hay mucha agua en la Luna, sobre todo en forma de hielo; y la Luna es más seca y mucho más rígida que la Tierra. Por tanto, la composición de la Luna permite que las vibraciones ‘suenen’ y se prolonguen durante mucho más tiempo”.

¿Cómo podemos estar tan seguros de esta teoría? Se trata simplemente de una teoría que intenta desacreditar a otra.

Terry Hurford, geofísico de la NASA, trabajó en el Experimento de Investigación y Vigilancia del Subsuelo Lunar (SUBLIME), que “cartografiaría el núcleo de la Luna” y reuniría aún más datos sobre los terremotos lunares para el programa Artemis, por ejemplo. Según él, “nuestra comprensión del interior de la Luna sigue siendo rudimentaria y limitada”, afirma en un artículo de la NASA de 2020.

¿Cómo llegó la Luna hasta donde está?

La sabiduría convencional nos dice que sí, que la Luna pudo originarse en otro lugar y que en algún momento llegó a orbitar nuestro planeta. Nos dice que se formó a partir de escombros después de que un objeto espacial chocara contra la Tierra, mientras que otra teoría afirma que la Tierra capturó la Luna a través de su atracción gravitatoria cuando vagaba por el sistema solar.

A pesar de ello, nuestras teorías actuales se aceptan como hechos. Pero no hay pruebas absolutas de la hipótesis convencional. Según Isaac Asimov, escritor estadounidense y profesor de bioquímica en la Universidad de Boston, la Luna era demasiado grande para haber sido capturada por la Tierra. Creía que las probabilidades de que se produjera tal captura y de que la Luna quedara entonces en una órbita casi circular alrededor de la Tierra eran demasiado pequeñas para hacer creíble tal eventualidad.

Asimov creía que no había ninguna razón astronómica para que la Luna y el Sol encajaran tan bien. Es la más pura de las coincidencias, y sólo la Tierra entre todos los planetas está bendecida de esta manera.

Otros miembros de la Academia Soviética de Ciencias (Vasin y Scherbakov, 1970), dirigida por el Gobierno ruso, publicaron un artículo titulado: “¿Es la Luna la creación de una inteligencia extraterrestre?“.

Este artículo ofrecía otra explicación de cómo la Luna pudo haber sido creada, tal vez artificialmente por otra inteligencia.

“Es más fácil explicar la no existencia de la Luna, que su existencia”.
– Robin Brett, científico de la NASA

Como se puede ver, es complicado. Básicamente no lo sabemos, por eso hay tantas teorías. Nuestros sistemas de creencias y la disonancia cognitiva pueden interferir con nosotros incluso considerar algunas de estas teorías.

La Luna está en un círculo casi perfecto, todo el tiempo sincronizada con su período de revolución, por lo que un lado siempre mira hacia la Tierra.

Como señala Jim Mars:

“Esta órbita circular es especialmente extraña, teniendo en cuenta que el centro de masa de la Luna se encuentra más de un kilómetro y medio más cerca de la Tierra que su centro geométrico. Este hecho por sí solo debería producir una órbita inestable y tambaleante, del mismo modo que una pelota con su masa descentrada no rodará en línea recta.”

Mars agrega:

“Es importante recordar que algo tuvo que poner a la Luna en o cerca de su actual patrón circular alrededor de la Tierra. Del mismo modo que una nave espacial Apolo que gira alrededor de la Tierra cada 90 minutos a 160 kilómetros de altura tiene que tener una velocidad de aproximadamente 18.000 mies por hora para mantenerse en órbita, algo tuvo que dar a la Luna la velocidad precisa requerida para su peso y altitud… El punto -y es uno que rara vez se señala al considerar el origen de la Luna- es que es extremadamente improbable que cualquier objeto simplemente tropiece con la combinación correcta de factores necesarios para mantenerse en órbita. ‘Algo’ tuvo que poner a la Luna a su altitud, en su rumbo y a su velocidad. La pregunta es: ¿qué fue ese ‘algo’?”.
– Jim Mars, “Our Occulted History“

Es difícil creer que la órbita precisa y estacionaria de la Luna sea una simple coincidencia. Mars también señala:

“¿Es también una coincidencia que la Luna se encuentre a la distancia justa de la Tierra para cubrir completamente el Sol durante un eclipse? Aunque el diámetro de la Luna es de sólo 2.160 millas, frente a las gigantescas 864.000 millas del Sol, se encuentra sin embargo en la posición adecuada para bloquear todo excepto la flameante corona solar cuando se mueve entre el Sol y la Tierra”.

Con todas las pruebas que han aparecido que demuestran una presencia extraterrestre en la Luna, para mí, la teoría de la nave espacial propuesta por Michael Vasin y Alexander Scherbakov (mencionada anteriormente) es la que tiene más sentido.

Según Mars:

“La teoría de la nave espacial en la Luna puede acercarse más que ninguna otra a la hora de conciliar las contradicciones inherentes al origen y la asombrosa órbita de la Luna. Sin embargo, se supone que tal consideración queda fuera del debate de las personas educadas y racionales. La lógica circular de la ciencia convencional respecto a los orígenes de la Luna es más o menos así: Sabemos que los extraterrestres no existen, pero sabemos que la Luna existe y ha sido mencionada a lo largo de la historia de la humanidad. Nosotros, los humanos, no la creamos ni la pusimos en órbita alrededor de la Tierra, debieron hacerlo los extraterrestres. Pero como sabemos que no existen, simplemente lo llamaremos anomalía y no diremos públicamente nada más al respecto”.

Autor: Arjun Walia

Puede leer la primera parte aquí

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